Francia cede a Costa de Marfil la última base militar que ocupaba en el país africano
Abiyán, 20 feb (EFE).- Costa de Marfil tomó este jueves oficialmente el control de la última base militar francesa que quedaba en el país africano, en un contexto marcado por la retirada de la mayoría de las tropas galas que estaban presentes en diferentes países de África occidental en los últimos años.
Con el izamiento de la bandera verde, blanca y naranja marfileña, Francia cedió en una solemne ceremonia el control de la base militar de Port-Bouët, cerca de Abiyán, capital económica del país africano, que ocupaba desde 1978 el 43º del Batallón francés de Infantería de Marina (BIMA).
«Este acto marca una nueva etapa en las relaciones de amistad y cooperación estratégica entre nuestras dos naciones», declaró el ministro de Defensa marfileño, Téné Birahima Ouattara.
Por su lado, el ministro francés de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, afirmó que «Francia no desaparece, Francia transforma su presencia», al definir este momento como «histórico».
La retirada de los soldados se desarrollará de manera progresiva durante este año 2025, si bien alrededor de ochenta efectivos franceses permanecerán en la base para tareas de formación y acompañamiento.
El presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, anunció el pasado mes de enero la «retirada concertada y organizada de las tropas francesas» de su país.
Así, se convirtió en la última excolonia francesa en sumarse a la salida forzosa de las tropas galas en los dos últimos años, después de Burkina Faso, Mali y Níger, países gobernados por sendas juntas militares.
En los últimos meses, también se ha sumado a esa tendencia Chad, que anunció el pasado noviembre de 2024 que ponía fin a su acuerdo de cooperación en seguridad y defensa con la exmetrópoli.
La presencia militar francesa continuará, sin embargo, en Gabón y Yibuti, países que de momento no han cambiado su posición respecto a los soldados galos.
El pasado abril, el Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció también la retirada de la mayoría de tropas que tenía desplegadas en Chad y el vecino Níger para combatir el yihadismo en el Sahel.
Esta salida militar se ha producido en paralelo a la creciente influencia rusa sobre estas naciones, sobre todo en Burkina Faso, Níger y Mali.
Así, potencias occidentales como Francia y EE.UU. compiten ahora por mantener su influencia en otros países de la región con valores más afines. EFE
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