Kirchner comparece ante la justicia acompañada por miles de seguidores
La expresidenta argentina Cristina Kirchner acudió a tribunales este miércoles para declarar ante la justicia por primera vez, citada por una controvertida operación del Banco Central durante su mandato, en una causa que miles de seguidores convirtieron en un acto político de calle.
Arropada por miles de banderas y en medio de cánticos de apoyo la exmandataria, ya sin cargos ni fueros, ingresó sonriente al juzgado para ser indagada por supuesta defraudación por operaciones cambiarias en los últimos meses de su gestión (2003-2015).
Kirchner presentó un escrito ante el juez Claudio Bonadio, a quien según trascendió a la prensa buscará recusarlo para apartarlo de la causa por considerarlo parcializado, luego que durante su gobierno (2007-2015) intentó destituirlo.
«No les tengo miedo. Afrontaré este proceso y cualquier otro que quieran fabricarme», dijo en su escrito publicado en Facebook, que pidió incorporar a la causa.
Kirchner, abogada de profesión, asegura que la intención del gobierno del presidente Mauricio Macri es «plantar una causa» para que termine presa, con la colaboración del poder judicial, denunció.
La ex presidenta afronta también el pedido de investigación de un fiscal por supuesto lavado de dinero.
La citación colocó a Kirchner en el centro de la escena política luego de haberse recluido en la Patagonia desde el 9 de diciembre cuando dejó el gobierno al presidente de centroderecha Macri.
La militancia de los grupos kirchneristas se mostraron dispuestos a expresarle apoyo bajo una mañana de lluvia torrencial con consignas que iban desde «¡Aguante morocha! (morena) «Si vas presa yo me voy con vos» hasta «fuerza Cristina».
– La primera causa –
Kirchner está acusada en el caso de «venta de dólar futuro», una operación cambiaria realizada por el Banco Central en septiembre pasado, en plena campaña electoral.
En un intento por desalentar una devaluación, el Banco Central fijó precios de dólar no muy altos, válidos para marzo de 2016.
Pero Macri, cuyo triunfo sorprendió al kirchnerismo, devaluó tras asumir y el Banco Central tiene que pagar ahora un 50% más caros los futuros.
Los querellantes son dos macristas, el titular del Senado, Federico Pinedo, y de Diputados, Mario Negri.
El juez acusa a Kirchner, sin fueros tras dejar la presidencia, al expresidente del Banco Central Alejandro Vanoli y al exministro de Economía Axel Kicillof de presunta «defraudación contra la administración pública».
«Es un caso de denuncia política armada donde no hay acusación», dijo Kicillof al calificar la causa de «absurda» en un escrito presentado el martes ante Bonadio.
– Lluvia de causas –
Argentina está agitada por denuncias judiciales que alcanzaron incluso a Macri por la revelación de al menos dos sociedades ‘offshore’ suyas en la investigación de los «Panama Papers» y la aceleración de acusaciones a exfuncionarios de los gobiernos peronistas de centroizquierda de Néstor y Cristina Kirchner entre 2003 y 2015.
Las acusaciones contra los kirchneristas van desde enriquecimiento ilícito hasta lavado de dinero con sospechas cruzadas de parcialidad de fiscales y jueces.
La diputada del partido socialdemócrata GEN Margarita Stolbizer, una de las principales denunciantes de gestiones sospechosas durante el kirchnerismo, advirtió que existen «muchos elementos para procesar» a Kirchner «en varias causas».
La legisladora se refirió al pedido que hizo el sábado un fiscal para investigar a Kirchner en una causa por la que fue arrestado el empresario Lázaro Baéz, acusado de desviar fondos millonarios a cuentas en Suiza durante los 12 años de gobierno kirchnerista.
– Política judicializada –
Felipe Solá, diputado opositor a Kirchner y a Macri del Frente Renovador (peronismo centroderecha), criticó el martes lo que consideró «la judicializacion de los temas políticos», que en su opinión distraen de temas más importantes.
Sobre la investigación que llevará a Kirchner a Tribunales, Solá opinó que «no es un tema judicializable sino una causa sobreactuada por (el juez) Bonadio».
Adriana Gonzalez, una docente de 56 años, fue una de los varios jubilados que acompañaron la concentración de apoyo a Kirchner entre una marea de jóvenes estudiantes en los tribunales.
«Nosotros tenemos memoria y no queremos otro 2001 y sabemos y vivimos lo que lograron hacer Néstor y Cristina después de esa crisis cuando caímos más abajo de la pobreza», dijo González al recordar la hecatombe que vivió Argentina a principios de la década pasada cuando el colapso del sistema económico desencadenó un estallido social.
Como otros tantos manifestantes, González reprochó al presidente Macri que luego de cuatro meses de haber llegado al gobierno con 51% de los votos, realicen sobre todo «persecución política a los que pensamos diferentes. Esa no es la democracia en la que creo y por la que hemos luchado», según dijo a la AFP.