Ir y volver cada año para trabajar: otra manera de migrar de Senegal a España
María Rodríguez
Dakar, 30 sep (EFE).- Cheikou Mané conoció el programa de «migración circular» a través de Facebook. La oferta la anunciaba una institución senegalesa y consistía en viajar a España para trabajar durante tres meses con la condición de volver a Senegal.
Era el año 2019 y se retomaba un proyecto piloto de contratación colectiva en origen en el que fueron seleccionados 47 senegaleses para la temporada de recogida de fruta en España.
«Al principio no me lo creía, incluso el día del viaje informé a mi familia y les dije: me voy al aeropuerto porque me han dicho de hacerlo tras la formación», cuenta en Dakar a Efe Mané, de 37 años.
El joven explica que fue una «experiencia» por ser un país completamente nuevo para él, que tuvo que aprender a cocinar y le sorprendió los grandes que eran los campos llenos de frutas en comparación con los de su país.
De los 47 senegaleses sólo volvieron 18 y justo después comenzó la pandemia de covid-19, que pausó el proyecto hasta 2022, año en el que se dio una nueva oportunidad a los que regresaron y que todos aprovecharon salvo uno de ellos que no pudo por motivos personales.
OPORTUNIDAD DE VOLVER
«De los senegaleses que fueron, que no conocían esta manera de trabajar, probablemente muchos pensaron que si volvían a lo mejor no iban a tener la oportunidad de volver otra vez al año siguiente a trabajar a España», declara a Efe la embajadora de España en Senegal, Olga Cabarga.
«Que estos 17 trabajadores senegaleses hayan ido y hayan vuelto dos veces es muy importante porque es un ejemplo de cómo puede funcionar la migración circular», agrega Cabarga.
Senegal es uno de los países prioritarios para evitar la migración irregular hacia Europa a través de la ruta atlántica, que se reactivó en 2020 por el cierre de las fronteras terrestres debido a la covid-19 y las dificultades económicas.
La ventaja de la migración circular es que es regular, la empresa que contrata a los migrantes les proporciona las condiciones de un asalariado en España y, si regresan a su país al finalizar el contrato, las autoridades senegalesas y españolas se comprometen a que al año siguiente puedan volver.
«Un senegalés en España me explicó cómo atravesó el mar y yo le hice una pregunta: ¿qué sensación tienes? Me respondió: ‘Un sentimiento de arrepentimiento. No encontré lo que pensaba que iba a encontrar'», relata a Efe Alassane Seck, de 40 años.
Seck asegura que ellos no sueñan con quedarse en Europa, «somos senegaleses, amamos nuestro país. Lo que deseamos es ir a Europa, obtener capital y regresar para invertirlo en Senegal».
Malick Mbaye, de 34 años y otro de los beneficiados del programa, dice a Efe en un perfecto español aprendido en Venezuela, donde estudió, que «las condiciones a veces obligan a uno a salir, pero yo creo en mi país y quiero ver mi país desarrollado».
ESTIGMA DE REGRESAR A SENEGAL
Mbaye decidió regresar tras la primera oportunidad de 2019 porque su padre le dijo «que, cuando a uno se le acaba la suerte en un lugar, se tiene que ir».
Sus hermanos, sin embargo, discreparon porque, como licenciado en Turismo y sin trabajo en Senegal, no tenía sentido.
«Pero sí tiene sentido, os veo todos los días y ayudo a papá y a mamá», les respondió.
Al hermano pequeño de Mané tampoco le gustó que regresara a Senegal en 2019 y le reprochó que había hecho una «tontería» al ser el sostén de la familia, en la que el padre acababa de morir.
«Decidí volver por tres motivos: firmé un compromiso de retorno, creí a Ramón Marcos (exconsejero español de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social en Senegal) que nos dijo que íbamos a volver a España otra vez y pensé en regresar para salvar el proyecto y que otros jóvenes puedan ir», recuerda Mané.
En este último viaje de 2022, en el que los 17 que viajaron regresaron, su hermano pequeño le felicitó al comprender que «era bueno ir y regresar».
En 2021, España y Senegal firmaron dos memorandos de entendimiento que tratan, entre otros, la migración circular.
La idea ahora es desarrollar esos acuerdos, aumentar los beneficiarios, diversificar los sectores más allá de la agricultura y «darle un impulso definitivo a esta migración legal», según la embajadora española.
Una apuesta que ya remarcó el pasado julio durante su visita a Dakar el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y que se espera concretar a finales de año en un viaje a Senegal de la secretaria de Estado de Migraciones, Isabel Castro. EFE
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