La Conferencia Episcopal peruana, apenada por los presuntos abusos del cardenal Cipriani
Lima, 29 ene (EFE).- La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) dijo estar apenada tras «conocer las recientes noticias acerca del cardenal Juan Luis Cipriani», después de que el diario español El País publicara una investigación periodística que asegura que el papa Francisco forzó su retiro en 2019 por un presunto abuso.
«Nos sentimos apenados al conocer las recientes noticias acerca del cardenal Cipriani. Lamentamos el dolor sufrido por la víctima de abusos y por la comunidad eclesial y pedimos a todo el pueblo de Dios que respete la voluntad de la víctima de permanecer en el anonimato», indicó la CEP en un comunicado difundido la noche el martes.
También reafirmó «su cercanía a todas las víctimas de cualquier tipo de abuso».
«Reconocemos la sabia decisión del santo padre al unir en ella la justicia y la misericordia, de aceptar que deje el Ministerio Episcopal del Arzobispo Emérito de Lima al cumplir los 75 años, y de imponerle algunas limitaciones ministeriales», añadió la Conferencia Episcopal.
Por último, pidió «a todo el pueblo de Dios que ofrezca oraciones por el denunciante, por el cardenal Juan Luis Cipriani y por la Iglesia para que sea espacio seguro, donde vivir la reconciliación».
En una carta de respuesta, Cipriani expresó su «sorpresa y dolor» al comunicado de la CEP y también por otro emitido por el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, quien pidió «entrar en razón» a las personas e instituciones «que se niegan a reconocer la verdad de los hechos y las decisiones tomadas por la Santa Sede».
«En ambos casos, mi reacción ha sido de sorpresa y dolor por la injusticia con la que dan por ciertos unos hechos no probados sobre mi persona. Lo afirmé en mi carta del 25 de enero y lo vuelvo a hacer ahora: no he cometido ningún delito ni he abusado sexualmente de nadie. Ni en 1983 ni antes ni después», señaló Cipriani.
Sostuvo que se ha visto obligado a precisar que, cuando el nuncio en Perú le transmitió el precepto con el que la Congregación le limitaba algunas facultades, lo firmó declarando por escrito que la acusación de abusos era absolutamente falsa.
«He aceptado unas medidas preventivas ante la acusación recibida hasta que se aclarara la verdad, a pesar de que tengan su origen en una acusación falsa, de la que no me he podido defender», agregó el que fue el primer cardenal de la historia del Opus Dei.
Cipriani concluyó al afirmar que «como consuelo y aliento», le queda el cariño de la mayoría de sus hermanos en la fe «que no se han dejado confundir en esta campaña de intento de acoso y destrucción» de su dignidad y honor.
Este domingo, El Vaticano confirmó las sanciones disciplinarias impuestas al cardenal peruano tras las acusaciones de abuso sexual y agregó que «siguen vigentes», aunque se dieron algunos permisos.
«A raíz de las denuncias presentadas contra él, y tras la aceptación de su renuncia como arzobispo de Lima, se impuso al cardenal un precepto penal con ciertas medidas disciplinarias relativas a su actividad pública, lugar de residencia y uso de insignias, firmado y aceptado por su eminencia», explicó a EFE el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni. EFE
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