Guatemala se presenta en Fitur con los barriletes y orgullosa de su pasado

Madrid, 23 ene (EFE).- Guatemala, orgullosa de su artesanía y herencia maya, presentó este jueves su estand en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) 2025 de Madrid con una amplia muestra de barriletes, reconocidos como patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco el año pasado.

El ministro de Turismo, Harris Whitbeck, dijo a EFE que Guatemala llevó los barriletes a su expositor en Fitur como expresión de su patrimonio y de la relación del turismo con las comunidades indígenas.

De vivos colores, intricadas formas geométricas y fabricados con papel, los barriletes son cometas características de un festival que se celebra en el pueblo de Sumpango durante el 1 de noviembre, día de Todos los Santos.

«Los barriletes expresan una conexión muy profunda y espiritual con los antepasados, que se vuelan para conectarse con los que ya se fueron; es una tradición entrañable, única y decidimos honrarla y a los artesanos que los trabajan», explicó.

Algunas de las creaciones expuestas tienen más de cuatro metros de diámetro y volaron sobre Guatemala en años anteriores, como dan cuenta las marcas que presentan, que el ministro describió como «heridas de guerra».

Puesto que el pasado ancestral maya está «muy presente» en la cultura del país, el ministro resaltó la artesanía guatemalteca como «herramienta de comunicación» para «cambiar la narrativa» sobre el país, del que no se habló como destino turístico en el pasado.

En el expositor de Guatemala también se encontraba Julio Roberto Asturias, un artesano que confecciona barriletes desde hace treinta años, y explicó a EFE la historia de estas cometas.

Según la creencia, cuando dios daba permiso a las almas de los difuntos para visitar a los familiares vivos, venían acompañadas de «espíritus malos».

Los barriletes se hacían volar para que se impregnaran de los malos espíritus y, cuando bajaban al suelo, se les prendía fuego para purificar y eliminarlos.

Más allá de las leyendas, Asturias resaltó la importancia de estos objetos como «vínculos de las familias», que se pasaban de abuelos a hijos y a nietos para mostrar «la tradición que encierra una historia». EFE

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