Por qué la OTAN abre una oficina en Ginebra

La oficina de enlace de la OTAN estará situada en la Casa de la Paz, al lado de la sede europea de la ONU. KEYSTONE/Martial Trezzini

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) abrirá una oficina de enlace en Ginebra este año a más tardar. Esta decisión está causando preocupación sobre la neutralidad suiza y la reputación de la ciudad como “capital de la paz”. SWI swissinfo.ch explica lo que está en juego.

En octubre del año pasado, el grupo mediático suizo TamediaEnlace externo anunció que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) –cuyos 32 países miembros están más unidos desde que Rusia invadió Ucrania– quería abrir una oficina en Ginebra.

Más tarde se confirmó la noticia. En julio, la OTAN y el Consejo Federal (Gobierno) firmaron un acuerdo para establecer una oficina de enlace de la alianza en Ginebra. No obstante, la perspectiva de la llegada a suelo neutral suizo de una alianza política y militar con sede en Bruselas ha suscitado controversias en Suiza. Aquí le explicamos lo que está en juego.

¿Qué es una oficina de enlace?

Las autoridades helvéticas subrayan que la presencia de la OTAN en Suiza se limita a una oficina de enlace que permitirá a la alianza defensiva desarrollar sus contactos con las organizaciones establecidas en Ginebra, entre ellas Naciones Unidas (ONU). Sin embargo, insisten en que la oficina no se ocupará de las relaciones bilaterales de la OTAN con la Confederación Suiza.

La OTAN mantiene oficinas similares en Viena, Austria, y en Nueva York, EE.UU., dos sedes importantes de la ONU. Una vez que se haya establecido la oficina en Ginebra y que esté operando, a lo largo de este otoño, la alianza tendrá una oficina de enlace en cada una de las principales sedes de la ONU, a excepción de Nairobi, en Kenia.

La organización se alojará en el Centro de Política de Seguridad de Ginebra (GCSP, por sus siglas en inglés), una fundación internacional que ofrece formación en distintas áreas de la promoción de la paz y la seguridad y que se encuentra en la “Casa de la Paz”, en el corazón del barrio internacional. Se contratará a una sola persona.

¿Por qué Ginebra?

Ginebra es una de las principales sedes de la diplomacia multilateral y se sitúa a la vanguardia de la gobernanza en áreas como el desarme y el derecho internacional humanitario, que establece las normas de guerra.

La sede europea de la ONU y la de varias de sus agencias especializadas se encuentran en la ciudad, entre ellas las de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) también tiene su oficina central en Ginebra.

Por lo tanto, es un lugar estratégico para la alianza noratlántica, que lleva colaborando desde hace muchos años con la ONU en operaciones de preservación de la paz. Por ejemplo, ha participado en operaciones militares bajo el mandato de la ONU en Bosnia y Herzegovina, Afganistán y Libia.

Desde Ginebra, la OTAN podrá relacionarse con diplomáticos de casi toda la comunidad internacional, que está representada en la ciudad suiza con más de 180 países. También podrá interactuar con las 750 organizaciones no gubernamentales establecidas aquí, de las cuales algunas son activas en áreas como la seguridad o el desminado.

En una entrevista concedida a la radio pública suiza RTSEnlace externo, David Sylvan, profesor emérito del Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales y del Desarrollo, cree que la creación de esta oficina es “un indicio entre otros de que la OTAN está empezando a reorganizarse. Y no sólo, como su nombre lo indica, en el norte del Atlántico, sino también en África y Asia”.

La expansión tiene por objetivo contrarrestar la influencia creciente de Rusia y China en estos dos continentes. En los últimos años, varios países, que no son miembros de la alianza, como Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, asistieron a la cumbre anual de la OTAN. El año pasado, la organización del tratado también aireó la idea de abrir una oficina de enlace en Tokio, una propuesta que finalmente descartó.

Los socios de la OTAN en Europa están preocupados por las elecciones presidenciales de EE.UU. en noviembre de 2024. Temen un posible retorno del expresidente Donald Trump, por su actitud crítica hacia la organización y el apoyo estadounidense a Ucrania. A principios de este año, el candidato republicano dijo que “animaría” a Rusia a atacar cualquier miembro de la OTAN que no cumpliera los objetivos de gasto militar fijados por la organización. El potencial impacto de una segunda presidencia de Donald Trump sobre la oficina de la alianza en Ginebra sigue siendo una incógnita.

¿Cuestiona la oficina de enlace la neutralidad de Suiza?

La apertura de una oficina de la OTAN en Ginebra ha desatado la controversia. Tanto los políticos de la izquierda como de la derecha conservadora argumentan que el establecimiento de la organización militar en Suiza va en contra de la neutralidad del país. En su opinión, también existe el riesgo de que la reputación de la ciudad como “capital de la paz” se pueda ver perjudicada. 

Pero el Consejo Federal cree que la OTAN reforzará la posición de Ginebra como centro de debates sobre cuestiones relacionadas con la política de seguridad. El Gobierno afirma que la decisión es compatible con la neutralidad de Suiza, puesto que la Ley del Estado anfitrión –el marco legal que regula las relaciones entre el gobierno y las instituciones que acoge en su territorio– trata la OTAN como cualquier otra organización intergubernamental.

Políticos del centro y de la derecha creen que albergar una sede de la alianza defensiva se ajusta a la reputación de Ginebra como lugar acogedor abierto al mundo. Sostienen que la presencia de la OTAN reforzará la cooperación internacional en asuntos relacionados con la paz y la seguridad.

El Grupo por una Suiza sin Ejército, una organización no gubernamental de corte antimilitarista, teme que la decisión del gobierno sea una vía indirecta para presionar al parlamento con el fin de aprobar un futuro ingreso del país en la OTAN, una posición que está lejos de contar con el apoyo unánime del parlamento.

¿Se está acercando Suiza a la OTAN?

La guerra en Ucrania ha dado un nuevo impulso a la alianza militar, de la que el presidente francés Emmanuel Macron dijo, en 2019, que se encontraba en un estado de “muerte cerebral”. La agresión rusa empujó a países no alineados o neutrales, como Finlandia y Suecia, a incorporarse como nuevos miembros a la organización.

La cuestión de un posible acercamiento también se planteó en Suiza. El país helvético no es un Estado miembro de la OTAN, aunque participa desde 1996 en la Asociación por la Paz, que la alianza creó en colaboración con terceros países. Un contingente del Ejército suizo está desplegado en el Kosovo como parte de las fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz (KFOR) instituidas por la OTAN bajo el mandato de la ONU.

En aras de una colaboración más estrecha con la alianza, Viola Amherd, la ministra de Defensa y actual presidenta de la Confederación, encargó a un grupo de expertos para que ofreciera propuestas sobre el futuro de la política de seguridad suiza.

El informe se publicó a finales de agosto. En él se recomienda una cooperación más estrecha con la OTAN y la UE, y una aplicación más flexible de la política de neutralidad. La comisión también recomienda aumentar el presupuesto del ejército al 1% del PIB para 2030. La Unión Democrática de Centro (UDC/derecha conservadora) ha criticado duramente el informe, que supondría según el partido «el fin de la neutralidad suiza». La izquierda, por su parte, cree que sería un «gran error» gastar dinero en la preparación de un ataque convencional contra Suiza, que se considera de bajo riesgo.

Texto editado por Virginie Mangin/sj

Texto adaptado del inglés por Antonio Suárez Varela / Carla Wolff