Varios países advierten de «obstrucción» en negociación sobre contaminación por plástico
Decenas de países advirtieron el domingo que un puñado de naciones bloquean las negociaciones en torno a un novedoso tratado internacional sobre la contaminación por plásticos, que se acercan a su fin con la amenaza de algunos de retirarse por la falta de compromiso de otros.
Desde el lunes, cerca de 200 países están representados en la ciudad surcoreana de Busan tratando de acordar un tratado mundial destinado a combatir la omnipresencia contaminante de los plásticos en el agua, en alimentos, en océanos y en el cuerpo humano.
Pero los esfuerzos topan con varios puntos de discordia, en particular la idea de reducir la producción de nuevos plásticos y la eliminación progresiva de químicos que son componentes del plástico y se sospecha son perjudiciales para la salud.
«Nos preocupa la continua obstrucción de los llamados ‘países afines'», declaró a periodistas la ministra francesa de Energía, Olga Givernet, en referencia a un grupo de naciones, en su mayoría productoras de petróleo.
Givernet habló en una conferencia de prensa junto a otros delegados, como los de Panamá y Fiyi, que llamaron a los responsables del bloqueo a «retirarse» de las negociaciones.
Más de 100 países apoyan adoptar metas para cortes en la producción de plástico y decenas respaldan también desfasar algunos químicos y productos plásticos considerados innecesarios.
Sin embargo, Estados Unidos y China, dos de los mayores productores mundiales de plástico, no eesutvieron en la conferencia de prensa en la que se urgió mayor ambición.
Además, una decena de países, en su mayoría productores petroleros entre los que figuran Rusia y Arabia Saudita, se oponen a los cortes en la producción.
El resultado es que el proyecto de tratado se mantiene plagado de visiones contradictorias. Y la frustración entre las delegaciones no hace sino aumentar.
«La inmensa mayoría de delegados aquí quieren un tratado ambicioso», dijo el jefe de la delegación panameña, Juan Carlos Monterrey Gómez.
«Si no hay reducción de producción, no hay tratado. No podemos dejar que unas pocas voces muy ruidosas echen por tierra el proceso», añadió.
– Votación, ¿sí o no? –
Una opción discutida es que la presidencia de la negociación promueva la votación del acuerdo por encima de las objeciones, lo que amenaza con alientar a los países opuestos y dificultar la adopción posterior del tratado.
Pero la jefa de la delegación mexicana, Camila Zepeda, dijo no apoyar la convocatoria a una votación.
«Tenemos esperanza en un consenso. El proceso multilateral es lento pero existe la posibilidad de contar con la masa crítica para avanzar», declaró a AFP
Igualmente, el delegado alemán Sebastian Unger señaló que muchos países prefieren evitar una votación porque «tendrías que dejar afuera a muchos países importantes que quieres tener de tu lado».
Esta frustración es palpable en la llamada Coalición de Alta Ambición (HAC, por sus siglas en inglés), una alianza internacional de países, entre ellos muchos latinoamericanos, comprometidos con alcanzar objetivos ambiciosos en temas ambientales.
La delegada portuguesa Maria Joao Teixeira indicó que hay temores reales de un colapso y de tener que extender las deliberaciones en otro sitio.
«Realmente estamos intentando evitar un tratado débil», expresó.
El tema urge porque actualmente el 90% de los plásticos no se está reciclando. Si se mantiene la tendencia actual, la producción se triplicará para el año 2060.
Las organizaciones ambientalistas han animado a los países más ambiciosos a celebrar una votación si la negociación sigue bloqueada, y afirman que naciones como Arabia Saudita y Rusia no ofrecieron compromisos durante las conversaciones. Ninguna de estas delegaciones respondió por otro lado a las preguntas de la AFP.
«Un puñado de gobiernos (…) están mirando atrás y se niegan a tomar las medidas necesarias para que todos avancemos», argumentó Graham Forbes, de Greenpeace.
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