Italia reduce el personal en sus centros de inmigrantes en Albania tras las sentencias

Roma, 23 nov (EFE).- El Gobierno de Italia ha decidido reducir su personal dentro de los centros de retención de inmigrantes que ha construido en territorio de Albania, tras las últimas sentencias judiciales que hasta ahora han impedido su pleno funcionamiento.

Fuentes del Ministerio del Interior italiano confirman a EFE que el personal «ha sido reducido» aunque especifican que dichos centros albaneses «siguen operativos y vigilados».

«El personal varía en función de las exigencias del momento», aseguran las fuentes.

A lo largo del fin de semana está previsto que regrese a Italia la mayoría del personal de la asociación ‘Medihospes’, encargado de gestionar las instalaciones, y solo permanecerán algunos policías italianos y trabajadores albaneses, informan este sábado los medios.

Estos centros han sido construidos por el Gobierno italiano, de la ultraderechista Giorgia Meloni, en otro país, en Albania, en las localidades de Gjader y Shengjin, en un intento de externalizar la gestión de los flujos migratorios del Mediterráneo central.

La idea inicial era destinar a estas instalaciones a determinados inmigrantes rescatados en el mar, generalmente varones adultos y sanos procedentes de países considerados seguros, para someterles a un proceso acelerado que permitiera su rápida repatriación.

Sin embargo, los planes de Meloni, aunque suscitaron un enorme interés en parte de la Unión Europea, se han topado desde el inicio con la justicia, y la estrategia no ha acabado de funcionar.

Las únicas dos veces que se han enviado inmigrantes a Albania, dos grupos de egipcios y bangladesíes, el Tribunal de Roma no ha convalidado su retención alegando que esos países no podían ser considerados seguros, amparándose en una sentencia europea.

Por eso, los inmigrantes tuvieron que ser sacados de los centros albaneses y llevados a Italia para que pudieran eventualmente presentar su solicitud de asilo internacional.

En el último fallo, el pasado 11 de noviembre, el Tribunal de Roma pidió al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que se pronunciara al respecto, dada la controversia que suscitaban las sentencias con las que se impedían los arrestos en Albania.

Meloni ha sido muy criticada por sus opositores, que la reprochan el elevadísimo precio de construir dos centros en otro país, enviar y mantener allí a decenas de policías y movilizar un buque de la Marina para llevar pequeños grupos de inmigrantes.

Ahora, la reducción del personal en los centros de retención albaneses, por las trabas en su funcionamiento, ha arreciado estas críticas.

El ex primer ministro Matteo Renzi denunció este sábado la «marcha atrás» del Gobierno de Meloni.

«¿Qué queda en Albania? Una estructura faraónica construida por empresarios locales con impuestos de las familias italianas, unos centros destinados a marchitar. En Albania permanece el rostro de Meloni, autora de un despilfarro sin precedentes», criticó.

La «Operación Albania» también ha causado un fuerte encontronazo entre el Gobierno y el Poder Judicial: el primero critica que no se apliquen sus leyes y el segundo recuerda la primacía del derecho comunitario en sus resoluciones.

Algunos exponentes del Ejecutivo, como el vicepresidente y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, han acusado a los jueces de hacer política y una jueza del Tribunal de Roma ha llegado a denunciar haber sufrido «intimidaciones y presiones».

El Gobierno intentó blindar con un decreto ley la lista de países seguros, en la que incluyó a Egipto y Bangladés, para asegurar la repatriación de los inmigrantes de esa nacionalidad tras el primer fallo, del 18 de octubre, que impidió la primera retención.

Sin embargo, la ley tampoco ha funcionado porque el Tribunal de Roma el 11 de noviembre tampoco permitió la detención en Albania de un segundo grupo a pesar del decreto ley de Meloni. EFE

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