Gobernador cifra en más de 80 los muertos por conflicto entre guerrillas en Colombia
Cúcuta (Colombia), 19 ene (EFE).- Los enfrentamientos entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las FARC en la región colombiana del Catatumbo (noreste) han causado más de 80 muertos, más de 20 heridos y miles de personas desplazadas, informó este domingo el gobernador del departamento de Norte de Santander, William Villamizar.
«Hoy en día tenemos un resultado que es muy triste, más de 80 personas asesinadas, más de 20 heridos, personas que ha tocado sacarlas de la región por vía aérea para poder salvar su vida», manifestó el gobernador en Cúcuta, capital del departamento.
En esas tareas ha intervenido el Ejército, que este domingo informó de que «en medio de las confrontaciones entre el ELN y las disidencias de las FARC», mediante una operación de asalto aéreo, militares «lograron ingresar a un área confinada» en el caserío de La Gabarra (Tibú) y rescatar a «un líder social y un familiar que estaban siendo perseguidos por integrantes del ELN».
La guerra del ELN contra las disidencias de las FARC, que comenzó el pasado jueves, ha provocado además el éxodo de miles de campesinos, principalmente hacia las cabeceras urbanas de Cúcuta, Ocaña y Tibú, ciudades de Norte de Santander, departamento al que pertenece el Catatumbo, e incluso algunas han pasado la frontera selvática hacia Venezuela.
El Catatumbo es una región pobre y montañosa de Norte de Santander formada por los municipios de Ábrego, Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú, en donde diversos grupos armados ilegales se disputan el control territorial, de los cultivos de coca y de los corredores para el narcotráfico.
La Defensoría del Pueblo había señalado anoche que en estos enfrentamientos «alrededor de 60 personas han muerto de manera violenta en Convención, Ábrego, Teorama, El Tarra, Hacarí y Tibú. Entre las personas asesinadas se encuentran 7 firmantes de paz y el líder Carmelo Guerrero de la Asociación por la Unidad Campesina del Catatumbo (Asuncat)».
Miles de confinados y desplazados
Según el gobernador, también hay «personas confinadas» en los distintos municipios del Catatumbo, «buscando la posibilidad de un corredor humanitario para poder salir, y personas que se están desplazando hacia Ocaña, hacia Tibú y hacia Cúcuta».
Villamizar señaló que a Tibú «han llegado cerca de 2.500 desplazados» y que otros 2.000 están albergados en el coliseo Argelino Durán Quintero y en otros puntos de Ocaña, a los que se suman más de mil en Cúcuta.
«Y lo que pudimos conocer es que de Teorama y de otros municipios van a llegar por lo menos 3.000 más, es decir que llegando al lunes vamos a tener cerca de 5.000 desplazados en ese municipio (Ocaña)», manifestó.
Villamizar agregó que «niños, niñas, jóvenes, adolescentes, familias completas están llegando sin nada, montados en camiones, volquetas, motos, en lo que puedan, a pie, para evitar ser víctimas de este enfrentamiento».
Ese éxodo ha sido documentado por las propias víctimas, que han subido a las redes sociales imágenes de sus travesías desde las zonas rurales hasta las áreas urbanas en busca de protección en una región dominada por las guerrillas y en la que hasta el Ejército tiene dificultades para entrar.
Villamizar señaló que están ante «un panorama bastante difícil y complejo» pues la situación obligó a declarar la alerta amarilla en el sector de la salud «para atender los heridos y los desplazados».
También «se han cancelado las clases en toda la región del Catatumbo que comenzaban este lunes 20 de enero», agregó el funcionario.
El gobernador envió un mensaje al ELN y a las disidencias de las FARC, a quienes pidió «habilitar caminos humanitarios» porque hay «gente que debe salir del conflicto».
El presidente colombiano, Gustavo Petro, que el viernes visitó Tibú, anunció la suspensión de los diálogos de paz con el ELN, al que acusó de cometer «crímenes de guerra» en el Catatumbo y del que dijo que no tiene «ninguna voluntad de paz».
La negociación está suspendida hasta que el ELN definitivamente decida «caminar hacia la paz» porque «este país no aguanta más estos vaivenes», explicó por su parte la jefa de la delegación del Gobierno en los diálogos, Vera Grabe. EFE
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