Francia frena la implantación del nuevo etiquetado Nutriscore por las notas a los quesos
París, 6 mar (EFE).- La ministra de Agricultura de Francia, Annie Genevard, reconoció este jueves que se ha negado a firmar la instrucción para aplicar el nuevo sistema de etiquetado Nutriscore por estar en desacuerdo con la nota que se dan ciertos productos lácteos, como el queso Roquefort y la leche desnatada.
«Todavía no he firmado, no sé qué margen hay para corregir los efectos negativos» del nuevo etiquetado, dijo la conservadora Genevard en una intervención en el Senado, en alusión a la mala nota del Roquefort, considerada una de las banderas de la gastronomía francesa.
La ministra también criticó que la leche desnatada y otros productos lácteos hayan resultado degradados en el nuevo sistema de evaluación de Nutriscore.
Mientras países como Bélgica o Alemania han aplicado el etiquetado actualizado desde 2024, los productos franceses que voluntariamente adoptaron esta notación en 2017 en forma de semáforo, que va del verde (A) para los productos más saludables al rojo (E) para los menos, todavía no lo han hecho.
Del antiguo sistema se había criticado que ciertos cereales de desayuno tuviesen la nota mejor mientras el aceite de oliva obtenía una calificación mediocre, asuntos corregidos por el nuevo algoritmo puesto en marcha por un grupo de científicos europeos liderados por la Universidad 13 de París-Bobigny.
Aunque el etiquetado es voluntario y se aplica solo en Francia, Alemania, Bélgica, España, Países Bajos, Luxemburgo y Suiza, la Comisión Europea (CE) anunció un plan para implantarlo en todos los países de la UE por incitar a que el consumidor compre productos más saludables, con menos grasas, azúcares y sal.
Sin embargo, la presión de gobiernos como el italiano de Giorgia Meloni está retrasando la puesta en marcha del nuevo Nutriscore.
Su impulsor, el doctor francés Serge Hercberg, lamentó que se tomen decisiones como las del Gobierno francés que «van en contra de las evidencias científicas» y que se pliegan a los intereses de la industria agroalimentaria. EFE
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