La derecha populista anti-UE lidera las elecciones en Suiza
La derecha populista lideró con ventaja las elecciones legislativas de este domingo, en un contexto de crisis migratoria y de preocupación por el riesgo de atentados en Europa, según las últimas proyecciones de resultados.
Según una nueva proyección del instituto gfs.bern, la Unión Democrática del Centro (UDC, derecha), que hizo campaña contra la «inmigración masiva», los «dictados del género» y «la locura ‘woke'», refuerza su posición de primera formación política del país, con alrededor del 29% de los votos en el Consejo Nacional (cámara baja del Parlamento).
«La situación en Suiza es grave, tenemos una inmigración masiva, grandes problemas con las personas que piden asilo. La situación en términos de seguridad no es la de antes», afirmó este domingo a AFP Thomas Aeschi, presidente del grupo parlamentario UDC.
Suiza, con unos 8,8 millones de habitantes, renueva los 200 diputados de su Consejo Nacional, la Cámara Baja, y los 46 senadores del Consejo de Estados, la Cámara Alta.
El Consejo de Estados, que representa los cantones que conforman Suiza, está dominado por el partido de centroderecha El Centro y el Partido Liberal Radical (PLR) de derecha.
Las elecciones, que se deciden por voto mayoritario en cada circunscripción, apenas varían su composición.
Se espera que los resultados definitivos lleguen el domingo por la noche o el lunes por la mañana, pero las cifras no deberían ser muy distintas.
– «Repliegue identitario» –
Por detrás de la UDC –primer partido desde 1999– quedaron los socialistas (PS), con cerca del 17,5% de los votos, un aumento muy leve.
Los partidos de derecha El Centro y el Partido Liberal Radical (PLR) se disputarían el tercer puesto, con alrededor del 14,6% de los votos; mientras que los Verdes retrocederían hasta conseguir el 9% y los Verdes-Liberales, un 7%.
«Será más difícil luchar por el poder adquisitivo, por la igualdad y por la política climática», dijo a la AFP Cédric Wermuth, copresidente del partido socialista.
«Tenemos un avance muy fuerte de la extrema derecha de la UDC», observó Lisa Mazzone, senadora saliente de Los Verdes, subrayando que las elecciones se convocaron en «un contexto duro, de violencia, de miedo».
«Hay muchas guerras en curso y un repliegue identitario», comentó el vicepresidente de los Verdes, Nicolas Walder.
– «Estricta neutralidad» –
En su campaña, la UDC defendió la «estricta neutralidad» de Suiza y criticó el alineamiento del gobierno con las sanciones tomadas contra Rusia por la Unión Europea, de la que no forma parte.
Pero, sobre todo, enfatizó su posición contra «la inmigración masiva» a la que acusa de numerosos problemas como la criminalidad, el aumento del gasto social o el incremento del consumo de electricidad.
«Hemos recibido un mandato muy claro de la población suiza: poner sobre la mesa temas que son importantes para ellos, como la inmigración ilegal […] y un abastecimiento energético seguro», dijo el presidente de la UDC, Marcho Chiesa, a RTS.
El discurso de la UDC seduce a la población suiza, que continúa siendo una de las más ricas del mundo.
El país tiene un PIB por habitante muy elevado y una tasa de desempleo de alrededor del 2%, incluso con problemas de escasez de mano de obra en algunos sectores económicos.
El objetivo de la UDC es llegar al 30% del voto, un nivel jamás alcanzado, dijo a la AFP Marco Chiesa. Una apuesta que podría estar a su alcance, según los sondeos, que le dan un resultado próximo al que obtuvieron en 2015 (29,4%), en plena crisis migratoria europea.
Después de las elecciones, los parlamentarios nombrarán el 13 de diciembre a los miembros del Consejo Federal (el gobierno suizo), en el que los cuatro primeros partidos se reparten las siete carpetas ministeriales.