Una plataforma de contactos crucial para Suiza

Estricta vigilancia desde el tejado de un hotel durante el WEF 2001. Keystone

Cuatro miembros del Gobierno helvético participan en el Foro Económico Mundial (WEF) de Davos. Esa delegación fuerte refleja la importancia del Foro para Suiza.

La cita facilita los contactos con la crema y nata de la política y economía mundiales.

Más de 2.000 representantes del mundo de la economía y la política, de organizaciones no gubernamentales y medios informativos de un centenar de países participan en la trigésimo tercera edición del Foro Económico Mundial (WEF) de Davos.

Una oportunidad ineludible

El Consejo Federal (gobierno) y los representantes de la economía suiza no pueden desaprovechar esta oportunidad. Los ministros Micheline Calmy-Rey (Asuntos Exteriores), Joseph Deiss (Economía), Kaspar Villiger (Finanzas) y Pascal Couchepin (Interior y actual presidente de la Confederación Helvética) se desplazan a Davos.

Un ejemplo de las oportunidades que brinda el WEF es que el 25 de enero la nueva jefa de la diplomacia suiza, Micheline Calmy-Rey, se entrevistará con su homólogo estadounidense Colin Powell.

«El WEF es interesante para Suiza por varias razones, sobre todo, porque ofrece a los políticos suizos la posibilidad de sostener numerosas reuniones bilaterales en un breve lapso de tiempo», subraya Livio Zanolari, portavoz del Ministerio helvético de Asuntos Exteriores.

Zanolari enumera la lista de contactos bilaterales que mantuvo hace tres años el entonces ministro de Exteriores, Joseph Deiss, en tan sólo dos días.

Foro abierto a las críticas

«Con el WEF, Suiza ofrece una plataforma de diálogo sobre los grandes temas y problemas mundiales abierta a personas que representan intereses divergentes», agrega Livio Zanolari.

En su opinión, no se necesita acudir a un ‘antiForo’ para escuchar opiniones críticas. Las discusiones pueden ser críticas también en el seno del WEF, puntualiza.

De hecho, este año los organizadores del Foro han decidido dar un espacio central a las posiciones críticas, ya que el lema de la edición 2003 es: ‘restablecer la confianza’. No cabe duda de que el WEF no hace caso omiso de la pérdida de confianza que se manifiesta en la sociedad.

Escasa representación de PYMES

Al igual que en muchos otros países, son pequeñas y medianas empresas (PYMES) las que constituyen el sector económico en Suiza. Por esa razón son escasos los ejecutivos helvéticos que acuden a Davos, ya que los miembros habituales del WEF son, ante todo, las multinacionales.

Entre las grandes empresas suizas figura Novartis. «Novartis es miembro del WEF desde hace muchos años», precisa Satoshi Sugimoto. Para el portavoz del grupo farmacéutico helvético, el WEF es una plataforma de diálogo importante y útil, «pese a que es imposible resolver todas las cuestiones candentes en un plazo tan breve.»

Nestlé es otra multinacional suiza que participa en el WEF. Según su portavoz, François-Xavier Perroud, Davos es una cita ideal. «El programa es interesante año tras año y, además, el WEF es una ocasión única para sostener reuniones que, de no ser en Davos, serían imposibles por razones de agendas repletas», explica.

Una opinión que comparte el primer banco suizo, el UBS. «El WEF representa una plataforma que permite cuidar los contactos y las relaciones con nuestros clientes en un marco informal», señala su portavoz Monika Dunant. «Es por ello que, desde hace varios años, solemos enviar una delegación numerosa a Davos», explica.

swissinfo, Elvira Wiegers (Traducción: Belén Couceiro)