La batalla por la alcaldía de París es un asunto de mujeres
Tres mujeres -la socialista Anne Hidalgo, alcaldesa saliente, la conservadora Rachida Dati y la centrista Agnes Buzyin- se disputan la alcaldía de París este domingo en la segunda vuelta de las elecciones municipales francesas, que tuvo que ser aplazada en marzo por la pandemia de coronavirus.
La franco-española Anne Hidalgo, aliada con los ecologistas, los comunistas y otros partidos menores de izquierda, al frente de la Ciudad Luz desde 2014, es la gran favorita según los últimos sondeos, que le otorgan hasta un 45% de los votos.
La exministra de Justicia de Nicolas Sarkozy, la conservadora Rachida Dati, representante de Los Republicanos (LR), alcanzaría un 34% de los votos, seguida por Agnès Buzyn, la candidata del partido del presidente francés Emmanuel Macron, que conseguiría un 18%.
La primera ronda de estos comicios, que se disputó el 15 de marzo en pleno auge de la pandemia de covid-19, estuvo marcada por una abstención histórica y un revés para el joven partido gubernamental, La República en Marcha (LREM), cuyos candidatos perdieron en casi todas las grandes ciudades.
El gobierno francés ha atravesado un período complicado en los últimos meses, debido a movimientos sociales como el de los chalecos amarillos y la huelga contra la reforma de las jubilaciones.
A continuación, un breve repaso de la biografía y programa de las tres mujeres que se disputan la alcaldía de París, una vitrina que sirve de catapulta para la política nacional.
Anne Hidalgo, la andaluza en guerra contra los automóviles
La socialista Anne Hidalgo se convirtió en 2014 en la primera alcaldesa en la historia de París y actualmente es la favorita a su propia sucesión tras encabezar la primera ronda con 29% de los votos.
Hidalgo nació en 1959 cerca de Cádiz, en Andalucía, hija de un padre electricista y de una madre costurera. Dos años más tarde, la familia emigró a Francia en busca de un futuro mejor.
La pequeña Ana pasó entonces a llamarse Anne y obtuvo la nacionalidad francesa a los 14 años.
Esta nieta de un exiliado republicano, a la que le gusta sacar pecho de sus raíces andaluzas, comenzó trabajando como inspectora laboral, antes de dar el gran salto a la política.
Su mandato como regidora de París comenzó con un bautismo de fuego: los ataques yihadistas contra Charlie Hebdo y la cadena de atentados en la sala de conciertos Bataclan y varios puntos de la capital francesa de 2015.
«En tiempo de tormenta, es mejor tener al mando a un capitán que sepa navegar», dijo en una entrevista con la AFP a pocos días de la primera vuelta, en la que destacó su «experiencia».
Su programa, centrado en la ecología, busca seguir reduciendo el lugar de los automóviles en la ciudad, donde los atascos son pan de cada día, y potenciar los desplazamientos en bicicleta o a pie. «Vamos a reorganizar toda la ciudad para darle a los peatones el lugar que merecen», prometió.
Sin embargo, muchos parisinos se quejan de que durante su mandato las calles de París se volvieron cada vez más sucias y las ratas proliferaron.
Rachida Dati, la exministra que quiere «salvar» París
Quiere luchar contra la «inmundicia», el «crimen» y la «anarquía» y «salvar París». La candidata conservadora, Rachida Dati, llegó segunda en la primera vuelta con 23% de los sufragios, pero no tiene la intención de tirar la toalla.
Dati, que irrumpió en la política nacional como ministra de justicia del presidente Nicolas Sarkozy (2007-2012), nació en el seno de una familia humilde.
Hija de padre marroquí y de madre argelina, su éxito profesional la convirtió en un ejemplo de la promesa de Francia de integración y de oportunidades basadas en el mérito.
Su programa se centra en la seguridad, con la polémica propuesta de armar a la policía municipal y de triplicar el número de cámaras de seguridad en París.
«¿Es conservador tener una ciudad limpia? No, es visionario, la crisis sanitaria lo demostró. ¿Es conservador tener una ciudad segura? No. Permitir a las mujeres circular libremente en todos los barrios de París sería un progreso», dijo recientemente esta abogado en una entrevista con el diario Le Parisien.
Agnès Buzyn, la sustituta de último minuto
Hasta hace unos meses era la ministra de Salud de Francia… Hasta que tuvo que sustituir de urgencia al candidato del partido presidencial, Benjamin Griveaux, envuelto en un escándalo por la difusión de un video sexual.
Nacida y criada en París, esta exitosa doctora de 58 años dio sus primeros pasos en política hace poco menos de tres años, tras la elección a la presidencia de Emmanuel Macron, quien la puso al frente de la cartera de Salud.
«La política es violenta y a veces dolorosa, pero cuando has tenido que dar diagnósticos horribles a familias, a niños, es realmente mucho menos grave», declaró recientemente en una entrevista esta mujer, que obtuvo 17% de los votos en la primera vuelta.
Al igual que su rival Rachida Dati, su programa se centra en la seguridad y la limpieza.