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Nestlé prepara campamentos pro café sostenible

Café ecológico y rentable: divisa propuesta por Nestlé en Costa Rica. Keystone

En Costa Rica reunirá a universitarios y cafetaleros bajo el proyecto común de multiplicar los cultivos orgánicos y reducir el desperdicio de agua.

El grupo helvético de la alimentación defiende la responsabilidad social corporativa, sin embargo, discurso y hechos no siempre han ido empatados.

Este año, un total de 400.000 tazas de café serán bebidas en el mundo entero.

Casi la mitad de ellas serán producidas en Latinoamérica, ya que Brasil, Colombia, México, República Dominicana y Costa Rica concentran 45% de la producción mundial de este grano, según cifras de la Organización Internacional del Café al cierre del 2006.

Y los suizos son los octavos consumidores de café más importantes del mundo con unos 7,5 kilos de grano molido al año por habitante.

Y entre los cafetaleros y el consumidor final están las empresas torrefactoras y comercializadoras, paso de la cadena económica en el que Suiza juega un papel clave, ya que Nestlé, Philip Morris, Procter & Gamble y Sara Lee, concentran 90% de las ventas del producto.

De ahí que líder de la alimentación mundial basada en Vevey trabaje intensamente desde hace una década para conseguir que el café que compra sea acorde con las necesidades de su consumidor internacional, y si se puede, por qué no, respetuoso del medio ambiente.

Proyecto Coopetarrazú

El pasado lunes (19.03) iniciaron los trabajos de Nestlé en la región costarricense de Coopetarrazú para echar a andar, a través de su empresa Nespresso, el que será el primer campamento de estudiantes universitarios (biología, botánica y negocios) quienes durante el próximo verano vivirán dos semanas la experiencia de producir café sostenible de alta calidad en esta zona.

De acuerdo con el proyecto diseñado por Nestlé y el Departamento Técnico de Cooperatarrazú, los participantes utililzarán tecnología satelital GPS para hacer un mapa que identifique las fuentes de agua más atractivas de la zona y harán contacto con todo tipo de organismos relacionados con la producción del café, de modo que les busquen mercados y oportunidades para los productores.

Por su parte, los cafetaleros recibirán, gracias a la participación del Incae (Escuela de Negocios de Costa Rica), Centro Agronómicto Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), y de Rainforest Alliance, asesoría sobre nuevas técnicas para la producción de café y el cuidado de la tierra.

Nestlé ganará que el café costarricense se parezca cada vez más a aquel que requiere para su mercado; Costa Rica ganará la capacitación de más gente para reducir el desperdicio de agua y para multiplicar la producción sustentable.

Sobre la experiencia que habrá de desarrollarse en fincas en Catie en Turrialba, Caño Blanco, Tortuguero y la Estación de la Selva, Gerhard Berssenbrugge, Director General del Nespresso, sintentizó: «Es nun programa que hará a las nuevas generaciones entender cómo la sustentabilidad puede impactar sus vidas ahora y en el futuro».

Nestle y el café sostenible

Costa Rica es uno de los países latinoamericanos más desarrollados en materia de ecología y desarrollo sostenible. Y Nestlé es uno de los gigantes más involucrados en este proceso.

Este año, la Corporación Financiera Internacional (CFI), brazo del Banco Mundial, y Nestlé desembolsarán 300 millones de francos suizos en un programa de calidad para productores de café de Costa Rica, Guatemala y México.

Nespresso Calidad Sostenible AAA es el nombre del proyecto que implicará a unas 500 fincas cafetaleras.

San Ramón y Orosi, Costa Rica, serán dos de las regiones más favorecidas.

Una iniciativa que forma parte de la transformación filosófica que ha experimentado Nestlé durante los últimos 17 años.

En 1990, con Helmut Maucher al frente de la Dirección General de Nestlé, iniciaron los tiempos de la globalización pura y dura.

Para Maucher, el mundo se había convertido en un solo mercado sin fronteras de ningún tipo; y como directivo recortó personal y buscó la eficiencia.

Sin embargo, el objetivo se cumplió a medias porque se echó encima a activistas, organizaciones no gubernamentales, pequeños productores y gobiernos.

En 1997, su sucesor, Peter Brabeck viró el timón y decidió que haría de cada uno de su empleados un embajador de la globalización, a través de la llamada «responsabilidad social corporativa», que comprometió a grupos multinacionales a cumplir metas sociales y ecológicas.

En Latinoamérica en particular, región en la que Brabeck vivió 17 años (en Venezuela, Chile y Ecuador) esto implicó interactuar con productores agrícolas, proveerles investición fondos para mejorar.

Del dicho al hecho…

Si bien Nestlé trabaja en la promoción de cultivos sostenibles, ha sido también fuertamente criticada en Latinoamérica por manejar un doble discurso en la búsqueda de utilidades para sus accionistas.

Concretamente, en México se le acusó en la primavera de 2006, de recurrir a plantas de café genéticamente modificadas.

Esto después de que Nestlé obtuviera la autorización de la Oficina Europea de Patentes para producir una planta de café transgénica que, por sus características, daría más solubilidad al café en polvo.

México es líder en la producción de café orgánico, con 4,2 millones de sacos de café al año (la medida promedio es de 60 kg cada uno), y 7 de cada 10 pequeñas fincas cuentan con menos de 10 hectáreas.

Greenpeace le acusó de olvidar su compromiso de no comercializar trasgénicos y de querer controlar la producción de materias primas, al tiempo que la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC) y la Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños Productores de Comercio Justo se manifestaron en fravor de los cafetaleros mexicanos y también de los chilenos, ya que también estos últimos se verían afectados en el futuro.

A lo que Nestlé simplemente se concretó a expresar, a través de su vocero, Francois-Xavier Perroud, que el interés de Nestlé es vender, sí, y ser rentable, pero con respecto al medioambiente y a los cafetaleros.

swissinfo/Andrea Ornelas

La suiza Nestlé, basada en Vevey, es la compañía agroalimentaria número uno del mundo. Su oferta de productos va desde lácteos, café y chocolate hasta agua mineral y la comida para animales.

El café, según la Universidad de Nápoles Federico II, posee antioxidantes que evitan patologías degenerativas como tumores de colon e hígado, por lo que su consumo diario moderado es benéfico para el organismo.

El café sostenible se caracteriza por cultivos con alta diversidad biológica, sin agroquímicos y bajo procedimientos respetuosos del medio ambiente.

En el mundo existen 120 millones de hectáreas cultivadas con café: 2 veces el territorio de Costa Rica, y 2,5 veces el suizo.

1938 fue un año clave para Nestlé, inventó a su producto estrella, Nescafé, y se afincó en América Latina, en Panamá.

Los 10 principales países consumidores de café son Finlandia, Aruba, Islandia, Noruega, Dinamarca, Suecia, Bermuda, Suiza y Holanda.

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