La «disciplina» lleva al restaurante Cordero de Venezuela al top 50 latinoamericano
Caracas, 28 nov (EFE).- El restaurante Cordero, en Caracas, con poco más de dos años de recorrido, entró en la lista de los 50 mejores de Latinoamérica al ubicarse en el puesto 44 según la organización The Latin America’s 50 Best Restaurants, un reconocimiento logrado gracias a la «disciplina» del equipo que lideran los artífices y fundadores del negocio, Pedro Khalil y el chef Issam Koteich.
«Hay que tener mucha disciplina, mucho compañerismo entre los equipos de trabajo. Detrás del restaurante hay demasiada presión. Esto es como una miniserie. Todos los días hay un capítulo nuevo (…) escenarios nuevos que se presentan, hay dificultades», dijo a EFE Khalil.
Pero estos asuntos -destacó- deben resolverse de puertas hacia adentro, pues los clientes no deben percibir los problemas o contratiempos que surgen cada día en la cocina o en algún otro eslabón de la cadena que ha dado al restaurante el prestigio con el que cuenta.
«El tema es cómo entre todos logramos que la persona que viene para acá a vivir una experiencia sea lo más agradable posible y nunca se dé cuenta de ningún detalle de los que estamos tras bastidores solventando esto», explicó el empresario.
Ese engranaje y la «humildad» que Khalil y Koteich han transmitido desde sus comienzos a los integrantes de su equipo son parte de su rápido «crecimiento», que esperan mantener en el tiempo sin «perder el foco» en el trabajo que los ha llevado hasta donde están.
El origen: producción propia
Antes de que Cordero abriera sus puertas, Khalil estaba inmerso en el proyecto Ubre, una finca a las afueras de Caracas, donde, actualmente, se produce y se cría el 80 % del producto que, tras cumplir con los debidos procesos, llega al plato.
A partir de ahí, surgió la idea de montar un restaurante tan arriesgado como peculiar, con el cordero como única proteína y estrella de la cocina de Koteich, un producto que, además, dio nombre a este sueño hecho realidad.
Una vez montado el negocio gastronómico, los socios se vieron obligados a ampliar la producción de la finca, donde hoy no solo se cría ovino, sino también caprino y se cultiva café, cacao, flores comestibles, frutas y hortalizas, y se hacen embutidos y diversos productos lácteos.
Para que todo funcione y se mantenga la «excelencia», la larga cadena de tareas debe continuar funcionando a la perfección, desde los cultivos, la cría, la supervisión, los controles, hasta la cocina de Cordero, y de allí al plato.
«Ha sido un trabajo bastante fuerte para poder lograr la excelencia que esta lista permite, que tú puedas estar al lado de los mejores de Latinoamérica», reconoció Khalil.
Y la intención de los socios es que ese trabajo continúe para seguir escalando puestos en la lista de los mejores, pero también para dar visibilidad a la gastronomía venezolana y que, de esta forma, otros restaurantes entren en el top 50. EFE
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