Suiza entregará a EEUU datos sobre 4.450 cuentas del UBS
Este miércoles (19.08) se firmó el acuerdo extrajudicial que pone fin al conflicto entre el banco número uno de Suiza y el fisco estadounidense. La información deberá ser revelada antes de 12 meses.
El acuerdo es satisfactorio para Suiza, en opinión de Berna, porque evita un enfrentamiento entre los dos gobiernos y preserva la estabilidad de la plaza financiera suiza.
Tras 50 días de negociaciones y un año de enfrentamientos, Suiza y el Gobierno de Estados Unidos firmaron hoy (19.08) en Washington un acuerdo extrajudicial que pone fin al conflicto protagonizado por el UBS y el fisco estadounidense luego de que se probara que el banco helvético promovió entre 2001 y 2007 la evasión fiscal entre millares de sus clientes americanos titulares de cuentas en Suiza.
Estados Unidos cedió: renunció a exigir la información confidencial de 52.000 clientes del banco, una acción que habría implicado una violación directa al secreto bancario suizo.
Aceptó no imponer ninguna multa y se comprometió a no iniciar nuevos procesos penales o civiles relacionados con este expediente.
A cambio, solicitó a Suiza entregar al Internal Revenue Service (IRS), fisco estadounidense, información confidencial sobre 4.450 cuentas en un periodo máximo de 12 meses, según confirmó Hans-Rudolf Merz, presidente de la Confederación Helvética.
Durante una conferencia de prensa, el ministro de Finanzas suizo agregó que la información sobre las primeras 500 cuentas deberá fluir durante los próximos 90 días.
Nueva demanda administrativa
El acuerdo, que entra en vigor de forma inmediata, anula automáticamente el juicio que tenía previsto contra el UBS el Tribunal de Miami, pero no cancela de forma definitiva el procedimiento civil emprendido por el Gobierno de EEUU en febrero pasado, éste seguirá vigente durante 370 días más.
Lo anterior, según explica el Ministerio suizo de Justicia, para «evitar que prescriba la acción penal en materia fiscal», es decir, para garantizar que los evasores confirmados paguen sus penas.
Sin embargo, la próxima semana el IRS cursará una nueva demanda administrativa, apegada a los principios fijados por la nueva Convención contra la Doble Imposición (CDI) vigente entre EEUU y Suiza, que respeta el derecho suizo y que será el sustento legal para exigir las coordenadas de las 4.450 cuentas referidas.
Suiza se compromete, a través de la Administración Federal de Contribuciones (AFC), a atender de forma acelerada esta solicitud, y según confirma el Ministerio de Justicia, ha instruido ya a una unidad operacional especial, conformada por 30 especialistas de un despacho de auditoría contable y a 40 juristas y fiscalistas del gobierno, a trabajar en este asunto.
Un buen acuerdo: Calmy-Rey
En la conferencia de prensa en la que Hans-Rudolf Merz reveló el acuerdo entre EEUU y Suiza, también participaron las ministras suizas de Justicia, Eveline Widmer-Schlumpf, y de Asuntos Exteriores, Micheline Calmy-Rey.
A juicio de Calmy-Rey, el acuerdo logrado fue difícil de alcanzar, pero satisfactorio para Suiza.
«Las negociaciones fueron arduas, iniciamos el 22 de junio y concluimos el proceso hasta el 11 de agosto. Se realizaron seis rondas de trabajo de las cuales cinco se celebraron en Washington y una en Berna, y aunque fue un proceso complejo, los logros fueron significativos porque Suiza consiguió lo que se propuso: defender a una institución de la relevancia del UBS, pero sobre todo, preservar la integridad de su sistema jurídico».
A juicio de Calmy-Rey, el documento firmado posee tres ventajas fundamentales: evitó un conflicto político entre los dos gobiernos, ayudará a preservar la estabilidad de la plaza financiera suiza, y puso fin a un conflicto civil entre el IRS y el UBS.
El UBS y el IRS toman la palabra
UBS, protagonista de un conflicto que se tornó en un enfrentamiento entre los gobiernos de Suiza y Estados Unidos, confirmó esta mañana que además de colaborar estrechamente con la AFC suiza tiene otra tarea pendiente.
El banco debe contactar por escrito a todos sus clientes estadounidenses sospechosos de evasión o fraude fiscal para animarlos a presentarse de forma voluntaria ante al IRS y a instruirle a transmitir su información financiera al fisco americano.
Con ello, los involucrados se beneficiarán de multas o castigos menos severos que si es la autoridad tributaria la que identifica los delitos fiscales que cometieron.
Sobre este punto, en un comunicado propio, el IRS aclaró que los clientes estadounidenses del UBS tienen solo hasta el 23 de septiembre próximo para presentarse de forma voluntaria ante el fisco a declarar que evadieron o defraudaron a su autoridad fiscal. Después, será tarde.
Como se citó, EEUU tiene previsto cerrar el proceso civil que tiene contra el UBS sólo hasta el 24 de agosto del 2010 –los 370 días antes referidos-, pero el UBS advierte que podría ser cancelado el 1 de enero del 2010, o un poco después, si el IRS recibe información –voluntaria- de 10.000 cuentas.
Finalmente, Kaspar Villiger, presidente del UBS, afirmó que el acuerdo «contribuye a resolver uno de los problemas más urgentes del UBS», y se dijo convencido de que el banco número uno de Suiza conseguirá restablecer paulatinamente la reputación que ha perdido durante los últimos meses.
Andrea Ornelas, swissinfo.ch
La plaza financiera helvética ha vivido una profunda metamorfosis en 2009 en busca de una una imagen de mayor transparencia y colaboración internacional en la lucha contra los delitos fiscales.
Por esta razón Suiza aceptó en febrero flexibilizar el secreto bancario para apegarse a los criterios de la OCDE en la materia, lo que implica renegociar 12 convenios de doble tributación.
UBS es el banco más importante de Suiza, su estabilidad es vital para el resto de la plaza financiera. De ahí que el caso trascendió de ser una disputa entre el UBS y el fisco de EEUU para convertirse en un expediente en el que tanto Suiza como el gobierno de EEUU han tenido voz.
JUNIO 2007. El Internal Revenue Service (IRS), fisco estadounidense, comenzó a investigar al UBS por presunta complicidad con millares de clientes suyos a los que animó a evadir al fisco en los cinco años previos.
MAYO 2008. Un ex empleado del UBS, Bradley Birkenfeld, fue acusado formalmente por las autoridades de EEUU del delito citado, éste confeso que era verdad y ofreció detalles del modus operandi.
FEBRERO 2009. Tras meses de trabajo entre abogados, UBS aceptó pagar una multa por 780 millones de francos suizos por su falta y para evitar futuros juicios penales, y otorgó información confidencial de 250-300 clientes que habían defraudado al fisco de EEUU.
Ese mismo mes, EEUU embistió de nuevo solicitando información confidencial de 52.000 clientes sospechosos de evasión. El banco se negó.
ABRIL. El ministro de Finanzas y Presidente, Hans-Rudolf Merz, pidió en Washington al Gobierno de Barack Obama que cerrara el expediente del UBS. A cambio, Suiza flexibilizó su secreto bancario.
MAYO. El Gobierno suizo pidió directamente a la Justicia de EEUU rechazar la solicitud del IRS de revelar información confidencial de 52.000 clientes del UBS sospechosos de evasión. Un juicio civil en Florida era inminente.
JULIO. El UBS y el Departamento de Justicia pidieron de común acuerdo a la Corte de Florida que aplazara el juicio, en busca de un acuerdo extrajudicial.
El juez a cargo, Alan Gold, estableció como fecha límite el 3 de agosto para llegar a un acuerdo amistoso, pero el 31 de julio las dos partes notificaron avances sustanciales y pidieron una prórroga.
AGOSTO. El juez la concedió y determinó que el viernes 7 de agosto debían conocerse detalles sobre un acuerdo definitivo. No se llegó a un acuerdo, se pospuso la decisión para el 13 de agosto, fecha en la que se informa que se llegó a un pacto bilateral, que fue firmado y anunciado el 19 de agosto.
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