La ANP advierte que el cierre de UNRWA en Israel puede incrementar la tensión en la región
Jerusalén, 29 ene (EFE).- La Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna en áreas reducidas de Cisjordania, advirtió de que el veto a las operaciones de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en Israel, que entra en vigor el jueves, contribuirá a incrementar las tensiones en Oriente Medio.
El veto, aprobado por el Parlamento israelí en octubre, es «inaceptable» y una «provocación» hacia el pueblo palestino, dijo en un comunicado Nabil Abu Rudeina, el portavoz del presidente de la ANP, Mahmud Abás.
Rudeina acusó a Israel de tratar de eliminar el derecho al retorno de los palestinos.
La persecución a la UNRWA pone en cuestión el estatus de refugiado de los palestinos desplazados tras la creación del Estado de Israel y sus descendientes, que según la resolución 194 de la Asamblea General de la ONU tienen derecho al retorno.
Está previsto que este jueves el Gobierno israelí prohíba a los empleados de la UNRWA operar en Israel y permanecer en su sede de Jerusalén Este.
La UNRWA fue creada por la Asamblea General de la ONU en 1949, un año después de la guerra que siguió a la creación del Estado de Israel y que causó el desplazamiento de unos 750.000 palestinos de sus aldeas, muchas destruidas y que hoy son parte del territorio israelí.
El mandato de la agencia es el de dar «ayuda directa a cualquier persona cuyo lugar de residencia fue Palestina entre el 1 junio de 1946 y el 15 de mayo de 1948, y que perdieron tanto su hogar como sus medios de subsistencia a consecuencia del conflicto de 1948», detalla su misión, por lo que brindan educación primaria, sanidad y otros servicios sociales a los palestinos con estatus de refugiado y a sus descendientes.
La sede de la UNRWA en Jerusalén Este, parte de la ciudad ocupada y anexionada de forma unilateral por Israel, cobijaba ya apenas a un centenar de trabajadores, después de que Israel no facilitara -tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023- a 400 empleados palestinos el permiso necesario para cruzar los puestos de control militares que separan Jerusalén de sus lugares de residencia en Cisjordania ocupada.
Entre los planes de Israel figura el de construir un bloque 1.400 viviendas para israelíes en este terreno que pretenden confiscar, según ha expresado públicamente en varias ocasiones la Autoridad de Tierras de Israel (ILA).
Debido a la política de ‘no contacto’, la UNRWA tiene muy difícil continuar sus servicios en Cisjordania ocupada, pero también la entrada de miles de camiones con ayuda humanitaria en la Franja -donde hasta ahora alimentaban a un millón de gazatíes-, y cuyo movimiento debe ser coordinado en antelación con el Ejército israelí.
Además, la agencia teme no poder pagar a sus cerca de 13.000 empleados en Gaza, unos 5.000 de los cuales no han trabajado este año debido a la guerra ya que muchos de sus colegios se convirtieron en refugios para desplazados. EFE
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