Una de cada dos empresas suizas, en «jaque cambiario»
El franco suizo se ha apreciado 15% desde el pasado 1 de enero. Y en un intento fallido por frenar una revalorización que daña a las exportaciones, el banco central ha invertido 212.000 millones de francos.
En la antesala del 2011, la mitad de las compañías helvéticas enfrentan problemas a causa de la paridad cambiaria. El franco se confirma como la moneda refugio del Viejo Continente y Berna sabe que esto implicará un reto en los meses por venir.
Durante el último trimestre del 2010, una de cada dos empresas sufrió el impacto negativo de la apreciación del franco frente al euro y en 2011 el fenómeno se agudizará, reveló el Banco Nacional de Suiza (BNS).
Hace un año, solamente una de cada tres empresas experimentó dichos problemas, revela el Informe Financiero correspondiente al Cuarto Trimestre del 2010 publicado el pasado 24.12.
Las conclusiones del BNS se desprenden de una encuesta realizada durante la segunda quincena de diciembre entre 244 compañías que, por su talla y características, son representativas del sistema productivo suizo.
El sector manufacturero se confirma como el más afectado, 6 de cada 10 empresas han visto caer sus ventas a causa del franco fuerte.
Y los servicios se dibujan como el sector menos dañado, sólo tres de cada 10 empresas han visto afectada su evolución por razones cambiarias.
Nuevo histórico
Por otra parte, los balances del banco central confirman que entre el 1 de enero y el 30 de noviembre invirtió un total de 212.000 millones de francos suizos en reducir las presiones sobre la divisa helvética. Solamente como referencia: se trata de un monto dos veces superior al rescate total que la Unión Europea (UE) y organismos internacionales, como el FMI, han preparado para evitar el colapso de Irlanda.
El BNS ha destinado dichos recursos a través de un sofisticado mecanismo que, grosso modo, facilita la compra de euros, dólares y yenes en el mercado de dinero de modo que dicha demanda sobre otras divisas –provocada por el instituto central- otorgue un respiro al franco, y evite su apreciación sin pausa.
El último mes del año (21.12) marcó un nuevo dato histórico en la paridad entre la divisa europea y la moneda suiza, al demandar el mercado solo 1,2439 francos por cada euro.
Al respecto, Credit Suisse estima que la paridad actual se encuentra al menos 20 céntimos por debajo del nivel máximo que los exportadores pueden resistir sin ver afectado su margen de maniobra y su competitividad.
Visto en el terreno práctico, los productos suizos se han encarecido entre alrededor de 15% en solo nueve meses en el Viejo Continente, y dos tercios de las exportaciones suizas se dirigen hacia la zona euro.
Alerta permanente
Suiza está en alerta cambiaria desde el pasado 23.12. Ese jueves, el diario helvético Le Temps publicó que el BNS analizaba un escenario de crisis en donde la volatilidad y los mercados podrían llevar la paridad a 50 centavos de euro por franco.
“Una posibilidad presentada por el BNS ante el Consejo Federal”, citó el diario y según su versión, el banco central mantendría contacto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para aplicar medidas concertadas en caso de que la zona euro se desmoronara.
Consultado al respecto, el BNS declinó realizar comentarios, pero confirmó a swissinfo.ch que monitorea de forma permanente la evolución cambiaria. La misión fundamental del banco central es preservar la estabilidad de precios, pero es también de su interés promover un entorno económico sólido y sano, y esto implica también al mercado cambiario.
No obstante, en el terreno práctico, el banco central dispone de cada vez menos margen de acción. Las tasas de interés, una de sus principales herramientas de trabajo, no pueden ser tocadas por el momento.
Suiza mantiene su tasa de interés rectora (Libor a tres meses) cerca del cero, el nivel más bajo de la última década; lo que ha producido un repunte en la demanda de créditos hipotecarios. Un fenómeno que comienza a inquietar a los especialistas porque las tasas de interés bajas no serán una condición permanente, y una burbuja inmobiliaria al estilo de los subprime podría estarse gestando en Suiza durante esta coyuntura.
Parlamento y FMI en el tema
El Parlamento suizo también está atento a este tema, pero las dos cámaras no comparten su visión.
La Cámara Alta (Consejo de los Estados) apoyó durante la segunda semana de diciembre (08.12) una contribución extraordinaria de Suiza al Fondo Monetario Internacional (FMI), por 12.500 millones de francos suizos –que desembolsaría el BNS- para fortalecer el fondo que permitirá apuntalar a la zona euro si recibe nuevos embates de volatilidad que arriesguen su futuro.
La intención de Suiza no es altruista. Si la zona euro cae, la economía helvética será una de las primeras víctimas.
Sin embargo, la moción no es apoyada por el Consejo Nacional, que rechaza en principio dichos apoyos, y ha encomendado a su Comisión de Política Exterior revisar el tema a partir del 10 de enero.
En principio, las manufacturas y el sector turístico se confirman como las dos ramas productivas más amenazadas por la apreciación del franco, según el Ministerio suizo de Economía (DFE). Y en el terreno político, aunque sus visiones son completamente distintas, tanto la derecha radical de la UDC como el Partido Socialista, coinciden en la necesidad de diseñar un plan de acción por parte del gobierno.
Dudas que deberán aclararse durante el primer bimestre del 2011, ya que el 28 de febrero próximo es la fecha límite para que Suiza resuelva ante el gemelo de Breton Woods si aportará recursos extraordinarios para blindar a la zona euro. Y los resultados del sector exportador en 2010, que se conocerán durante enero, serán el fiel de la balanza que lleve a Suiza hacia la acción directa o a una posición conservadora en la escena internacional.
El gobierno suizo consideró a mediados de diciembre (13.12), que el banco central había hecho ya todo cuanto podía para contener la apreciación del franco, vía intervenciones masivas en el mercado de divisas. Y el Ministerio de Finanzas agregó que “Suiza debía prepararse para vivir la presión alcista de su moneda mientras la crisis europea no se resolviera”.
Suisse Tourisme estima que la afluencia de turistas alemanes a Suiza durante el periodo invernal 2010-2011 se reducirá 5% como resultado de la apreciación del franco suizo.
Los temores sobre el impacto que tendrá la apreciación del franco sobre el comercio exterior suizo se confirman. De acuerdo con la Administración Federal de Aduanas (AFD) las exportaciones retrocedieron 3,4% durante noviembre del 2010, una tendencia que se confirmará en diciembre y enero.
El Instituto de Investigación Coyuntural de Zúrich, KOF, estima que las exportaciones suizas avanzarán 3,2% (la mitad del ritmo registrado este año) debido al tipo de cambio.
Su homólogo de Basilea,BAK, pronostica, por su parte, que las ventas al exterior avanzarán sólo 3,6% en 2011, por la misma causa.
La Unión Sindical Suiza (USS) ha solicitado al banco central que diseñe una nueva estrategia para evitar el desplome del euro frente al franco suizo.
Estima que a partir de una tasa de cambio de 1,30 francos suizos por euro, la economía helvética se coloca en una situación dramática, considerando que 62% de las exportaciones helvéticas se dirigen hacia la Unión Europea (UE).
Propone al BNS aplicar un impuesto a las transacciones financieras con objeto de frenar la especulación.
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