La competencia y tensiones geopolíticas merman el mercado aéreo entre China y Occidente
Pekín, 4 nov (EFE).- Varias aerolíneas occidentales decidieron suspender en las últimas semanas rutas hacia ciudades chinas, en un contexto de alta competencia y con las conexiones con Asia afectadas por tensiones geopolíticas como la guerra de Ucrania, además de cambios en las tendencias turísticas.
La alemana Lufthansa, la escandinava SAS y la polaca LOT anunciaron la cancelación de rutas hacia ciudades como Pekín y Shanghái (este), mientras las británicas British Airways y Virgin Atlantic informaron de la interrupción de sus vuelos desde Londres a esas mismas urbes, las dos mayores del país asiático.
Por su parte, empresas estadounidenses como Delta Air Lines, United Airlines y American Airlines dijeron que por «retos aeropolíticos y comerciales» no restablecerán el mismo número de frecuencias hacia China que ofrecían antes de la pandemia.
Según el portal de aviación chino Hangban Guanjia, el número de rutas que conectan actualmente China con Norteamérica es menos de la mitad que en 2019.
El espacio aéreo ruso, clave
Tras el comienzo de la invasión rusa de Ucrania en 2022, Europa vetó la entrada de aviones rusos en su espacio aéreo, a lo que Moscú respondió prohibiendo el acceso de aviones de aerolíneas europeas y estadounidenses al suyo.
Este bloqueo disparó los costos operativos para las líneas europeas, dado que los vuelos entre Europa y China se han alargado hasta tres horas, afectando al consumo de combustible y a la asignación de tripulaciones.
Así, algunas aerolíneas occidentales reconocen dificultades para competir con las chinas, que siguen volando sobre el espacio aéreo ruso, lo cual reduce sus costos y tiempos de vuelo.
En los últimos meses, aerolíneas estadounidenses han pedido a Washington que limite la aprobación de rutas aéreas operadas por aerolíneas chinas hacia Estados Unidos por lo que interpretan como competencia desleal.
Asimismo, medios europeos informaron este mes de que el grupo Air France KLM y Lufthansa estarían presionando a París y Berlín para que recorten el número de vuelos operados por aerolíneas chinas para «proteger los intereses de las aerolíneas europeas», según fuentes conocedoras de la situación.
No en vano, la coyuntura ha provocado una dominación de empresas chinas en el mercado de vuelos entre Europa y China, que llegará a finales de 2024 a alrededor de un 75 % de la capacidad de asientos en las rutas entre China y Alemania y entre China y Francia, y alcanzará un monopolio casi completo en los casos de los vuelos entre el país asiático y el Reino Unido e Italia, según el portal Cirium.
Lenta recuperación
Aparte de factores geopolíticos, subyace el efecto de la pandemia, durante la cual China aplicó su política de ‘cero covid’, que incluía el cierre total al turismo y la cancelación de alrededor del 97 % de las conexiones aéreas internacionales que tenía en 2019, una directriz de la que el sector aéreo chino todavía trata de recuperarse.
El experto en aviación Lin Zhijie, citado por la prensa local, indicó que las empresas chinas «respondieron a la petición» gubernamental de reanudar las conexiones internacionales canceladas y «tomaron la iniciativa de aumentar la capacidad prematuramente», lo cual ha causado un «excedente de capacidad».
De hecho, según analistas locales, Air China y China Southern Airlines, dos de las principales del país, han recuperado en alrededor del 90 % la capacidad de pasajeros internacionales con la que contaban en 2019.
Sin embargo, fuentes del sector citadas por los medios chinos lamentan la lenta recuperación del volumen de grupos turísticos chinos con destino a Europa, pese al abaratamiento de los billetes internacionales en China en los últimos meses (un 20 % interanual).
Cambiantes tendencias turísticas
Ante la coyuntura, China retiró a finales de 2023 de forma unilateral el requisito de visado para turistas de varios países europeos, entre ellos España, lista a la que añadieron otras naciones en los últimos meses.
Pese a la relajación de los requisitos de visado, Lin recalcó la «caída relativamente grande del número de viajeros extranjeros a China», que cifra en unos 14 millones en la primera mitad de 2024 frente a 48 millones en todo 2019, y advierte de que el volumen está «lejos de recuperarse».
Además, los viajeros chinos han diversificado sus destinos con respecto a 2019: África y las regiones occidental y central de Asia son las únicas mejor conectadas con China que antes de la pandemia, según Hangban Guanjia.
Países como Malasia, Singapur, Tailandia, Kazajistán, Emiratos Árabes Unidos o Marruecos dejaron de pedir visado a los turistas chinos en los últimos meses, lo que ha aumentado su popularidad como destino. EFE
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