Propone Suiza ley para conjurar la lista negra de la OCDE
El gobierno envió al Parlamento el proyecto que dará marco legal definitivo al “secreto bancario transparente” que Suiza pactó con el organismo basado en París desde el 2009.
Berna acepta entregar información a otros gobiernos incluso si no otorgan la identidad o dirección del evasor potencial, pero reitera su rechazo a la fishing expedition. La Asociación Suiza de Banqueros avala la decisión ya que Suiza “solo concede lo mismo que los otros miembros de la OCDE”.
Los albores del verano trajeron nuevas en materia de secreto bancario.
El gobierno helvético transmitió al Parlamento este miércoles (06.07) la iniciativa de Ley para la Asistencia Administrativa en Materia Fiscal (LAAF).
Un anuncio que para algunos luce a nueva reverencia ante la OCDE, pero que gobierno y los banqueros consideran simplemente un acto de coherencia legal.
“Esta nueva ley reglamenta la ejecución de la asistencia administrativa que Suiza pactó con otros estados al negociar o revisar una larga lista de convenciones para evitar la doble imposición bajo las reglas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)”, dijo a swissinfo.ch Mario Tuor, jefe de Comunicación de la Secretaría de Estado de Asuntos Financieros Internacionales de Suiza.
No se relajó el secreto bancario
La iniciativa entregada al Parlamento considera la posibilidad de intercambiar información bancaria confidencial con otros gobiernos –asistencia administrativa internacional- incluso cuando el Estado solicitante carezca del nombre completo o la dirección del evasor potencial que tiene cuentas en Suiza.
También contempla la posibilidad de intercambiar información sobre grupos de evasores potenciales.
Un par de concesiones que hace Berna y que habrían lucido inimaginables hace sólo tres años.
Para la Asociación Suiza de Banqueros (ASB), simplemente se hace lo correcto.
Entrevistada por swissinfo.ch, Rebeca García, portavoz de la ASB para Europa, asegura que “el Artículo 26 (del Modelo de Convención Fiscal de la OCDE) ha sido reconocido por todos los países miembros de este organismo. Y como parte de la OCDE Suiza debe aplicar los mismos estándares que el resto de los Estados”.
Hay distintos métodos para identificar a un cliente (evasor potencial), el nombre y la dirección son parte de ellos, “pero es posible utilizar otros medios en casos extraordinarios”, refiere.
Y a juicio de García esto no implica un relajamiento o concesión adicional del secreto bancario suizo porque Suiza no va más allá de lo que otros están comprometidos a dar.
La temida “lista negra”
Detrás de la colaboración suiza se encuentran los temores de ser señalada nuevamente por el dedo flamígero de la OCDE. Una experiencia que ya vivió hace dos años y que no quiere repetir.
“Al adherirse a los principios fiscales que rigen en la OCDE, Suiza aceptó también cumplir todos los compromisos. No respetarlos colocaría nuevamente al país en riesgo de ingresar a la lista negra (de países no colaboradores en materia fiscal)”, destaca Rebeca García.
Pero es incorrecto decir que la plaza financiera suiza cede nuevamente en materia de secreto bancario, añade la entrevistada, porque Berna se ha mantenido firme en su posición de no aceptar la fishing expedition.
La banquera hace alusión a la búsqueda de evasores potenciales a partir de un intercambio de información fiscal masiva y automática entre gobiernos. Intercambios que como la red de un pescador al ser lanzada, permiten descubrir evasores cuya existencia desconocía por completo la autoridad fiscal de su país de origen.
“La fishing expedition sería incompatible con el secreto bancario suizo, y sería inaceptable. Pero por el momento Suiza solo concede a otros estados lo que marcan los acuerdos de la OCDE”, enfatiza García.
Sus declaraciones coinciden con la posición que expresó ministra de Finanzas, Eveline Wildmer-Schlumpf, al presentar la iniciativa (06.07), quien también colocó el acento en los límites que impone Berna a su colaboración con otros países, y participación en la que dejó claro nuevamente que Suiza rechaza el robo de coordenadas bancarias.
El porqué de la nueva ley
La nueva LAAF compensa un vacío legal existente.
A partir de marzo del 2009, Suiza inició una activa política de negociación y revisión de convenios para evitar la doble imposición (CDI´s) para adaptarlos a las reglas transparentes de la OCDE.
Hasta la fecha, según información del Departamento Federal de Finanzas (DFF) tiene negociados una treintena de convenios bajo las reglas de la OCDE.
En 2010 diseñó unaa ordenanza que les permitió que entraran en vigor los compromisos adquiridos, pero carecían de la ley definitiva que los enmarcaría.
“La iniciativa enviada al Parlamento da sustento pues a los CDI´s existentes, pero también será válida para otra clase de acuerdos fiscales pactados entre Suiza y países de la Unión Europea en temas como la Fiscalidad del Ahorro”, precisó Mario Tuor a swissinfo.ch.
Y la ley formalizará también la decisión suiza de otorgar asistencia administrativa a otros gobiernos exclusivamente “sobre demanda y en casos precisos, jamás cuando la obtención de pistas (sobre evasión) por parte de otros Estados se desprenda de prácticas contrarias al derecho suizo”.
Del mismo modo, la propuesta de ley que está ahora en manos del Poder Legislativo helvético buscará dar respuesta a las recomendaciones –no obligatorias, pero sí sustentadas en una intensa presión política surgida de Berlín, París, Londres y Washington- expresadas por el Foro Mundial para la Transparencia y el Intercambio de Información.
En junio pasado, el organismo vinculado a la OCDE que cuenta con una centena de miembros que luchan contra la evasión, reconoció los esfuerzos de Suiza, pero le sugirió eliminar toda laguna legal existente.
El futuro de esta ley queda ahora en manos del Parlamento.
1934: El secreto bancario suizo adquiere estatus jurídico y se inscribe en la Ley Bancaria. Se aplica a fortunas nacionales y extranjeras.
1977: Los bancos suizos comienzan a indagar la proveniencia de los fondos que reciben.
2004: Suiza pacta un acuerdo de fiscalidad del ahorro con la UE para luchar contra el fraude fiscal, pero defiende la confidencialidad de los clientes.
2008: El escándalo UBS, desatado debido a que este banco promovió una red de evasión en EEUU, acrecienta la presión internacional para que Suiza suprima el secreto bancario.
2009: Suiza es colocada en el la ‘lista gris’ de la OCDE de paraísos fiscales, para salir debe revisar 12 acuerdos fiscales con otros países y considerar la evasión como delito, y no solo el fraude fiscal.
2011: El gobierno suizo propone la creación de una ley que dará sustento a toda las vinculadas al secreto bancario.
La nueva Ley Federal para la Asistencia Administrativa Internacional en Materia Fiscal (que será conocida como Ley para la Asistencia Administrativa Fiscal o LAAF) dará sustento legal definitivo a los convenios para evitar la doble imposición (CDIs) negociados entre Suiza y otros países que impliquen el intercambio de información bancaria confidencial.
Suiza contaba ya con una ordenanza destinada a este tema correspondiente al 1 de septiembre del 2010 y que entró en vigor el 1 de octubre de ese año. La misma quedaría abrogada cuando entre en vigor la LAAF.
La LAAF será importante porque establece los principios de asistencia administrativa entre Suiza y otros gobiernos, y aclara que Berna solo colaborará cuando existan demandas de información concretas y fundamentadas.
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