El obispo en el desierto
Un capuchino suizo se convierte en obispo de Arabia. Nombrado por Juan Pablo II, Paul Hinder será el pastor de 1,3 millones de inmigrantes católicos en la región.
Sin duda alguna la misión que asumirá en la Península Arábiga requiere sensibilidad y tacto.
Para los hermanos capuchinos sigue siendo el padre Paul. Los otros lo llamarán monseñor: Paul Hinder, originario del cantón Turgovia, es sacerdote, doctor en Teología y padre capuchino.
Pertenece a la orden que se ocupa de los cristianos en la Península Arábiga desde el siglo XIX, una región que tiene una superficie de más de tres millones de kilómetros cuadrados y que reagrupa a los Emiratos Arabes Unidos, Bahrain, Qatar, Arabia Saudí, Omán y Yemen.
Islam: religión de Estado
Paul Hinder trabajará en una zona donde el Islam es religión de Estado, la libertad de culto es limitada y la evangelización de la población una misión prohibida.
Los cristianos que viven en la península son trabajadores extranjeros que provienen, sobre todo, de India, Filipinas, Irak o los territorios palestinos.
“No me siento todavía preparado para comentar esta nueva situación. Sólo puedo decir que el Corán otorga una posición privilegiada tanto el judaísmo como el cristianismo por ser religiones basadas en las Santas Escrituras.”
Pero eso no ocurre en todos los países y el obispo Hinder es consciente de ello. Abu Dhabi no es Arabia Saudí, Omán no es Yemen: “Debemos aceptar la situación tal como es. Puede ser una tarea difícil, pero también un estímulo para tomarla más en serio.”
Un nombramiento complicado
Paul Hinder no conoce las razones que motivaron su nombramiento. Pero una cosa es cierta: el teólogo es un gran conocedor del mundo árabe. Durante siete años fue el responsable de su orden para Oriente Medio y Oriente Próximo.
Esta actividad le permitió viajar regularmente a esas regiones, de las que conoce tanto los países como a su gente.
“Dadas las difíciles condiciones que reinan en la zona, el obispo tenía que ser europeo, porque los visados y permisos se conceden con mayor facilidad a los europeos”, explica Hinder.
“También el hecho de dominar varios idiomas ha debido influir en la designación”, afirma a swissinfo el nuevo obispo, en la víspera de su partida a la Península Arábiga.
Por el momento Paul Hinder no habla árabe, pero ya se ha informado sobre la posibilidad de matricularse en un curso. ¿Tendrá tiempo para estudiar?
“El primer año es una especie de aprendizaje episcopal. Hasta asumir la plena responsabilidad del vicariato seré solamente obispo auxiliar”.
Relaciones tensas
Las relaciones entre el mundo occidental e islámico se han deteriorado desde los atentados del 11 de septiembre,
“Muchos países árabes consideran a Occidente – y también a los cristianos – su enemigo. Pero creo que hay también muchas personas que piensan de forma diferente.”
Cabe recordar que el predecesor de Paul Hinder, monseñor Bernardo Gremoli, y el mismo Pontífice han adoptado una posición muy diferenciada con respecto a los países árabes.
La Iglesia Católica, por ejemplo, condenó la guerra en Irak y se refirió en múltiples ocasiones a los problemas que viven Oriente Medio y Oriente Próximo.
Un puente entre dos culturas
Justicia, paz y alegría: es el lema que acompaña al obispo capuchino. “Para mí es importante contribuir con mi trabajo a fomentar la justicia, sentar las bases para un buen diálogo -también con Europa- y tender, dentro de mis posibilidades, un puente entre las culturas.”
Monseñor Hinder no se considera un especialista del Islam. “Ahora tendré que profundizar mis conocimientos.”
Subraya además que, al igual que la mayoría de los europeos, tiene una visión muy parcial del mundo árabe.
Conservar, reforzar, actuar
Mantener la unidad de la Iglesia, brindar apoyo a los seres humanos, reforzar la fe: son las tareas que Paul Hinder se propone asumir, tanto en el ámbito de la asistencia a los hermanos capuchinos como en la vida cristiana diaria.
“El obispo no es sólo un coordinador, sino que debe ser también quien estimule a la gente. Todos (los feligreses) son inmigrantes de diferentes culturas y lugares, con sus necesidades específicas. Es importante que sientan que Dios quiere el bien para todos.”
Necesidad detrás de la fachada
Paul Hinder es consciente de que en un país como los Emiratos Arabes Unidos no todos son millonarios y establece una comparación entre el estado árabe y Suiza.
“Vista desde fuera, Suiza es para muchos el país de los sueños, una isla de oro. Pero tras un minucioso análisis uno se percata de que, detrás de la fachada del bienestar, se esconden también la necesidad y la indigencia. Y entonces se ven las cosas de forma diferente.”
swissinfo, Brigitta Javurek
(Traducción: Belén Couceiro)
Paul Hinder tiene 61 años
Fue nombrado obispo el 31 de enero pasado en Abu Dhabi
En la ceremonia estuvieron presentes 6.000 feligreses
El vicariato apostólico de Arabia comprende los Emiratos Arabes Unidos, Arabia Saudí, Omán, Yemen, Bahrein y Qatar.
Unas 21 parroquias, con 40 sacerdotes, 30 monjas y numerosos laicos conforman el vicariato 21.
Brinda asistencia a los inmigrantes que muchas veces trabajan en condiciones abusivas, en el ámbito social, jurídico y financiero.
La orden de los capuchinos, una rama de los Hermanos Menores, fue fundada en 1525 y se inspira en la vida de San Francisco de Asís.
Se llaman ‘capuchinos’ por la forma piramidal de la capucha de su hábito.
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