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La economía mundial aún está en «cuidados intensivos»

El Banco de Pagos Internacionales advierte sobre la posibilidad de una recaída de la economía. Keystone

Desde Basilea, el Banco de Pagos Internacionales (BIS) advierte que la economía dejó el estado de gravedad, pero bancos y gobiernos carecen de margen de maniobras en un entorno propicio para una recaída.

A Suiza, el BIS le recuerda que en 2009 sus bancos fueron cuatro veces menos rentables que los españoles y su cobro de comisiones a los clientes, uno de los más altos del orbe.

Los bancos centrales son conocidos por su discreción. Por ello, cuando el titular de alguno de los institutos centrales emite un mensaje, los mercados financieros suelen tocar el cielo o despeñarse al precipicio.

Esta semana (28.06) el Banco Internacional de Pagos (BIS por sus siglas en inglés), el oráculo del sistema financiero por tratarse del banco de los bancos centrales, hizo balance de la post-crisis y su perspectiva para el corto y mediano plazo no es especialmente alentadora.

El banco advierte que la fragilidad –económica y financiera- persiste a nivel internacional y destaca que el mundo está mal equipado para sobrellevar una nueva crisis. “Salió de la sala de urgencias, pero aún se encuentra en la de cuidados intensivos”, metaforiza.

Una situación compleja si se considera que el margen de acción que poseían gobiernos y bancos para enfrentar adversidades se agotó durante los últimos meses.
Sin reformas y consensos internacionales, el futuro se vislumbra sombrío.

Gobiernos: focos rojos

El mundo está mal equipado para enfrentar una nueva crisis económica porque la mayoría de los gobiernos de las economías desarrolladas ha agotado su margen de maniobra y el sistema financiero aún es frágil, sintetiza el BIS a lo largo de las 232 páginas de su Informe Anual 2009.

Explica que las economías industrializadas –que suelen acudir al rescate de las economías en problemas- enfrentan hoy una situación fiscal compleja debido a la caída de los ingresos públicos (producto de la recesión) y la aplicación de onerosos programas de rescate financiero.

“La deuda pública de las economías desarrolladas promediaba 76% del PIB en 2007 y para el 2011 alcanzará 100% del PIB, un nivel que no se había visto en décadas”, cita el BIS.

Y aún se desconoce el costo total que tendrá el rescate de las instituciones financieras porque éstas siguen en una situación vulnerable, refiere. Si a eso sumamos el creciente costo que entrañan un sistema de pensiones y servicios de salud para países cuya población envejece, el panorama se complica.

“El crecimiento mundial ya no puede seguir sustentándose en la expansión del gasto gubernamental; se requieren reformas sustanciales para sanear las finanzas públicas”, alerta el banco central, de lo contrario se presentarán nuevos episodios de volatilidad que son más riesgosos que nunca.

Más capital, más solidez

El BIS dedica un amplio a hablar sobre bancos.
Dejado atrás lo peor de la crisis, les reconoce haber aumentado su capitalización a niveles superiores a la pre-crisis, pero les habla claro y les recuerda también que actualmente no están en condición de gestionar una nueva caída si se presentara una nueva ola de impagos, como la que dio origen a la crisis de los subprime.

El BIS destaca el esquema perverso en el que cayeron los grandes bancos del mundo: por décadas se endeudaron para aumentar su rentabilidad (de corto plazo) y asumieron que la volatilidad era parte del proceso.

Pero tener un capital débil, activos poco líquidos (difíciles de comerciar en el mercado) y una gran dependencia del financiamiento de corto plazo crearon una crisis que derivó en grandes pérdidas.

Y los gobiernos y bancos centrales entraron en escena para rescatar a las instituciones financieros.

No obstante, en el mensaje personal que acompaña al informe, Jaime Caruana, director general del BIS, afirma que la estabilidad del sistema financiero internacional ya no puede descansar sobre las finanzas de los gobiernos.

Las ayudas se otorgaron para apuntalar a las instituciones, pero prolongarlas de más generaría nuevas distorsiones y problemas, cita.

Sólo un nuevo modelo de negocio basado en reservas de capital más sólidas puede fortalecer al sistema y permitir que los bancos se dediquen a su misión fundamental de otorgar crédito.

El BIS otorga un voto de confianza a Suiza, que junto con Irlanda, “ha comenzado ya a imponer a sus bancos requerimientos de capital y coeficientes de apalancamiento más estrictos”, cita. Y refiere que Gran Bretaña y EEUU avanzan en el mismo sentido.

Pero es necesario alcanzar en breve acuerdos internacionales que reformen la regulación financiera, destaca.

Suiza y su futuro

El BIS hace énfasis en su evaluación en la rentabilidad de las 13 principales plazas financieras del mundo.

Según sus conclusiones, la banca suiza fue cuatro veces menos rentable que sus homólogas australiana o española, tres veces menos rentable que la canadiense, y ganó –proporcionalmente- dos veces menos que la estadounidense, a pesar de que esta última aún estaba inmersa en 2009 en los estragos de la crisis.

El banco de Basilea hace énfasis en otro indicador que los bancos suelen guardar celosamente: las comisiones que cobran a sus clientes (por retirar dinero en un cajero automático, por hacer transferencias, por tener tarjeta de crédito, por utilizar una chequera empresarial o personal, por acceder al servicio de banca en línea, por tener derecho a compensar cheques descubiertos, etcétera).

Suiza cobró a sus clientes comisiones dos veces más altas que las que aplicaron los bancos británicos o estadounidenses, y tres veces más altas que las de instituciones de crédito niponas.

Con lo cual, la banca suiza avanza en el sentido correcto, pero aún tiene un largo camino por andar.

Andrea Ornelas, swissinfo.ch

El Banco de Pagos Internacionales (BIS), cuya sede es la ciudad de Basilea (Suiza), es un organismo internacional que coordina la cooperación monetaria y financiera entre los bancos centrales del mundo.

Puede ser prestamista de última instancia para bancos centrales de países en crisis.

El BIS es uno de los protagonistas centrales de los llamados Acuerdos de Basilea I y II celebrados entre bancos centrales de todo el mundo.

Basilea I (1988) consistió en un conjunto de recomendaciones para establecer un límite al valor de los créditos que puede conceder un banco. Se acordó que una institución puede conceder créditos hasta por 12,5 veces su capital propio.

Basilea II (2004) corrigió las deficiencias de los primeros pactos ya que se descubrió que no es suficiente con fijar un “techo” al crédito. Se debe evaluar también la calidad de dichos préstamos. Si hay riesgo de impago o no.

El BIS fue fundado el 17 de mayo de 1930.

Son miembros del BIS más de 120 bancos centrales de países desarrollados y emergentes. Entre ellos: EEUU, Canadá, Suiza, Japón, Francia, Alemania o España, pero también Zambia, Togo, Perú, Lituania, Haití, México o China.

El Instituto de Estudios Coyunturales del Politécnico de Zúrich, KOF, reveló que los efectos negativos de la crisis en Europa pesarán sobre el crecimiento suizo.

Mientras el consumo privado y la recuperación económica se observan ya en Asia y Estados Unidos, los problemas económicos de Europa contaminarán a Suiza, y la economía helvética crecerá como máximo 1,6% en 2011, precisó el KOF en sus pronósticos del verano 2010.

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