El diálogo suizo con el Islam, también en Teherán
Una delegación del Grupo de Trabajo 'Islam' de la Conferencia Episcopal Suiza se encuentra este lunes en Irán. Su objetivo: promover el diálogo interreligioso.
Esta visita se produce luego de que una delegación iraní visitara Suiza en septiembre pasado. Las cuestiones políticas, dejadas de lado en la agenda de los representantes religiosos.
La delegación compuesta por diez personas del Grupo de Trabajo ‘Islam’ (GTI) permanecerá en Irán hasta el 24 de abril próximo. Su viaje responde a una invitación de la Organización sobre la Cultura Islámica ‘Culture and Relations Organization’, (ICRO).
Esta institución iraní visitó Suiza durante algunos días en septiembre de 2005. Durante su estancia, la delegación pudo familiarizarse con la realidad religiosa en Suiza. Ahora toca el turno al Grupo de Trabajo suizo ‘Islam’.
La delegación está dirigida por su presidente, Monseñor Pierre Bürcher, obispo auxiliar de la Diócesis de Lausana, Ginebra y Friburgo.
swissinfo: ¿Cuál es el programa de la visita?
Monseñor Pierre Bürcher: El objetivo no es político, sino religioso y cultural. En efecto, nosotros continuamos el camino del diálogo, iniciado en septiembre pasado con la ICRO sobre el tema de las minorías religiosas y los derechos de las religiones.
En lo que respecta a los detalles del programa, los encargados son nuestros anfitriones iraníes. Por nuestra parte, solicitamos poder reunirnos en Irán con las autoridades de la Iglesia Católica y visitar a las comunidades cristianas del país.
También querríamos tener contacto con los representantes de la comunidad judía en Irán.
swissinfo: Justamente, ¿Qué suerte les depara a las minorías cristiana y judía en Irán?
P. B: Objetivamente, y sin conocer aún la realidad de esas minorías, me parece juicioso no emitir conclusiones prematuras. Podremos hablar al respecto a nuestro regreso.
swissinfo: En Occidente, Irán parece ser, junto con Afganistán, uno de los países más retrógrados y más represivos en materia religiosa. ¿Irán es una buena contraparte para establecer el diálogo interreligioso?
P.B.: Irán tiene una importancia primordial actualmente, no solamente dentro de sus fronteras, sino también ante su influencia en el exterior. Esas circunstancias nos han llevado a seguir la pista del diálogo en ese país.
No ignoramos ni las amenazas estadounidenses que hacen referencia al programa nuclear, ni el informe de Amnistía Internacional que declara que en Irán «las minorías religiosas y étnicas son perseguidas». De lo que se trata es que seamos visitantes atentos y que pongamos en práctica los preceptos del Papa Juan XXIII, iniciador del Concilio Vaticano: «Mirarse sin provocase, encontrarse sin temer, conversar sin comprometerse».
La desconfianza ‘a priori’ es una mala consejera.
swissinfo: Uno de los objetivos del diálogo con el Islam es ayudar a resolver cuestiones que se producen en el contexto suizo. No obstante, la gran mayoría de los musulmanes en Suiza son sunitas, mientras que Irán tiene un predominio chiíta…
P.B: Que un país tenga mayoría chiíta o sunita no modifica el hecho de que su fundamento religioso, el Corán, es el mismo. Por consecuencia, las relaciones con los no musulmanes son análogas.
Todos los musulmanes son contrapartes potenciales del diálogo entre las comunidades islámicas y cristianas. Además, nuestro Grupo de Trabajo ‘Islam’, de la Conferencia Episcopal Suiza, persigue el diálogo interreligioso, pero sin limitarse a los grupos mayoritarios. ‘In situ’, nos interesamos particularmente en la situación de las minorías cristianas y judías.
swissinfo: diálogo está muy bien, pero ¿sobre qué bases? ¿Cuáles son los grandes temas en los que los musulmanes y los cristianos se pueden encontrar? E inversamente, ¿cuáles son los puntos de fricción que no deben ser rebasados? ¿Hay temas tabú que no pueden ser abordados?
P.B.: Esta pregunta cubre los puntos imprescindibles de todo diálogo intercultural e interreligioso.
Actualmente nos encontramos introduciendo lo que el Concilio Vaticano había proclamado proféticamente hace más de 40 años, exhortando a los cristianos y a los musulmanes a olvidar el pasado y a esforzarse sinceramente en la comprensión mutua, y a «proteger y promover juntos -para todos los hombres- la justicia social, los valores morales, la paz y la libertad».
Para nosotros no se trata de analizar todas las dificultades que puedan encontrarse entre el Islam y el Cristianismo, sino de construir puentes de respeto y de comprensión con respecto al otro.
Sin intención alguna de disminuir la importancia actual del diálogo a escala cultural e interreligiosa, el diálogo más bello entre creyentes seguirá siendo siempre el de la amistad.
swissinfo; Olivier Pauchard
(Traducción del francés: Patricia Islas)
En Suiza crece la comunidad musulmana.
En 1990 representaba el 2,2% de la población.
En 2000, el 4,3%.
La mayoría de sus miembros son sunitas y provienen de la península de los Balcanes y de Turquía.
Ciertas de sus reivindicaciones provocan controversia entre la sociedad suiza.
Algunas de ellas: la edificación de espacios separados en cementerios, la construcción de minaretes o, en las piscinas, la separación entre hombres y mujeres.
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