Irán elige presidente el 18 de junio con el ultraconservador Raisi en cabeza
Los iraníes están convocados a elegir un nuevo presidente el 18 de junio en una elección que parece decantada de antemano para consagrar el dominio de los conservadores, favorecidos posiblemente por una elevada abstención.
Siete candidatos -cinco ultraconservadores y dos reformistas- fueron autorizados a presentarse en la 13ª elección presidencial desde la Revolución de 1979.
Entre ellos, el jefe de la Autoridad Judicial, Ebrahim Raisi, de 60 años, parte como el gran favorito a tenor del 38% de votos obtenidos en los comicios de hace cuatro años y la falta de un adversario potente.
Si ningún candidato alcanzara la mayoría absoluta, el 25 de junio se organizará una segunda vuelta entre los dos presidenciables más votados.
La votación puede quedar marcada por una fuerte abstención, incluso superior al récord del 57% de las legislativas de 2020, ganadas por una gran coalición conservadora tras la descalificación de miles de candidatos reformistas o moderados.
En Teherán, a apenas dos semanas del escrutinio, se siente poco ambiente de campaña electoral, sin apenas carteles de los candidatos a parte de los de Raisi.
La crisis sanitaria provocada por el covid-19 y la limitación de las concentraciones públicas no ayuda pero, en general, esta elección no levanta demasiado entusiasmo.
El presidente de la República islámica dispone de prerrogativas limitadas en Irán, donde la mayor parte del poder recae en manos del guía supremo, el ayatolá Alí Jamenei.
– Debilitado por las sanciones y el covid –
Tras dos mandatos consecutivos de cuatro años, el moderado Hasan Rohani no puede presentarse esta vez.
Su política de apertura encalló cuando los Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, se retiraron en 2018 del acuerdo nuclear cerrado tres años antes en Viena.
El descontento y el desencanto general son palpables en un país enfrentado a una grave crisis económica y social provocada por el restablecimiento de las sanciones impuestas por Washington al abandonar el acuerdo, y amplificada ahora por la pandemia.
El malestar estalló en olas de protestas en el invierno boreal de 2017-2018 y en noviembre de 2019, que fueron reprimidas con violencia.
Para Clément Therme, investigador asociado del Instituto Universitario Europeo de Florencia (Italia), la meta de estas elecciones es «dar al régimen más coherencia ante el debilitamiento del país».
«Frente al empobrecimiento de la población, se trata, tras la toma del control del Parlamento en 2020, de preparar el terreno (…) para la victoria del candidato Raisi», cercano a Jamenei, dijo Therme a la AFP.
Otro escenario es «poco probable viendo la baja tasa de participación que auguran los sondeos» disponibles (menos del 40%), añadió.
En paralelo a la campaña se desarrollan negociaciones en Viena para reconducir el acuerdo nuclear y conseguir el levantamiento de las sanciones estadounidenses, pero difícilmente llegarán a buen puerto antes de la votación.
– «Enemigos del islam» –
Ante los llamados a boicotear las elecciones lanzadas en redes sociales desde el extranjero, Jamenei instó a sus conciudadanos a no hacer el juego a los «enemigos del islam» y a acudir en masa a las urnas el 18 de junio.
El guía supremo también ordenó a los candidatos hablar solamente de economía.
La invalidación de varios competidores serios para Raisi ha dejado al gran favorito sin rivales que lo puedan inquietar.
Por el lado ultraconservador, Mohsen Rezai, excomandante en jefe de los Guardianes de la Revolución, el brazo ideológico del régimen iraní, fracasó en las elecciones presidenciales de 2009 y 2013 y desistió en 2005 a pocos días de la votación.
Y Said Jalili, exsecretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y también candidato en 2013, obtuvo entonces un 11,4% de los votos, quedando en tercer lugar justo por delante de Rezai (10,6%).
Los otros dos ultraconservadores Amirhossein Ghazizadeh-Hashemi y Alireza Zakani son poco conocidos para el gran público, lo mismo que los dos reformistas, el exgobernador del Banco Central Abdolnasser Hemmati y el exvicepresidente Mohsen Mehralizadeh.
Estos dos últimos ni siquiera cuentan con el apoyo de la principal coalición reformista.
Además del presidente de la República, los iraníes votan el 18 de junio para renovar sus consejos municipales.