Los recortes suizos debilitan una Ginebra internacional bajo presión

A partir de 2025, Suiza eliminará parcialmente sus contribuciones al Programa de las Naciones Unidas sobre el VIH (ONUSIDA), a la UNESCO y a la Alianza Mundial para la Educación. Se prevén además recortes importantes para UNICEF, PNUD y ONU-Mujeres. Afp Or Licensors

Suiza tomó la decisión de recortar algunas de las contribuciones que dirige a organizaciones internacionales activas en Ginebra, como el ONUSIDA y la UNESCO. Una decisión que se produce justo cuando Estados Unidos ha suspendido su ayuda exterior. En la capital de la paz reina un clima de profunda incertidumbre. 

«Es un golpe duro, y en un momento especialmente inoportuno, simultáneo a la suspensión de la ayuda estadounidense», lamenta Christine Stegling, directora ejecutiva adjunta de la división de Políticas, Sensibilización y Conocimiento de ONUSIDA.

A finales de enero, el programa de las Naciones Unidas sobre el VIH, con sede en Ginebra, recibió la noticia de que Suiza dejaría de pagar las contribuciones destinadas a esta organización a partir de 2025, lo que equivale a 3 millones de francos suizos.

«Compensar esta pérdida será difícil porque todo el sector de la ayuda al desarrollo está experimentando un choque sistémico», destaca. La Dirección de Desarrollo y Cooperación (DDC) de Suiza también determinó eliminar sus contribuciones a la UNESCO, y a la Alianza Mundial para la Educación.

Y se prevén otros recortes significativos, especialmente en los presupuestos de UNICEF (-25 % de las contribuciones suizas), del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, -20 %) y de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres, -20 %). Adicionalmente, Suiza pondrá fin a sus programas de desarrollo para Albania, Bangladesh y Zambia a finales de 2028.

Todas estas medidas se producen como resultado de una decisión del Parlamento tomada en diciembre del 2024, que determinó recortar 110 millones de francos al presupuesto de 2025 y 321 millones de francos consagrados a la cooperación para el desarrollo en el plan financiero 2026-2028.

Estas medidas forman parte, a su vez, de un vasto programa de ahorro externoEnlace externo anunciado por el Consejo Federal (Gobierno) el otoño pasado que busca reforzar la financiación del ejército. Se asignarán fondos adicionales para la reconstrucción de Ucrania (1.500 millones de francos) y para la financiación internacional de la lucha contra el cambio climático (1.600 millones).

Vulnerabilidad ante Donald Trump

En Ginebra, estos anuncios atizan un clima de incertidumbre general exacerbado por el presidente estadounidense Donald Trump tras decidir la suspensión de la ayuda exterior durante un periodo de tres meses para la reevaluación de proyectos. Un anuncio que se produjo al mismo tiempo que las Naciones Unidas enfrentan una crisis de liquidez sin precedentes.

Al igual que muchas organizaciones con sede en Ginebra, ONUSIDA depende en gran medida de las contribuciones estadounidenses, que representan el 40 % de su presupuesto.

«Ahora, debemos prepararnos para la llegada de dramáticas medidas de ahorro y adaptar nuestras actividades a una financiación que posiblemente se reducirá», dice Christine Stegling (directora ejecutiva adjunta de la división de Políticas, Sensibilización y Conocimiento de ONUSIDA).

«En todas las naciones en las que trabajamos, las clínicas de VIH, desprovistas de reservas, se ven obligadas a cerrar sus puertas mientras aguardan una decisión por parte de Estados Unidos», subraya, «son las personas más vulnerables las que pagan el precio más elevado».

¿Más infecciones por VIH?

Aunque se congratula de la exención que hizo Estados Unidos en el caso de los tratamientos vitales, que incluyen las pruebas de detección, Stegling se inquieta por la interrupción de los esfuerzos de prevención, en particular la distribución de preservativos y el tratamiento preventivo PrEP.

«Congelar esta financiación estadounidense provocará un inevitable incremento de las infecciones por VIH», teme.

Por parte de Suiza, las autoridades federales justifican la supresión de las contribuciones a ONUSIDA argumentando que desean concentrar sus esfuerzos de lucha contra el VIH en el trabajo que realizan la OMS y el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, basado en Ginebra.

Christine Stegling no acepta este argumento. Explica que Suiza es el único país que trabaja directamente a escala nacional involucrando a las comunidades afectadas. «El Fondo Mundial y el Pepfar (programa estadounidense de lucha contra el VIH) dependen de los datos que recopilamos sobre el terreno», añade. «Sabemos cómo erradicar el VIH de aquí al 2030. Así que retirarnos ahora es irresponsable, corremos el riesgo de perder 30 años de progreso. Es una enfermedad infecciosa que afecta a la seguridad sanitaria mundial y nacional. No se puede poner una pandemia en pausa», añade.

Educación y cultura, también en riesgo

La educación y la cultura también se verán afectadas por las nuevas medidas de austeridad. A partir de 2025, la Dirección de Desarrollo y Cooperación (DDC) dejará de suministrar contribuciones a la Alianza Mundial para la Educación y a la UNESCO. Asimismo, las contribuciones para UNICEF, el fondo de la ONU para la infancia, también se reducirán en una cuarta parte.

La Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) ha anunciado su intención de «abandonar gradualmente las acciones llevadas a cabo en el ámbito de la educación básica» para dar prioridad a la formación profesional y a la educación en situaciones de emergencia. UNICEF declinó responder a las preguntas que le hicimos sobre el tema.

Con respecto al recorte de fondos helvéticos para la Unesco, el anuncio se produjo apenas unos días antes de que el presidente estadounidense Donald Trump firmara un decreto que retiraba a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos y tomaba la decisión de «revisar la implicación estadounidense en la Unesco».

Durante su primer mandato, Trump ya había cerrado la puerta a esta agencia de la ONU dedicada a la educación, la ciencia y la cultura. ¿Preocupa a la organización una posible nueva retirada de Estados Unidos que podría traer consigo otro tipo de desvinculaciones?

El portavoz de comunicación de la Unesco se manifiesta sereno. «El compromiso financiero de nuestros socios multilaterales y privados no ha dejado de aumentar, con una duplicación de estas contribuciones en los últimos 8 años».

Sobre los recortes suizos, en particular, la Unesco destaca que solo se verán afectadas las llamadas «contribuciones voluntarias», es decir, una parte de los fondos asignados por Suiza. «Estas reducciones afectarán algunas de nuestras operaciones, en particular las de la Oficina Internacional de Educación con sede en Ginebra, pero movilizaremos a otros actores para minimizar su impacto», expresa la organización.

En Ginebra, la cuenta regresiva ya inició. A finales de 2024, los expertos habían alertado sobre el riesgo de que la capital de la paz perdiera su influencia en la escena internacional. Las autoridades locales no tardaron en reaccionar: el miércoles 12 de febrero, el Consejo de Estado de Ginebra anunció una ayuda de emergencia de 10 millones de francos para las organizaciones no gubernamentalesEnlace externo. Pero la Ginebra internacional aún contiene la respiración porque aguarda la evaluación estadounidense que arrojará resultados a finales de abril.

Texto revisado por Pauline Turuban. Adaptado del francés por Andrea Ornelas / CW