UBS y Credit Suisse, no temen el ‘estrés’ internacional
Los dos principales bancos de Suiza pasaron con sobresaliente las pruebas de simulación de crisis que aplicó Europa este verano a los bancos más importantes del continente.
Los criterios helvéticos eran más estrictos que los aplicados por los vecinos. Pero, ¿quién diseñó el hoy famoso Test del Estrés? ¿De verdad garantiza que no vuelva a registrarse en el mundo una crisis al estilo de los ‘subprime’?
UBS y Credit Suisse pasaron con sobresaliente este verano el llamado ‘Test del Estrés’ al que les sometió la Autoridad Federal de Supervisión de los Mercados Financieros (FINMA). Una prueba que siete homólogos europeos -dos de ellos bancos de origen español- no consiguieron superar.
De dos meses a la fecha, el término ‘Stress Test’ comenzó a dar la vuelta al mundo para acaparar la prensa económica e internacional.
¿Qué es un Test del Estrés y qué permitió que los dos gigantes del sistema bancario suizo salieran bien librados a pesar de haber encabezado la lista –UBS en particular- de los más vulnerados por los ‘subprime’?
Simulando una crisis
El ‘Test del Estrés’ es una simulación de crisis. La construcción de un escenario artificial que permite evaluar a la autoridad, FINMA en el caso suizo, si el banco es capaz de enfrentar circunstancias adversas sin caer en bancarrota.
Las pruebas han sido elaboradas por los bancos centrales y las entidades supervisoras de cada país, pero en vinculación permanente con el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE) debido a que Bruselas es la autora principal de dichas pruebas.
Y la ‘calificación’ que reciben los bancos tras este examen se mide a partir de un criterio llamado Tier 1 (Nivel 1).
Expresado sin tecnicismos, la autoridad pone de un lado de la balanza todos los haberes de un banco (capital, reservas, utilidades no distribuidas y posesiones varias), y del otro, todos sus compromisos e inversiones riesgosas.
Después obtiene un resultado y le asigna una calificación. El Tier 1 mínimo ha de ser superior al 6% en Europa, que es sinónimo de una sólida capacidad de enfrentar una crisis internacional sin necesidad de apoyos gubernamentales.
Suiza, criterios más rígidos
FINMA y el Banco Nacional de Suiza (BNS), no obstante, decidieron ir más lejos en la prueba.
Su escenario contempló una recesión internacional, a la que se sumaron el hundimiento de las bolsas internacionales y la debilidad del mercado inmobiliario, explica FINMA al ser consultada por swissinfo.ch al respecto.
Concretamente, Suiza solicitó como mínimo un Tier del 8% a sus bancos -y no el 6% como el resto de Europa-, y tanto UBS como Credit Suisse cumplieron sobradamente con esta prueba.
FINMA aclara que los exámenes de resistencia son una realidad en Suiza desde el 2008 y desde entonces forman parte de los criterios de supervisión cotidiana. La única diferencia es que hasta ahora los resultados no se hacían públicos.
La banca suiza aprendió su lección de la crisis de los créditos hipotecarios (subprime), cita la autoridad y explica que ahora se exige que Credit Suisse y UBS mantengan un colchón de capital y liquidez capaz de absorber circunstancias imprevistas.
Al preguntar qué sucedería exactamente si en una de las evaluaciones los bancos no cumplieran con este nivel de reservas del 8% mínimo que les fijó FINMA, la autoridad financiera explicó que “analizaría con el banco concernido una reducción de sus posiciones de riesgo, o un refuerzo en su base de capital”.
Sólo una guía
Las pruebas de resistencia no deben tomarse como una Biblia financiera.
En su análisis ‘Modelo de Crédito de Portafolio y Test de Resistencia: Escenario de Análisis’, la economista del Swiss Banking Institute, Muriel Lustenberger, pondera las ventas y desventajas de los citados exámenes.
Tras la crisis de los créditos hipotecarios estadounidenses, los tests del estrés se han convertido en una herramienta mucho más utilizada ya que son un instrumento de prevención de crisis, pero también una especia de cuaderno de ruta en caso de que se presenten problemas.
No obstante, estas pruebas llenas de directrices y límites para los bancos, son también un desafío para las instituciones y las autoridades a la hora de su interpretación.
En opinión de Lustenberger, al manejarse a partir de escenarios teóricos, los resultados de dichos exámenes deben ser interpretados con cautela, ya que simulan una crisis a partir de sofisticadas fórmulas, lo efectivamente acerca a la realidad; pero también echan mano de hipótesis que exigen que los resultados obtenidos sean contrastados con la realidad concreta de cada institución, en el momento preciso en el que se vive un problema.
Bancos suizos, escépticos
Credit Suisse coincide en que las pruebas de resistencia deben ser evaluadas con cautela.
En un estudio elaborado por un equipo de analistas encabezados por Andrew Garthwaite, del Credit Suisse en Londres, el banco expresó (27.07) que los resultados de la prueba de resistencia aplicada no forzosamente reflejan el nivel y la calidad de los riesgos vigentes en el mercado en el presente.
Esto es, dejando de lado el caso de Grecia y su potencial riesgo de quiebra, explican, los temores de los bancos se ha reducido de forma sustancial durante las últimas semanas.
Así, las pruebas de resistencia son meros simulacros de crisis, y nadie puede afirmar que sus resultados y su aplicación continua sean panacea para evitar futuras crisis dentro del sistema financiero internacional.
No obstante, se erigen como una nueva barrera a la tentación de tomar riesgos excesivos sin capital de sustento.
La banca internacional de los excesos enfrentará cada vez más restricciones.
Andrea Ornelas, swissinfo.ch
Los tests de resistencia son aplicados especialmente a los llamados bancos sistémicos, es decir, aquellos que son tan grandes que su fractura pondría en riesgo de quiebra a todo su sistema financiero.
Si un banco fracasa la prueba de resistencia está obligado a acudir a la iniciativa privada y al mercado en busca de financiamiento, aunque a un precio mayor que si su situación financiera fuera sana.
España fue el país que más bancos y/o cajas de ahorro sometió al Test del Estrés, con el 27% de los bancos participantes, seguida de Alemania con el 15% de las instituciones. Suiza aportó sólo el 3% de los bancos evaluados.
Los Tests del Estrés de julio de 2010 fueron aplicados a 91 bancos europeos, que representan 65% del sistema financiero del Viejo Continente.
Por Suiza, participaron UBS y Credit Suisse, que concentran la mitad de la actividad bancaria del país, a pesar de que la plaza financiera helvética consta de poco más de 300 bancos.
Las cajas españolas fracasaron la prueba fueron: Caixa Catalunya, Caja España, Caja Navarra/Burgos, Caixa Terrassa, Caja Sur.
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