Hace 50 años los combatientes palestinos en Jordania sufrían su «Septiembre Negro»
El 17 de septiembre de 1970, el ejército jordano lanzó una ofensiva masiva para recuperar el control de territorios en manos de combatientes palestinos. Ese sangriento «Septiembre Negro» conducirá a la eliminación de la resistencia palestina del reino hachemita.
– Radicalización –
La derrota de los ejércitos árabes frente a Israel, que se apodera de Cisjordania en junio de 1967, despierta la resistencia palestina.
Yaser Arafat, elegido en 1969 al frente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), agrupa a unos 40.000 combatientes palestinos en Jordania, país que alberga a cientos de miles de palestinos refugiados desde la creación de Israel en 1948.
Creando un «Estado dentro del Estado», los fedayines se instalan en campos de entrenamiento y bases militares, desde donde lanzan operaciones contra Israel. Reina la inseguridad y hay tiroteos a menudo en Amán.
El rey Huséin, que tiene dificultades para controlar a algunas unidades de su ejército, escapa con lo justo a varias emboscadas de los fedayines.
Durante el veranos boreal de 1970, Egipto y Jordania aceptan un plan estadounidense basado en la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU que implica un reconocimiento del Estado de Israel. Los palestinos lo rechazan.
– Sangrienta represión –
A principios de septiembre de 1970, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) de Georges Habash secuestra cinco aviones de línea. Tres son forzados a aterrizar en pleno desierto jordano. Decenas de pasajeros son llevados por la fuerza y los aviones dinamitados.
El 17, el rey, preocupado por la estabilidad de su trono, ordena a su ejército de 50.000 hombres destruir las bases de los fedayines en Amán.
Los tanques ingresan en el centro de la ciudad, los campos de refugiados de la periferia y los centros de entrenamiento palestinos.
Al día siguiente, los combates se extienden a Irbid, Zarka y Ar Ramtha (norte), bombardeadas por la artillería pesada de las tropas del reino.
El 20, Siria interviene en apoyo de los fedayines y envía blindados al norte del reino, lo que obliga al ejército jordano a luchar en dos frentes.
El 23, los periodistas bloqueados hasta ese momento en un hotel que domina Amán y sus alrededores, descubren una capital «golpeada».
«Ningún barrio salió ileso. Todas las casas tienen rastros de los combates, algunas fueron destruidas por un obús, otras alcanzadas por ráfagas de armas pesadas», escriben los periodistas de la AFP. «El campo palestino de Wahdat, en Amán, cuartel general del FPLP, no es más que un amasijo de escombros humeantes».
Los combates dejan 3.000 muertos entre los combatientes palestinos, y los soldados y los civiles jordanos, según Amán. Para la OLP, las víctimas son decenas de miles.
– Los fedayines eliminados del reino –
El 27 de septiembre, tras varios días de reuniones de dirigentes árabes en El Cairo, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser logra, 24 horas antes de su muerte, un acuerdo entre el rey Huséin y Yaser Arafat. Los últimos rehenes detenidos por el FPLP son liberados dos días más tarde.
Pero nada está resuelto aún porque el compromiso alcanzado en la capital egipcia otorga a miles de fedayines el derecho de permanecer en Jordania y continuar sus actividades. En enero y marzo de 1971 se registran nuevos enfrentamientos.
La eliminación de los combatientes palestinos del reino se hará de manera progresiva, bajo el mandato del nuevo primer ministro Wasfi Tall.
En julio de 1971, los últimos fedayines son expulsados fuera de Jordania. El Líbano se convierte en su principal base.
«Era inevitable, porque eran ellos o nosotros», dirá más tarde el soberano hachemita.
El rey Huséin y Yaser Arafat se reconciliarán, pero la desconfianza entre ambos nunca desaparecerá.
– Toma de rehenes de Múnich –
El 28 de noviembre de 1971, Wasfi Tall es asesinado en El Cairo por un comando palestino, en un golpe que marca el nacimiento de la organización «Septiembre Negro».
Este grupo reivindicará muchas operaciones. La más espectacular y recordada de ellas será la toma de rehenes de atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich.
Ese 5 de septiembre de 1972, ocho miembros de «Septiembre Negro» irrumpen en la villa olímpica, matan a dos atletas israelíes y secuestran a otros nueve, con la esperanza de intercambiarlos contra más de 200 prisioneros palestinos.
La intervención de los servicios de seguridad alemanes se salda con la muerte de los nueve atletas, un policía de Alemania Occidental y cinco secuestradores.