Jóvenes nicaragüenses lanzan campaña para conmemorar el mes de la rebelión contra Ortega
San José, 28 mar (EFE).- Un grupo de jóvenes nicaragüenses lanzaron este viernes una campaña para conmemorar el séptimo aniversario de las manifestaciones antigubernamentales que estallaron en abril de 2018 y que el Ejecutivo que preside Daniel Ortega junto con su esposa, Rosario Murillo, -que la neutralizó a la fuerza- mantiene que se trató de un intento de golpe de Estado.
Durante una comparecencia virtual, los jóvenes, en su mayoría exiliados, explicaron que la campaña ‘Conmemoración de abril’ es un llamado colectivo a honrar la memoria de las víctimas, denunciar los crímenes del Gobierno sandinista, y continuar la lucha por «una república libre, justa y democrática».
«Es una acción política, una invitación urgente a no dejar que la dictadura borre lo que significa abril para el pueblo nicaragüense», indicaron los jóvenes.
«No estamos aquí para llorar el pasado. Estamos aquí para transformarlo. Abril no es solo dolor, es también fuerza, propuesta, organización y esperanza”, agregaron.
La campaña convoca a los nicaragüenses, especialmente a quienes viven en el exilio, a sumarse en abril próximo con plantones, vigilias, actos simbólicos y presencia digital desde cualquier parte del mundo.
El objetivo, según dijeron, es convertir las redes sociales y las calles en una «marea azul y blanco», los colores de la bandera de Nicaragua, y que se grite: «¡Nicaragua sigue luchando!», y homenajear a las víctimas de las protestas.
Gobierno de Nicaragua convocó a caminata
Esta semana, el Gobierno de Nicaragua convocó a una caminata para el próximo 1 de abril, en el marco del séptimo aniversario de esas manifestaciones antigubernamentales.
La caminata será para «espantar la perversión, la maldad y avanzar en amor a la patria bendita y en amor entre nosotros como pueblo suyo, pueblo de Dios», anunció la copresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, esposa del copresidente Daniel Ortega.
Murillo, designada copresidenta del país por medio de una reforma a la Constitución Política, dijo que abril es sagrado en su país y que ese mes «nunca volverá a ser profanado por los maleantes que asaltaron nuestra Nicaragua bendita», a quienes tildó de miserables del alma, corazón y espíritu, almas «tembeleques, chereques, chingastes», y de quienes, sentenció, «vencimos y seguimos venciendo».
En abril de 2018, miles de nicaragüenses salieron a las calles a protestar por unas controvertidas reformas a la seguridad social, que, luego de la respuesta con la fuerza, se convirtieron en una exigencia de renuncia del presidente Ortega.
Las protestas dejaron al menos 355 personas muertas según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos nicaragüenses elevan la cifra a 684, mientras que Ortega reconoce que fueron «más de 300» y mantiene que se trató de un intento de golpe de Estado.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde ese mes, que se acentuó tras las controvertidas elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato -cuarto consecutivo-, con sus principales contendientes en prisión, a los que luego expulsó del país y los privó de su nacionalidad y de sus derechos políticos, tras acusarlos de «golpistas» y de «traidores a la patria».
Diversos países y organizaciones internacionales han acusado al Ejecutivo sandinista de violar los derechos humanos de la población en medio de esta crisis en la que además de organizaciones, han sido cerrados por el Gobierno medios de comunicación e instituciones académicas y expulsados a obispos y sacerdotes.EFE
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