Francia y el G5 Sahel apoyan al nuevo régimen de Chad en el funeral de Idriss Déby
Los mandatarios de Francia y de los países del Sahel prometieron este viernes, durante el funeral de Idriss Déby Itno, apoyar a la junta militar dirigida por el hijo del difunto presidente de Chad, un país aliado en la lucha contra los yihadistas.
Idriss Déby Itno, que lideró a su país durante 30 años, murió el martes a los 68 años debido a las heridas padecidas durante una operación militar contra los rebeldes en el norte del país.
El hijo del difunto mariscal Déby, Mahamat Idriss Déby, general de cuatro estrellas a los 37 años y hasta entonces comandante de la Guardia Republicana, es el nuevo hombre fuerte de Chad, rodeado por 14 de los más fieles generales de su padre.
Dispone de plenos poderes, pero prometió nuevas instituciones tras elecciones «libres y democráticas» en un año y medio.
Para muchos opositores que son víctimas regularmente de intimidación y violencia, esta toma de poder no es más que un «golpe de Estado institucional».
Durante 30 años, «miles de chadianos» han sufrido «una represión terrible», escribe el viernes la Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH), que llama a la Unión Africana (UA) y a Francia «a hacer todo lo posible» para «una transición dirigida por un gobierno civil lo antes posible».
Poco antes de los funerales, Emmanuel Macron y los cuatro jefes de Estado del llamado G5 Sahel –que formaron junto a Chad una fuerza militar apoyada por París para combatir a los yihadistas– expresaron al joven general Déby su «apoyo común al proceso de transición cívico-militar para la estabilidad de la región».
Además de Chad, los otro cuatro países del llamado G5 Sahel que han formado una fuerza militar antiyihadista apoyada por Francia son Malí, Níger, Burkina Faso y Mauritania.
Desde su llegada al poder por las armas en 1990, el fallecido Idriss Déby siempre contó con su aliado francés, ex potencia colonial que instaló en Yamena el cuartel general de su fuerza antiyihadista Barkhane en el Sahel.
Chad forma parte de una región convulsa. Enclavado entre Libia, Sudán y República Centroafricana, entre otros, es un factor de peso en la guerra contra los yihadistas en el Sahel.
En febrero de 2019, rebeldes chadianos que entraron desde Libia con la intención de derrocar a Déby, fueron frenados por tropas francesas.