Georgia recurrió al abuso policial y a las amenazas para reprimir a oposición, según HRW
Moscú, 16 ene (EFE).- El abuso policial y las amenazas a los opositores, los resultados de las controvertidas elecciones parlamentarias y la suspensión de las negociaciones con la Unión Europea (UE) marcaron el pasado año un «grave retroceso» de los derechos humanos en Georgia.
«Georgia dio un importante paso atrás en materia de derechos humanos en 2024», denunció Human Rights Watch (HRW) en su informe anual, al señalar que la situación se vio agravada por numerosos casos de represión política y policial contra la oposición.
HRW denunció que «en múltiples ocasiones, durante manifestaciones especialmente numerosas frente a la sede del Parlamento, la policía utilizó gases lacrimógenos, cañones de agua y gas pimienta para dispersar a los manifestantes, en su mayoría no violentos», al citar al menos un caso de uso de balas de goma.
Acusó a la policía de arrestar «a cientos de personas por delitos menores» y a los tribunales de imponer multas tras juicios exprés.
De 182 detenidos encuestados, 93 denunciaron malos tratos, indicó la ONG.
Además, «cientos de activistas y sus familiares, incluidos niños, recibieron repetidas llamadas telefónicas anónimas con amenazas (…) una acción aparentemente coordinada» de acoso e intimidación de las autoridades, sostuvo HRW.
Esta campaña, que incluyó «carteles en varias ciudades con imágenes de líderes de grupos no gubernamentales y periodistas críticos, llamándolos traidores y enemigos», arrancó antes de la aprobación de la polémica ley «Sobre la transparencia de la influencia extranjera» y siguió a lo largo del año.
La ONG se detuvo particularmente en esta ley, que impone «requisitos de informes onerosos, intrusivos y redundantes, y permite a las autoridades exigir datos personales sensibles a organizaciones e individuos».
Esta norma, cuyo incumplimiento es penado con multas máximas de 25.000 lari (9.300 dólares estadounidenses), fue criticada por la Comisión de Venecia, mientras que la ONU, el Consejo de Europa y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) instaron a derogarla.
La ONG también arremetió contra la aprobación, con el pretexto de «proteger los valores familiares y a los niños», de otra ley discriminatoria contra lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LGBT) que restringe los derechos a la educación, salud, libertad de expresión y reunión pacífica.
La aprobación de estas leyes facilitó al partido gobernante Sueño Georgiano adjudicarse la victoria en las elecciones parlamentarias de octubre, calificadas de amañadas por la oposición, la presidenta Salomé Zurabishvili y los grupos de observadores independientes, señaló HRW.
En particular, los defensores de DDHH indicaron que «el voto secreto se vio comprometido en un 24 %» en estos comicios debido «al impacto de las leyes recientemente aprobadas en las libertades fundamentales y la sociedad civil».EFE
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