Escuela Politécnica de Lausana, 50 años de excelencia
La Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) ha lanzado oficialmente las festividades que marcarán su 50 aniversario. En medio siglo, la EPFL ha hecho muchos avances y descubrimientos científicos, algunos de los cuales tienen un alcance global.
A lo largo del año se prevén diversos actos para celebrar esos cincuenta años. La mayoría de aquellos dirigidos al público en general tendrán lugar en otoño, como las jornadas de puertas abiertas los días 14 y 15 de septiembre, con la asistencia de unos 30 000 visitantes, y la jornada científica el 18 de octubre.
Nuevo logo
Para el lanzamiento simbólico de su aniversario, la EPFLEnlace externo ha adoptado una nueva identidad visual. Simple y sofisticado al mismo tiempo, su nuevo logotipo se centra en las cuatro letras ‘EPFL’ y el color rojo que simboliza a Suiza.
“Queríamos encarnar una escuela suiza joven, altamente dinámica, exploratoria y tecnológica, con influencia internacional. En resumen, una empresa emergente que ha crecido rápidamente y se acerca a la edad adulta”, explica Martin Vetterli, presidente de la EPFL.
También fue inaugurada una nueva ágora para la ocasión. Esta estructura, abierta a todos, acogerá también espectáculos, teatro y música.
Una larga historia
La EPFL nació de una iniciativa privada que reunió a once estudiantes en la Escuela Especial de Lausana en 1853. Cambió de nombre varias veces antes de convertirse en la Escuela Politécnica de la Universidad de Lausana.
Pero el gran punto de inflexión se produjo el 1 de enero de 1969, cuando el emplazamiento de Lausana se transformó en la Escuela Politécnica Federal. El Parlamento aprobó por unanimidad la creación de una segunda Escuela Politécnica (la primera es la de Zúrich) en 1968.
En 50 años, la EPFL ha visto su campus mudarse y expandirse, su número de estudiantes multiplicarse por 10, su influencia extenderse internacionalmente y en Suiza, con la creación de centros en Ginebra, Friburgo, Neuchâtel y Valais.
Éxitos
La EPFL es regularmente clasificada entre las 25 mejores universidades del mundo. Se han hecho en ella muchos descubrimientos, algunos de los cuales han llevado al reconocimiento internacional o al éxito comercial. Citemos, en particular:
El ratón informático (finales de los años 1970): desarrollado en el laboratorio de Jean-Daniel Nicoud, el ratón suizo se ha impuesto gracias a que su diseño ergonómico fue integrado desde el principio. Esta invención llevó a la creación de Logitech, que hoy en día cuenta con 9 000 empleados en todo el mundo.
El robot Delta (1985): inventado por Reymond Clavel de Vaud en la EPFL, se ha convertido en un estándar industrial, especialmente para la colocación de pralinés en cajas.
Las células de Grätzel (1991): destinadas a la producción solar de electricidad, se inspiran en el proceso de la fotosíntesis de las hojas de las plantas. Su principio se aplica ahora en las células perovskitas, un campo en rápida expansión.
El lenguaje informático Scala (2003): desarrollado en la EPFL por Martin Odersky, tiene como objetivo simplificar los lenguajes utilizados hasta ahora (Java entre otros), combinando un enfoque orientado a objetos y otro funcional. Ahora es utilizado particularmente por Twitter, Apple, muchos medios de comunicación (Guardian, New York Times, Huffington Post), LinkedIn, UBS, AirBnB y Zalando.
La estimulación dirigida: mediante la combinación de un invento de la EPFL (electrodos flexibles «e-Dura» que se pueden implantar en la médula espinal), la investigación sobre la reconstrucción del nervio tras un traumatismo y un sistema de estimulación eléctrica dirigida, los investigadores de la EPFL y los médicos del Centro Hospitalario Universitario del cantón de Vaud (CHUV) lograron que pacientes paralíticos volvieran a caminar el año pasado.
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