Fuga de combustible pone en riesgo la operación de la principal hidroeléctrica de Ecuador
Guayaquil (Ecuador), 22 mar (EFE).- Una fuga de combustible registrada este sábado en el poliducto Shushufindi – Quito, en la provincia amazónica de Napo, pone en riesgo la operación de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la más grande de Ecuador, según informó el Ministerio de Energía y Minas.
La fuga de derivados de petróleo afectó al río Coca, cuyo caudal alimenta a Coca Codo Sinclair, por lo que personal de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) y de la estatal Petroecuador trabajan en la colocación de una barrera flotante sobre este río, con el objetivo de evitar que la mancha de combustible afecte a la infraestructura civil de la principal hidroeléctrica del país.
El Ministerio dijo que la hidroeléctrica, que aporta 1.100 megavatios de potencia al sistema eléctrico nacional, está operativa, pero que en las próximas horas se tomaría la decisión de sacarla o no de operación, con el objetivo de «proteger su infraestructura electromecánica».
«No obstante, a pesar de las posibles intenciones detrás de este atentado, no habrá racionamientos de cortes energéticos. En caso de que Coca Codo Sinclair entre en mantenimiento, las termoeléctricas y barcazas garantizarán el suministro de energía a todo el país», señaló el Ministerio.
«Celec rechaza cualquier intento de afectar, a propósito, la infraestructura del Estado», agregó, y anunció que la empresa iniciará medidas legales para «salvaguardar la infraestructura eléctrica del país».
Ecuador sufrió de cortes de electricidad entre septiembre y diciembre de 2024, que oscilaron entre las dos y las catorce horas, debido a sequías en los ríos que alimentan a sus principales plantas.
El pasado jueves, la ministra de Energía, Inés Manzano, ya había hablado de que un supuesto «sabotaje» estaba detrás de la rotura en la tubería de uno de los principales oleoductos del país, ubicado en la provincia costera de Esmeraldas, declarada en emergencia tras el suceso.
Dijo que informes de Inteligencia señalaban que la rotura en el Sistema de Oleoductos Transecuatoriano (Sote), que provocó un derrame de crudo de grandes dimensiones que afectó a varios ríos, “había sido algo provocado. «Es un sabotaje», precisó.
Y alertó de que el supuesto sabotaje no terminaba con el Sote, sino que tenían información de que podrían terminar afectados el Sistema Integrado Papallacta, que provee de agua potable a gran parte de la población de Quito, y otros tres ríos del país. EFE
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