Permiso para el ‘striptease’
La autorización de trabajo y residencia para bailarinas de cabaret responde a la demanda de mujeres exóticas en esos locales, que cada mes cambian su contingente de "artistas".
Adeudos abusivos y un alojamiento caro son algunos de los factores que reducen hasta 70% de su ingreso neto.
«El Permiso L lo crearon porque hay una demanda de mujeres en el trabajo sexual», explica Dorothea Winkler del Centro de Información para Mujeres de África, Asia, América Latina y Europa del Este.
Suiza es el único país en Europa que expide un visado de artista específico para bailarina de cabaret, en el que se aclara que «la persona bailará, durante el espectáculo musical, despojándose parcial o totalmente de su atuendo».
Esta autorización de residencia y trabajo no puede extenderse más allá de ocho meses.
Para obtenerla, la interesada debe ser mayor de 20 años de edad y presentarse ante las autoridades diplomáticas suizas en su país.
En República Dominicana, el Consulado General de Suiza recibe un «gran flujo de solicitantes» para el Permiso L, indica la encargada de visados Myriam Mader, respondiendo a swissinfo:
-¿Cómo se procede para extender el denominado Permiso L?
-Las bailarinas tienen que llegar con tres contratos, significa que ya tienen el contrato de trabajo hecho y firmado para tres meses, y con eso pueden solicitarlo. De aquí lo mandamos a la policía de extranjeros del primer cantón a donde van a trabajar, y de ahí nos llega la autorización.
Los contratos son mensuales y deben ser firmados por ella, el patrón y el intermediario o agencia que le ha conseguido el empleo.
-¿Cuáles son las edades promedio de las solicitantes?
-Son muy jóvenes. La mayoría tienen 20 o 22 años. Antes se presentó el problema de la falsificación de documentos de chicas que tenían menos de 20, pero República Dominicana cambió la cédula de identidad y ahora estamos seguros de que las chicas ya no la falsifican.
-¿Hay un límite de permisos para la misma persona?
-No, si consigue los permisos y los trabajos en Suiza. Sólo hay una regla: tras 8 meses de trabajo tienen que salir del país por 2 meses.
Cada mes otro cabaret
La autorización es de competencia cantonal. No existe un contingente definido de permisos porque las autorizaciones se extienden de acuerdo al número y tamaño de los establecimientos existentes, hasta un máximo de 6 bailarinas por cabaret.
La bailarina cambia cada mes de empleador, sitio de trabajo y vivienda, pues los dueños de los cabarets, para responder a la «demanda de carne fresca de sus clientes», como lo define Dorothea Winkler del Centro de Información para la Mujer (FIZ en su sigla alemana), hacen rotar a las muchachas por diversos puntos del país.
A esto se debe que las bailarinas vean su vida privada estrechamente ligada al cabaret, ya que es su patrón quien les renta la habitación o departamento donde viven con otras compañeras de trabajo durante su corta estancia.
Salario, prestaciones y arriendo
Los costos que los empresarios se cobran como renta de este espacio compartido son hasta 300% superiores a la media normal del arriendo de un lugar en condiciones similares, y… multiplicado por el número de ocupantes.
Cada una de las bailarinas que comparte «vivienda» llega a pagar entre 1.200 y 1.500 francos por su dormitorio, suma que debe restar de su ingreso neto que fluctúa entre los 2.300 a los 2.700 francos suizos.
«Una renta muy elevada que va también a la bolsa del patrón», denuncia Marianne Schweizer, asistente social en Aspasie, agrupación de apoyo a las trabajadoras del sector sexual, con sede en Ginebra.
Por otra parte, la bailarina contribuye como cualquier trabajador en Suiza con las deducciones sociales: seguro de vejez, de invalidez y de desempleo y los impuestos, alrededor de 400 francos mensuales, costos que se restan directamente del salario.
Sin embargo, al tener que abandonar el país en caso de no tener más contratos, se afecta el derecho a estas prestaciones. Entre tanto, «el Estado recauda cerca de 10 millones de francos, producto de las contribuciones de las bailarinas», indica Dorothea Winkler del FIZ.
Deuda antes de llegar
El seguro médico también se deduce de su salario; y en caso de enfermedad son respaldadas, bajo condiciones específicas, con el pago de consultas y medicamentos.
Pero si enferman de manera crónica pierden el empleo y deben dejar Suiza, como lo atestiguan las asistentes sociales de las organizaciones que las aconsejan.
Otro descuento del 8% de su ingreso se produce en el caso de que un agente les haya conseguido los contratos.
A todo esto se suma la deuda de hasta 10 mil francos suizos que las bailarinas contraen para llegar a Suiza y que en gran parte resulta del pago a los intermediarios (a veces más de dos) que le consiguieron los 3 primeros contratos.
swissinfo, Patricia Islas Züttel
Suiza es el único país en Europa que expide un visado de artista específico para bailarina de cabaret.
Unos 10 millones de francos es el producto de las contribuciones de las bailarinas.
Cantones con mayor número de Permisos L (expedidos en abril de 2003):
Zúrich: 258
Berna: 143
Vaud: 121
Tesino: 119
Neuchatel: 86
Solothurn: 84
Ginebra: 82
Antes de obtener el Permiso L, las candidatas deben presentar a las autoridades diplomáticas suizas en su país los 3 primeros contratos mensuales de trabajo, signados por los patrones y el intermediario(a).
Su salario neto es entre 2.300 y 2.700 francos suizos.
De este monto hay que descontar entre mil y dos mil francos por renta de departamento o habitación compartida con otras bailarinas.
También hay que deducir entre 5 y 10.000 francos suizos de la deuda que contrajeron para obtener los contratos y el viaje a Suiza.
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