La crisis de la deuda, foco de la primera reunión de Finanzas del G20 en Sudáfrica
Lucía Blanco Gracia
Nairobi, 24 feb (EFE).- Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G20 (grupo de países desarrollados y emergentes) empiezan este miércoles su primera reunión bajo la presidencia de turno de Sudáfrica, centrada, entre otras cuestiones, en la crisis de la deuda que asfixia a muchos países del sur global.
«Además de las enormes diferencias en capacidades económicas y niveles de desarrollo humano, los países del sur global se enfrentan a una falta de financiación previsible para el desarrollo, así como al cambio climático. También se enfrentan a altos niveles de deuda y son vulnerables a las pandemias», dijo el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, en el Foro Económico Mundial de Davos en enero.
El mandatario resumió así las prioridades que impulsará su país para el G20, bajo el tema «Solidaridad, igualdad y sostenibilidad», al dejar claro que Sudáfrica aprovechará esta oportunidad para poner en el centro del tablero los intereses de África y del sur global.
Sudáfrica es el cuarto país en desarrollo en presidir de manera consecutiva el bloque económico, después de Indonesia (2022), India (2023) y Brasil (2024), todos ellos miembros del grupo de economías emergentes BRICS, que busca ejercer un contrapeso frente a las potencias occidentales.
Uno de los temas principales en la agenda de esta reunión de Finanzas del G20, que tendrá lugar en Ciudad del Cabo (suroeste), será la reforma de la arquitectura financiera mundial, con el objetivo de reducir la presión de la deuda e impulsar la industrialización de esas naciones.
En África, por ejemplo, 21 países se encontraban en alto riesgo de sobreendeudamiento externo o ya estaban en esa situación que, a nivel global, afectaba a al menos 52 países o cerca del 40 % del mundo en desarrollo, según datos de 2023, algo que limita las inversiones en áreas críticas como educación, salud e infraestructura.
Como solución, en 2020, los países del G20 decidieron crear un Marco Común Para el Tratamiento de la Deuda, al que han acudido cuatro países africanos: Zambia, Ghana, Etiopía y Chad.
Pero este mecanismo no solo no ha resultado suficientemente ágil, con negociaciones para reestructurar la deuda que duran años, sino que acogerse a él hunde aún más la clasificación de riesgo de los Estados para los inversores, entre otros problemas.
Así, la reforma de este instrumento o la introducción de uno nuevo estarán previsiblemente en la agenda de la reunión, en la que también se abordarán cuestiones como el alto coste del capital por la alta prima de riesgo asignada a los países del sur global o la redistribución de los derechos especiales de giro (DEG, activos de reserva internacional) del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Otro asunto sobre la mesa será la necesidad de aumentar las fondos que los países más pobres necesitan para hacer frente a la crisis climática, después de que la pasada Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP29) no lograra los compromisos económicos esperados.
Escepticismo
A pesar de estos ambiciosos objetivos, expertos y analistas se muestran escépticos con que esta reunión resulte en medidas tangibles, no solo por un contexto global marcado por el bajo crecimiento, sino también por la sonada ausencia de uno de los actores principales del G20: Estados Unidos.
El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, ya adelantó que no acudirá a la cita porque debe atender «obligaciones en Washington», después de que su colega, el secretario de Estado, Marco Rubio, tampoco estuviera la pasada semana en la primera reunión de los ministros de Asuntos Exteriores del G20 en Johannesburgo por desavenencias entre su Gobierno y el sudafricano.
«Estamos en una época de crecientes tensiones geopolíticas, unilateralismo, nacionalismo, proteccionismo y aislacionismo, aumento de los niveles de deuda, que afecta especialmente a los países más pobres del mundo», alertó en Davos Ramaphosa, al hacer un llamamiento a la «cooperación» global.
El cónclave financiero congregará entre el 26 y el 27 de febrero a los dirigentes en el Centro Internacional de Convenciones de Ciudad del Cabo.
El G20 está formado 19 países (Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, Corea del Sur, México, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido y EE.UU.) y dos organizaciones regionales: la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA).
Sudáfrica, la economía más industrializada de África, concluirá un ciclo en el que los diecinueve países del grupo se turnaron en su comando, por lo que la coordinación del organismo recaerá en 2026 nuevamente en EE.UU. EFE
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