Adviento y Navidad en Suiza
Casi 80% de la población en Suiza se prepara en el Adviento para conmemorar la llegada del Mesías cristiano.
Buen tiempo en Navidad para poner en práctica la exhortación de San Pablo «Acogeos unos a otros», indica el sacerdote Miguel Blanco, de la Misión católica española en Suiza.
La nieve y el frío han aparecido desde principios de mes en las montañas y valles de Suiza para conceder el deseo de los niños y de los mayores de tener una Navidad blanca en sus hogares.
En Berna, cientos de lucecitas adornan las calles. No falta el mercado navideño frente a la catedral.
Los mercadillos de artesanías forman parte del ambiente previo a Navidad en casi todas las ciudades suizas y europeas.
En Berna se instala todos los días previos a la Noche Buena frente a la catedral y ahora es extendido hacia la concurrida Waisenhausplatz (Plaza del Orfelinato).
Los visitantes -abrigados de pies a cabeza-, disfrutan del ambiente único que se respira en los pasillos del pequeño mercado, mientras algún cantante ofrece melodías navideñas y chocolates a cambio de algunas monedas.
Los productos en venta van desde ropa para muñecas, especias, té, infusiones exóticas y candelabros hasta muñecos de tela para formar los pesebres navideños, así como especialidades de panecillos y dulces del país.
Escenas que se reproducen en Zúrich, Ginebra, Lausana o Basilea con numerosos puestos de golosinas o figuras alusivas a la época, mientras el vino caliente reconforta ante las bajas temperaturas.
Las dos grandes religiones cristianas en Suiza
Época de reflexión, de caridad, de recogimiento en Suiza y tiempo en el que la iglesia, dividida desde tiempos de la Reforma, llama a sus fieles a prepararse para celebrar un aniversario más del nacimiento de Jesús.
El peso social de las iglesias protestante y católica-romana ha disminuido considerablemente en la vida cotidiana de Suiza en las últimas décadas, pese a que ocho de cada diez personas en este país profesan alguna religión de raíces cristianas.
Si bien el protestantismo es una de las confesiones mayoritarias, con más de dos millones y medio de fieles, el catolicismo romano, con más de tres millones de seguidores, se coloca en primer sitio en la lista de religiones en Suiza.
En términos porcentuales, y de acuerdo a las cifras de la Oficina Federal de Estadísticas de Suiza, el 35% de la población es protestante, mientras que los adeptos a los preceptos del Vaticano ocupan el 42%.
Cabe decir que la influencia de la inmigración contribuye a una ligera supremacía del catolicismo en Suiza: la mitad de la comunidad extranjera – poco menos de 700.000 residentes-, son fieles a los mandatos del Papa.
Mensaje navideño desde Suiza al mundo
Los datos oficiales indican que unos 80.000 residentes en Suiza hablan español y profesan la religión católica. Una cifra que no incluye al número indeterminado de personas de habla hispana que no tienen en regla su documentación de estancia dentro de las fronteras helvéticas.
Esa comunidad resulta una de las más necesitadas de su apoyo, indica a swissinfo el padre Miguel Blanco, de la Misión católica española, quien asegura que «hoy más que nunca hay que poner en práctica la exhortación de San Pablo a los romanos: ‘acogeos unos a otros».
«El mensaje de Cristo ‘Paz en la Tierra a todos los hombres de buena voluntad’ es tan actual como nunca, como hace dos mil años; y con esto de la movilidad quizá más todavía. Por eso nuestra actitud debe ser de brazos abiertos para acoger al hermano que viene de afuera; y es acogerlo de una manera tan cristiana como si fuera el mismo Jesús», afirma el sacerdote en su mensaje navideño.
En las celebraciones litúrgicas en español que realiza en diversas comunidades del cantón mayoritariamente católico de Friburgo, el 60% de los fieles provienen de España, mientras que el otro 40% ha llegado de Latinoamérica, y por supuesto, algunos suizos se unen a las ceremonias.
«Hermanos en la lengua y en la religión»
«La Iglesia desde el principio acompañó a los inmigrantes españoles que llegaron a Suiza desde finales de los años 50. Se establecieron las misiones de lengua española en todas las ciudades y cantones», introduce.
Sin embargo, de unos 170.000 españoles que se encontraban en Suiza entre las décadas de los 70 y 80, la cifra ha disminuido a alrededor de 75.000 españoles.
«Desde hace diez años -cuando la inmigración española empezó a disminuir-, apareció una nueva que se está consolidando: los fieles que vienen de toda América Latina, que con la globalización aumentarán, mientras disminuirán los españoles por su edad y porque ya no vienen», explica.
Este cambio ha extendido la idea primera de la misión católica española, para dar servicio religioso a esta comunidad extraeuropea, «hermanos en la lengua y en la religión».
En ese contexto, por ejemplo, en las festividades del mes se ha incluido la celebración dirigida a la Virgen de Guadalupe, patrona de las Américas, el domingo previo al doce de diciembre.
Una de diversas manifestaciones impulsadas por la inmigración americana, que le han significado al padre Blanco una renovadora fuente de energía, un «descubrimiento positivo» y una nueva forma de evangelización:
«Nosotros, los europeos -quizá ya muy influenciados por la presión laica-, habíamos perdido esa religiosidad popular que nos han vuelto a traer. Es una especie de reconversión».
Turrón y polvorones
La inmigración no sólo ha enriquecido el espíritu de la comunidad religiosa, sino que también ha introducido sus tradiciones gastronómicas.
En Berna, por ejemplo, la tienda española de comestibles Losada es un punto de referencia para adquirir los turrones y polvorones ibéricos, tradicionales de la época y «que compran tanto los extranjeros como los suizos», comenta Raquel Losada, hija de la pareja Losada, que desde hace unos 25 años ofrece los productos de su tierra natal en la capital helvética.
Lo que más se vende para la Noche Buena y la Navidad: «Cabrito, almejas frescas y otros productos del mar, entre ellos, las gambas, las cigalas, las vieiras, los bueyes de mar, la merluza, los calamares, la rosada, los mejillones, el pulpo y el lenguado.»
Y por supuesto, el vino tinto de Rioja, «el que más conoce la gente de aquí» o, para gustos más exigentes, el Ribera del Duero, de Castilla-León o el Albariño, de Galicia.
Para regalar, el brandy español y el cava catalán, son de los más apreciados y, además, el segundo es un producto que se encuentra en primera fila en los supermercados de todo el país.
De esta forma, la influencia española se suma al mosaico de tradiciones traídas a Suiza del exterior para celebrar la fiesta más importante de la comunidad cristiana, además de la Pascua.
Continúa en MÁS SOBRE EL TEMA con: ‘La tradición navideña en los hogares de Suiza’ y ‘Los mercados navideños adornan las calles’
swissinfo, Patricia Islas Züttel
En Suiza el 25 de diciembre es un día feriado.
Un hecho que otorga mayor peso al festejo entre familia el día de Navidad, que en Noche Buena.
Cerca de 8 de cada diez habitantes de Suiza profesa una religión de raíces cristianas.
42% de la población es católica.
32% protestante.
En las últimas dos décadas las dos religiones principales de Suiza han perdido más del 15% de sus adeptos.
Muy lejos queda en tercer sitio la religión musulmana (4%)
Las calles principales de pueblos y ciudades se adornan de tenues luces en esta temporada.
Los mercados navideños aparecen y con ellos también el vino caliente para quitar el frío del cuerpo.
El sacerdote español Miguel Blanco tiene más de 3 décadas en Suiza.
A través de los micrófonos de swissinfo envía su mensaje navideño desde Suiza al mundo.
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