La emoción de un público cargado de esperanza tiñe la investidura de Orsi en Uruguay

Alejandro Prieto

Montevideo, 1 mar (EFE).- La emoción de un público cargado de esperanza y ansioso por que lleguen los cambios prometidos tiñó la jornada en que, en un vehículo eléctrico y bajo un cielo despejado, el progresista Yamandú Orsi llegó a la Plaza Independencia de Montevideo tras ser investido como el 43° presidente de Uruguay.

Saludado al salir de su casa en la ciudad de Salinas por un grupo de vecinos que lo esperó con banderas del Frente Amplio y, al verlo, coreó «Yamandú, Yamandú», Orsi dijo ya sentir «un montón de emociones juntas, amontonadas ahí».

Con esa misma mezcla de sensaciones, tras recorrer los 38 kilómetros que separan la que mantendrá como su residencia durante el gobierno -pues rechazó mudarse a la residencia presidencial de Suárez y Reyes- con la capital, llegó al Palacio Legislativo, donde lo recibió la vicepresidenta electa, Carolina Cosse.

Así se dio el comienzo de una jornada signada por la señalada como la investidura uruguaya con mayor participación de representantes extranjeros desde el reinicio de la democracia de 1985, del que además se cumplieron este día 40 años para su protagonista.

Dentro del recinto parlamentario, esperaban para la sesión de toma de juramento constitucional, entre otros, el rey de España, Felipe VI, y los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Bolivia, Luis Arce; Chile, Gabriel Boric; Colombia, Gustavo Petro y Paraguay, Santiago Peña, así como los expresidentes Julio María Sanguinetti, Luis Lacalle Herrera y José Mujica.

Tras pronunciar el juramento y su primer discurso como presidente para el período 2025-2030, el electo el 24 de noviembre de 2024 en segunda vuelta para convertirse en el tercer presidente del izquierdista Frente Amplio, tras Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020) y Mujica (2010-2015) dejó la sede del Legislativo.

Lo hizo en un vehículo eléctrico que, según informó el secretario entrante de la Presidencia, Alejandro Sánchez, fue elegido como una señal del compromiso del Gobierno entrante de «profundizar» la transición energética del país, que ya cuenta con una matriz 95 % renovable y que lucía en un costado la frase «40 años de democracia y libertad».

Vestido de traje con corbata azul, el exintendente del departamento (provincia) de Canelones saludó en todo el camino junto con Cosse, que lució un vestido rosa.

Antes de tomar la céntrica avenida 18 de julio, el carro hizo una parada especial en la esquina de avenida del Libertador y Nicaragua, donde ambos bajaron para saludar a los integrantes de la agrupación Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos que estaban allí con fotos de los desaparecidos de la dictadura.

En la Plaza Independencia, donde la ceremonia transcurrió con normalidad, pues al contrario de lo indicado por los pronósticos no se registraron lluvias, los esperaban miles de militantes.

Preguntada sobre sus sensaciones, Graciela Cruz dijo sentir «una alegría y una emoción tremendas».

«Mucho significa. Un cambio. Hemos pasado estos cinco años horrible, en todos los aspectos. Esto es una esperanza para nosotros, porque no es solo en lo social, (es) en todo», confesó la frenteamplista, quien dijo no querer ver «nunca más» al saliente Luis Lacalle Pou.

«Muy emocionada porque estábamos esperando este momento y feliz por lo que se viene, por las nuevas oportunidades y más para los jóvenes», dijo por su parte la joven Elisa Larrosa, quien dijo que el gobierno de Orsi le abre a su generación «un montón de puertas».

Luego de saludar desde el balcón del histórico Palacio Estévez junto a Cosse, sus hijos y su esposa Laura Alonsopérez, quien saludó al público eufórica, el mandatario volvió con la vicepresidenta a la plaza para ver los espectáculos finales, a cargo del grupo Guitarras Orientales y los artistas Hugo Fattoruso, Maia Castro, Rossana Taddei, Florencia Núñez y Luana Persíncula.

Sentada en primera fila junto a Orsi, la ‘mama vieja’ -figura típica del carnaval- Tía Tina lo invitó a bailar en el cierre de un día en que, alineada con el lema que el Frente Amplio eligió para la jornada, «bienvenida, esperanza», la gente dijo ya sentirse esperanzada por la llegada del nuevo gobierno. EFE

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