La alianza árabo-kurda insta en Siria a los yihadistas del EI a rendirse
Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) acorralados en su último reducto en el este de Siria no tienen otra opción que «rendirse», advirtió este lunes una alianza árabo-kurda apoyada por Washington, que lleva a cabo contra los restos del «califato».
Esta advertencia se produce mientras los ministros de Exteriores europeos se reúnen este lunes en Bruselas para hablar dela crisis siria, después del llamado del presidente estadounidense Donald Trump a repatriar a los extranjeros que se sumaron a EI y que están hoy detenidos por las fuerzas kurdas.
En su apogeo, EI atrajo a miles de europeos, norteamericanos y asiáticos, entre otros combatientes extranjeros, que se instalaron en las regiones conquistadas por la organización radical en 2014, en Siria e Irak.
La ofensiva está ahora por terminar. Los yihadistas están atrincherados en un último sector de medio kilómetro cuadrado en Baghuz, en el este de Siria.
En Baghuz, unos pocos yihadistas defienden con obstinación lo poco que queda del «califato» del Estado Islámico (EI), ante la ofensiva de las Fuerzas democráticas sirias (FDS)
Los yihadistas plantaron un océano de minas y cavaron túneles para esconderse. Además, lanzan regularmente ataques kamikazes.
– ¿Negociaciones? –
Según una fuente cercana a estas operaciones militares, «centenares» de yihadistas habrían pedido ser transferidos a la provincia de Idlib, en manos de otro grupo yihadista en el noroeste de Siria, con la escolta de los últimos civiles presentes que les servirían de «escudos humanos».
Esta propuesta fue rechazada, según este fuente, y ello fue confirmado por la oenegé Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Sin embargo, la AFP no pudo verificar estas informaciones ante un alto responsable kurdo.
Según una fuente de las FDS, se descarta «cualquier negociación» con los yihadistas.
«El EI no tiene ninguna opción (…) sólo le queda la de rendirse», subrayó.
Los yihadistas de Estado Islámico lograron hacerse con importantes territorios en Irak y Siria muy rápidamente en 2014, tras lo que proclamaron un «califato».
En él crearon su propia administración, ejecutaron y torturaron a los que no compartían su fe y fomentaban atentados, incluso en el extranjero.
Pero tras sufrir múltiples ofensivas, su territorio se ha reducido a una mínima expresión, y centenares de yihadistas extranjeros han sido detenidos por las FDS.
La administración semiautónoma kurda rechaza juzgar a los extranjeros y reclama que sean reenviados a sus países de origen. Pero las potencias occidentales se muestran globalmente reticentes, dada la hostilidad a ello de parte de la opinión pública.
– Reunión europea –
Este lunes en Bruselas, los ministros de Exteriores de la UE hablarán sobre los «últimos acontecimientos» en Siria, según la agenda del día.
La reunión se celebra un día después de las críticas de Trump contra los países europeos, a los que insta a repatriar a sus ciudadanos.
«Estados Unidos pide a Gran Bretaña, Francia, Alemania y otros aliados europeos que repatrien a más de 800 combatientes del EI que capturamos en Siria para que sean juzgados», declaró Trump el domingo.
«No hay alternativa (…) Estados Unidos no quiere que estos combatientes del EI se diseminen por Europa», insistió. París, Bruselas y Berlín no habían reaccionado a esta demanda.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán consideró que sería «extremadamente difícil» organizar una repatriación de ciudadanos europeos retenidos en Siria tras formar parte del EI, como lo exige Trump.
Un regreso sólo podría ser posible si «podemos garantizar que estas personas puedan ser inmediatamente presentadas ante un tribunal y que sean puestas bajo detención», declaró Heiko Maas el domingo por la noche a la primera cadena de televisión alemana ARD.
El tema es sensible, pues Trump anunció que retirará a sus 2.000 soldados de Siria, cuando la vecina Turquía multiplica las amenazas de intervención.
Ankara considera «terroristas» a las fuerzas kurdas de Siria, y las califica de rama siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que libra una sangrienta guerrilla en el Estado turco desde 1984.