Ordenador y regatas: un sueño hecho realidad
A sus 28 años, Jean-Claude Monnin ha logrado conjugar sus dos grandes pasiones: la vela y la informática.
El joven suizo, miembro del equipo informático en la base valenciana de Alinghi, pasa su tiempo libre a bordo de un velero.
Nacido y criado en Immensee, en la Suiza central, Jean-Claude Monnin acompaña desde pequeño a su padre y sus dos hermanos a las regatas de vela que disputan en toda Europa.
A bordo de la embarcación familiar, un velero del tipo ‘Surprise’, participa con éxito en numerosas ‘match race’; así se denominan las competiciones similares a la Copa América, pero que se disputan a escala local.
Cuando regresa a tierra firme, el joven del cantón de Schwyz se encierra en su cuarto y se distrae con el teclado de su ordenador: «Siempre ha sido uno de mis pasatiempos favoritos. A la edad de 15 años me picó el gusanillo de crear programas informáticos», relata a swissinfo.
Joven lleno de talento
Sus capacidades no tardarán en salir a la luz. En 1996, su investigación sobre los ‘Métodos de representación de objetos tridimensionales en el ordenador’, le vale el calificativo «excelente» en el certamen nacional ‘Ciencia y Juventud’ y participa en el Concurso europeo de jóvenes científicos, reservado a las jóvenes promesas.
En el momento de elegir su profesión, opta por cursar la carrera de Informática e inicia estudios en Sistemas de Comunicación en la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL).
«Me hubiera gustado convertir la navegación en mi oficio, pero un planteamiento utópico planteárselo en Suiza, un país que no tiene acceso al mar y carece de tradición en el deporte de la vela». El tiempo, sin embargo, le ha demostrado todo lo contrario.
No digas de esta agua no beberé
Mientras Monnin cursa estudios universitarios en Lausana, el empresario helvético Ernesto Bertarelli decide fundar en Ginebra el equipo Alinghi y lanzarse a la aventura más ambiciosa en el deporte de la vela: que una escuadra europea conquiste por primera vez en la historia la prestigiosa Copa América. Su tripulación necesita el mejor apoyo tecnológico y por ello entabla una colaboración con la EPFL.
«Estaba en el lugar adecuado y en el momento oportuno», señala Monnin, y al recordarlo se le iluminan los ojos. Estudiaba en la EPFL cuando en el 2001 fue contratado por Alinghi. «Reunir mis dos grandes pasiones en un único trabajo fue cumplir un sueño».
En el 2003 Alinghi ganó el trofeo en Nueva Zelanda. Desde hace unos meses Monnin vive con su novia en Valencia, donde el equipo helvético se prepara para defender el título en el año 2007.
El joven experto informático trabaja en el diseño y se ocupa de optimar el control del sistema electrónico de las embarcaciones. «He desarrollado, sobre todo, un programa de simulación de vela con el que la escuadra puede entrenarse para las regatas desde un ordenador, desde tierra firme», explica.
Actividad frenética
Las jornadas laborales suelen ser largas durante los periodos en los que los ‘skipper’ de Alinghi se entrenan en alta mar o participan en las competiciones: «Trabajamos hasta 10 u 11 horas diarias seis días a la semana».
Además de desarrollar proyectos a largo plazo, Monnin verifica cada mañana que el sistema informático a bordo funcione a la perfección. Por la noche, tiene que esperar que las embarcaciones regresen al muelle para poder recuperar y evaluar los datos que ha registrado el sistema informático.
Pero no le agobia trabajar tanto. «Las horas vuelan sin darme cuenta, porque estoy haciendo lo que me gusta», afirma.
El tiempo libre que le queda suele consagrarlo completamente a las regatas que disputa junto con sus hermanos. «Llevo algunos meses en España y todavía no he visitado nada, porque aprovecho cada rato libre para navegar».
Monnin se asoma a la inmensa terraza de la base Alinghi que ofrece una magnífica vista sobre el mar y su mirada se entristece: «Parece paradójico, pero nunca había navegado tan poco como desde que estoy en España», señala.
Creer en los sueños
En Auckland el joven suizo pasaba mucho tiempo en el agua. Era el responsable del sistema informático a bordo, y como tal, estaba integrado en el equipo de navegación. En Valencia, se le han confiado importantes responsabilidades técnicas y su actividad se desarrolla, sobre todo, en el despacho.
«Aunque no niego que me gustaría mucho poder participar en las regatas con mis colegas, creo que es correcto. Hay que aprovechar al máximo las capacidades de cada uno y las mías residen en el desarrollo del software».
Aunque en el 2007 tendrá que seguir la Copa América desde tierra firme, Monnin está feliz: «La experiencia que estoy viviendo es realmente única. He aprendido a creer en los sueños».
swissinfo, Anna Passera, Valencia
(Traducción del italiano: Belén Couceiro)
Jean-Claude Monnin nació en Immensee, en la Suiza Central, el 5 de noviembre de 1977.
Hijo de dos suizos de expresión francesa, es licenciado en Sistema de Comunicación por la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL).
En el 2001 fue contratado por Alinghi como miembro del equipo informático.
Dos años después, Alinghi gana la Copa América, el trofeo más prestigioso en el deporte de la vela.
La escuadra helvética defenderá el título en Valencia en el 2007.
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