El partido Semilla: de la protesta anticorrupción a un paso de gobernar Guatemala

David Toro Escobar

Ciudad de Guatemala, 7 jul (EFE).- La agrupación política Movimiento Semilla, que nació durante la lucha anticorrupción de 2015 vivida en Guatemala, está a un paso de convertirse en el primer gobierno socialdemócrata del país, tras asombrar a propios y extraños con su pase a la segunda vuelta electoral del próximo 20 de agosto.

Aunque muchos países en Latinoamérica han girado a gobiernos progresistas, la situación en Guatemala parecía imposible ya que durante los últimos 30 años sus gobernantes siempre se han aliado a élites vinculadas a la corrupción, guiando al país a un círculo vicioso en las elecciones de cada cuatro años.

Ninguna encuesta o experto predijo los inesperados resultados de los comicios del pasado 25 de junio, en los que Bernardo Arévalo de León, un académico y progresista, logró el segundo puesto con más de 600.000 votos, cuando los sondeos lo colocaban en octavo lugar.

«El rechazo al sistema político corrupto» y «un electorado joven» fueron dos de las claves trascendentales para su triunfo, según aseguró a EFE en una entrevista dos días después de su victoria.

UN PARTIDO CONSOLIDADO EN LAS CALLES

Inicialmente, la agrupación Semilla surge en 2014 como un grupo que se reunía semanalmente para analizar la situación política y social de Guatemala, fundado por el economista y exministro de Economía Juan Alberto Fuentes Knight, el sociólogo Edelberto Torres Rivas y el mismo Arévalo de León.

Un año después, los escándalos de corrupción, investigados por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), pusieron contra las cuerdas al Gobierno del general Otto Pérez Molina (2012-2015) y despertaron en aquel grupo de académicos la necesidad de pasar del análisis a la protesta.

Fue entonces cuando muchos de sus miembros protagonizaron las históricas manifestaciones del 2015 que llevaron a la caída de Pérez Molina por corrupción y que fortalecieron a Semilla con el apoyo de líderes estudiantiles universitarios, académicos, analistas y políticos de izquierda.

Su actual secretario general y jefe de su bancada en el Congreso, Samuel Pérez Álvarez, era uno de aquellos líderes juveniles que pasaron de protestar en la plaza a trabajar para crear un nuevo partido político.

De acuerdo con algunos de sus miembros activos, la decisión de convertirse en partido surge al darse cuenta de que la protesta era necesaria para fiscalizar y exigir, pero que se necesitaba ejercer el poder para generar cambios.

«Perseguimos gobernar a través de una nueva forma de hacer política que privilegie la ética, las ideas, la transparencia, la democracia interna, el conocimiento técnico y el sentido humano», advierten entre sus principios básicos como agrupación política.

EL PRIMER INTENTO EN 2019

Tras consolidarse como partido, Semilla se lanzó en busca de la presidencia en los comicios de 2019 de la mano de la exfiscal general del Ministerio Público (MP, Fiscalía) Thelma Aldana, quien junto a la Cicig había encabezado durante años el desmantelamiento de muchas estructuras de corrupción en Guatemala.

Sin embargo, los partidos conservadores reaccionaron y las autoridades electorales decidieron que Aldana no podía participar por no contar con todos los requisitos.

La lucha contra la corrupción en Guatemala se fue por los suelos y más de 50 personas entre fiscales, jueces y periodistas tuvieron que salir al exilio.

Pese a no participar por la presidencia, Semilla logró en 2019 siete de los 160 escaños del Congreso, incluida la diputación de Arévalo de León, quien ahora está por disputar la presidencia contra la exprimera dama Sandra Torres Casanova, de la Unidad Nacional de la Esperanza, que se impuso en la primera vuelta.

LA EXPLOSIÓN EN LOS COMICIOS DE 2023

Para las elecciones del pasado 25 de junio, las esperanzas de Semilla eran pocas según los sondeos, pero la agrupación política arrasó en las zonas urbanas y logró colocar 23 diputados en el Congreso, formando la fuerza de oposición más grande de las últimas dos décadas.

Ello pese a llevar a cabo una campaña alejada de las formas tradicionales de impactar en la población, con los mismos candidatos pintando sus carteles y organizando rifas para generar más promoción, de la mano del uso de redes sociales en el último trimestre, especialmente Tik Tok.

El golpe acertado por Semilla en las elecciones del pasado 25 de junio ha generado grietas en los círculos de poder en Guatemala que, según advierte el mismo Arévalo de León, están en alarma y van a intentar a toda costa no perder poder dentro del país centroamericano.

Arévalo de León asegura que la lucha contra la corrupción será su principal prioridad en caso de ganar la segunda vuelta electoral el 20 de agosto, lo que le permitiría ser investido el próximo 14 de enero de 2024, una década después de aquellas reuniones en una librería donde se creó el partido. EFE

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