UBS paga factura tras derrumbe del secreto bancario
El banco suizo cifra en 20.000 millones de francos suizos la pérdida de fondos que ha experimentado su actividad trasfronteriza exclusivamente en Europa. Especialmente en países como Francia, Austria, Alemania o Gran Bretaña.
Suiza ha firmado 30 convenios fiscales “transparentes” bajo reglas de la OCDE. Una tendencia irreversible que seguramente le costará nuevos fondos en el futuro.
En solo 18 meses, Suiza ha firmado una treintena de Convenios para Evitar la Doble Imposición (CDI´s) con igual número de países de los cinco continentes.
Un ejercicio ni voluntario ni fortuito. Se trata de acuerdos que comprometen a la plaza financiera helvética a seguir estrictas reglas estrictas de transparencia fiscal, y al gobierno suizo a entregar información bancaria a sus homólogos cuando sospechen de evasión entre sus contribuyentes.
Abrir su secreto bancario era el camino obligado para que Suiza abandonara en 2009 una incómoda “lista gris” de paraísos fiscales en donde le colocó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), actual arbitro internacional de la transparencia fiscal.
Por primera ocasión, el principal gigante bancario de Suizas hace cuentas sobre el costo que le ha representado en Europa la nueva era de transparencia fiscal.
In crescendo
De acuerdo con Jürg Zeltner, Director de la división Wealth Management del UBS, en septiembre pasado el banco gestionaba fondos por alrededor de 320.000 millones de francos suizos prevenientes de inversionistas europeos; recursos a los que se sumaban 165.000 millones de francos de la región Asia Pacífico; 165.000 millones de francos adicionales derivados de inversionistas de origen suizo; y unos 145.000 millones de francos más producto de fortunas de clientes de países emergentes localizados en Europa del Este, Medio Oriente, Latinoamérica o África.
Desde Londres (16.11), el directivo del UBS reveló que la institución ha perdido depósitos por unos 20.000 millones de francos suizos durante los últimos 12 veces en la actividad transfronteriza que ejerce en mercados como el de Alemania, Francia, Italia, Austria y Gran Bretaña.
Un boquete financiero que seguirá creciendo, según las previsiones.
Durante un encuentro celebrado con inversionistas, en el que participaron también hombres clave del UBS como John Cryan, Director de Finanzas; o Philip Lofts, Director de Control de Riesgos; los especialistas reconocieron que las nuevas disposiciones financieras y fiscales vigentes a nivel internacional tocan hasta 40.000 millones de francos suizos que actualmente son considerados por el banco como “capitales en riesgo”.
Credit Suisse, misma dinámica
Credit Suisse enfrenta el mismo problema aunque a una escala menor. En su caso, el banco número dos de Suiza reveló a finales de octubre que de los 106.000 millones de francos suizos que tienen depositados en esta institución clientes de Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia, hasta 35.000 millones de francos suizos podrían estar en riesgo de partir, lo que equivale a un tercio de estos fondos.
Y dos factores se conjugan en el este fenómeno, el primero, como se dijo, la obligación cada vez más clara e implacable, de reportar las cuentas que todo contribuyente tiene en el extranjero con miras al pago correspondiente de impuestos.
El segundo, tema abordado por John Cryan, director de Finanzas del UBS, durante la cita privada que tuvo los inversionistas londinenses: el premio que UBS otorga a accionistas y a quien confía sus fondos en el banco se ha reducido obligadamente porque la institución debe constituir todas las reservas que le exigen los acuerdos de Basilea III. Amén de aquellos que añadió el propio gobierno suizo, en septiembre pasado, y que son aún más estrictos.
Sin puerta de salida
Suiza no tiene puerta de salida en este tema. Tras su inclusión en la “lista gris” de paraísos fiscales de la OCDE en abril del 2009, debía pactar 12 CDIs transparentes abandonar el índice de países cuestionados por su opacidad fiscal.
La más reciente de nuestras negociaciones, explica el Ministerio de Finanzas (DFF) a swissinfo.ch, se concretó con Rumania (15.11).
¿Qué ha ganado a cambio?
En palabras del propio ministerio: “Ventajas como una reducción en la imposición a la fuente de los dividendos, o acceso a una nueva cláusula de arbitraje que facilita la discriminación fiscal y que beneficia a los suizos en el extranjero”.
Asia, la expectativa
Pero no todo son malas nuevas porque, ante los temores de los clientes europeos, UBS la confianza de los países emergentes genera contrapeso.
Los europeos cancelan sus cuentas y regularizan su situación fiscal en sus países de origen, mientras los clientes de la región Asia-Pacífico traen recursos frescos a Suiza.
Solo entre enero y septiembre del 2010, llegaron depósitos por 7.000 millones de francos suizos derivados de esta zona geográfica, confirma UBS. Y añade que las fortunas administradas por UBS llegadas de países emergentes crecerán 16% durante los próximos cinco años.
Mayor productividad y una nueva oleada de crecimiento económico son la apuesta del gigante bancario, ya que las reglas fiscales internacionales, lo sabe, han cambiado de forma irreversible.
UBS, antes Unión de Bancos Suizos, es el grupo bancario más grande de Suiza.
Concentra alrededor de 30% de la actividad financiera nacional y tiene sedes en Basilea y Zúrich.
Los convenios de Basilea III son principios fijados por el Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés), constituido por los principales bancos centrales del mundo, para garantizar un sistema financiero internacional sólido y bien capitalizado.
Aún están en proceso de revisión.
Los 30 Convenios para Evitar la Doble Imposición (CDIs) de Suiza con otras naciones incluyen a gobiernos como el de España, México, Francia, Italia, Estados Unidos, Rumania, Grecia o Finlandia.
Suiza abrió su secreto bancario el 19 de marzo del 2009, al aceptar otorgar asistencia administrativa en materia fiscal a otros gobiernos.
El gobierno estadounidense decidió retirar completa y definitivamente todo tipo de proceso contra el UBS por haber promovido una red de evasión fiscal entre sus clientes estadounidenses durante los primeros años de esta década.
Suiza confirmó que terminó en agosto pasado la revisión de las 4.450 cuentas –sospechosas de evasión y fraude fiscal- que hará llegar a Estados Unidos.
Y alrededor de 4.000 expedientes llegaron ya hasta Washington a mediados de noviembre.
El resto se prevé en los dos meses por venir
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.