Harris y Martin miran a los independientes ante el recelo de los partidos minoritarios
Javier Aja
Dublín, 2 dic (EFE).- Los dos grandes partidos irlandeses, en vías de reeditar la coalición de centroderecha, contemplan incluir a un puñado de independientes para llegar a la mayoría, ante los recelos de las formaciones minoritarias por su debilidad, según reflejó este lunes la recta final del lento recuento de las elecciones generales del viernes.
Cuando se habían adjudicado hoy 170 de los 174 asientos que componen el Dáil (cámara baja), el centrista Fianna Fáil de Micheál Martin sumaba 46 diputados, por los 38 del democristiano Fine Gael del primer ministro, Simon Harris, y los 37 del izquierdista Sinn Féin de Mary Lou McDonald, líder de la oposición.
Las primeras proyecciones ya apuntaron el sábado que Martin ganaría estas elecciones, lo que confirmó el recuento final de primeras preferencias de voto, que le otorgó el 21,86 %, frente al 20,80 % de los conservadores y el 19,01 % de los republicanos.
A las tres grandes formaciones les seguían el Partido Socialdemócrata y los laboristas con 11 cada uno, mientras que los verdes se quedarán definitivamente con un único diputado -tenían 12- para confirmar un desastre electoral derivado del desgaste que han sufrido tras casi cinco años en el Gobierno de Dublín.
A partir del traspaso de sufragios entre partidos que permite el complejo sistema electoral irlandés, el Fianna Fáil y el Fine Gael se acercarán a los 88 escaños que dan la mayoría al final del recuento, previsto para este lunes o el martes.
Martin y Harris están dispuestos a regresar al Ejecutivo tras poner fin en 2020 a una rivalidad que se remonta a la Guerra Civil (1922-1923), desde la que se ha repartido ininterrumpidamente el poder en este país, si bien sus políticas son prácticamente indistinguibles, según sus críticos.
La apuesta imposible del Sinn Féin
Por su parte, McDonald, superará los 37 escaños que obtuvo entonces, cuando fue el partido más votado pero se quedó a uno de los centristas y no pudo formar gobierno ante la falta de apoyos en el espacio progresista, la misma coyuntura en la que se encuentra ahora.
A la izquierda del Fianna Fáil y Fine Gael aparecen ahora como posibles socios los socialdemócratas y laboristas, quienes miran a unos ecologistas devorados para plantearse la conveniencia de sostener a un Ejecutivo dominado por Martin y Harris.
En este sentido, la presidenta del Sinn Féin, antiguo brazo político del IRA, avanzó hoy que ha contactado con las líderes laborista y socialdemócrata, Ivana Bacik y Holly Cairns, respectivamente, para efectuar un «primer intento» de formación de gobierno.
Bacik ya advirtió este domingo que su prioridad es construir «una plataforma en la izquierda» antes de hablar con Martin y Harris, pues sabe que gran parte de sus bases, pese a la prosperidad económica, les culpan de la grave crisis de la vivienda, el deterioro de los servicios públicos o el coste de la vida, los asuntos más destacados de la pasada campaña.
Cairns ha señalado que su formación desempeñará un «papel importante» en el próximo Dáil, ya sea en el Gobierno o en la oposición, por lo que prefiere aún esconder sus cartas.
La realidad, según los analistas, es que estos partidos de la izquierda moderada irlandesa afrontan un posible negociación con Martin y Harris con muy pocas bazas y escasas perspectivas de tener peso en la coalición.
En ese escenario, varios independientes ya se han ofrecido como socios y aunque suelen ser diputados con agendas muy locales e intereses centrados en asuntos y problemáticas relacionadas con sus circunscripciones, son una opción apetecible para centristas y democristianos.
Un primer ministro rotatorio
La atención de los dos grandes partidos también está centrada en su diferencia final de escaños, ya que si ésta es significativa, Martin podría postularse como único jefe de gobierno en el futuro Ejecutivo de coalición.
Desde algunos sectores del Fine Gael ya se ha advertido de que esa será un «condición muy difícil» de asumir para su partido.
Fianna Fáil y Fine Gael rotaron el puesto de ‘taoiseach’ (primer ministro) en la pasada legislatura, con Martin al frente en la primera mitad del mandato y Leo Varadkar en la segunda, hasta que dimitió el pasado abril para dar paso a Harris.
Su popularidad se disparó tras convertirse en el primer ministro más joven de Irlanda, lo que le llevó a convocar estas elecciones anticipadamente, pero una serie de traspiés durante la campaña le sitúan ahora como el peor valorado de los tres líderes. EFE
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