Juicio en Francia a un cirujano que abusó sexualmente de cerca de 300 menores en 25 años
París, 23 feb (EFE).- Joël Le Scouarnec se sienta a partir de mañana en el banquillo en la ciudad bretona de Vannes acusado de haber abusado sexualmente durante 25 años de cerca de 300 niños y adolescentes amparado por su trabajo de cirujano en lo que aparece como el mayor proceso por pederastia en Francia.
Los jueces del Tribunal de lo Criminal de Morbihan tendrán que determinar si Le Scouarnec, que tiene ahora 74 años, es culpable de los cuatro delitos por los que está encausado -y que en gran medida él ha reconocido-, que le podrían suponer como máximo 20 años de cárcel puesto que las penas no son acumulativas.
Pero también se espera que aclaren cómo pudo cometer durante tanto tiempo esos actos sin ser descubierto y sin que nadie diera la alerta.
Fue la denuncia por abusos sexuales a una niña de 6 años vecina de este hombre en Jonzac, una localidad a medio camino entre Burdeos y Angulema, lo que condujo a su arresto poco después de haberse jubilado y, al proceder al registro de su casa, a localizar cerca de 30.000 ficheros digitales de contenido pedopornográfico.
Entre esos ficheros había una serie de documentos con miles de páginas escritos por el propio acusado que se han mostrado particularmente valiosos para los investigadores porque en ellos detallaba con pelos y señales los tocamientos y violaciones que impuso a pacientes, en su inmensa mayoría niños y adolescentes a los que identificaba con sus nombres, fechas de nacimiento o dirección.
Muchos estaban dormidos y sólo se enteraron años más tarde cuando los gendarmes los llamaron, después de 2017, para tratar de verificar el relato documentado por el cirujano en sus particulares diarios del horror.
Otros guardaban un recuerdo borroso o alguna forma de traumatismo insidioso del tratamiento que habían recibido de un profesional sanitario en el que se suponía que tenían que confiar, en especial si por su corta edad no tenían plena conciencia de si lo que se les hacía era un gesto terapéutico o una intromisión inaceptable en su intimidad.
Le Scouarnec, que estuvo casado y tuvo tres hijos, empezó su carrera de cirujano en 1983 en una clínica de Loches, donde estuvo hasta 1994, y luego trabajó en otra en Vannes durante una decena de años en los que también hizo sustituciones en otras ciudades del oeste de Francia (Quimperlé, Morlaix, Saint Brieuc, Malestroit, Lorient, Pontivy, Acenis y Les Sables d’Olonne).
A partir de 2003 consiguió un puesto en el hospital público de Quimperlé y en 2008, después de haberse divorciado y de haber sido condenado en 2005 a cuatro meses de cárcel exentos de cumplimiento por comprar material pedopornográfico en línea, fue trasladado al de Jonzac, donde se jubiló en 2017.
En todo ese tiempo en el que se explayaba con detalle en sus diarios sobre su comportamiento que él mismo describía como «exibicionista, voyeur, sádico, masoquista, estatológico, fetichista, pederasta» y del que se mostraba orgulloso, nadie de su entorno profesional o familiar supo o quiso dar a conocer lo que se ocultaba detrás de un hombre que aparentaba interés por su oficio.
Los gendarmes que se ocuparon del caso llegaron a identificar 314 víctimas de los abusos de Le Scouarnec, que ante la magistrada instructora reconoció su implicación en buena parte de los hechos que él mismo había puesto por escrito.
Sus abogados pidieron que se archivaran los procedimientos por 85 de esas víctimas alegando que había prescripción y al final en el acta de acusación han quedado 299, algo más de la mitad de sexo masculino. Tenían una edad media de 11 años cuando fueron objeto de los supuestos abusos. Había 256 que eran menores de 15 años.
En 111 de esos casos la jueza instructora califica lo que sufrieron como violación agravada y en otros 189 como agresión sexual agravada. Teniendo en cuenta las reglas de prescripción, el periodo de acusación ha quedado limitado de enero de 1989 a enero de 2014.
En 2020, el cirujano jubilado fue condenado a 15 años de prisión por la denuncia de su vecina de 6 años en Jonzac, por las de una antigua paciente de 4 años y por las de dos sobrinas de las que se demostró que también había abusado cuando tenían 4 y 5 años.
Por su carácter excepcional, el proceso contra Le Scouarnec tiene también una organización logística excepcional, durante los 75 días de audiencia previstos en los que desfilarán 45 testigos y una decena de expertos que serán observados por decenas de periodistas, teniendo en cuenta que se han acreditado 264 de 62 medios. EFE
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