La historia del primer templo africano en Brasil da inicio a los desfiles en el Sambódromo
Río de Janeiro, 2 mar (EFE).- Con 2.800 integrantes, seis gigantescas carrozas alegóricas y un samba relatando la historia del primer templo de una religión de matriz africana en Brasil, Unidos de Padre Miguel dio inicio en la noche de este domingo a los desfiles de las escuelas de samba del Grupo Especial de Río de Janeiro.
La agremiación artística del barrio Vila Vintém, campeona de la segunda división el año pasado, regresó al Sambódromo tras 50 años sin presentarse en el grupo de elite para abrir los tres días de los desfiles de las escuelas de samba del Carnaval de Río de Janeiro, el considerado mayor espectáculo del mundo al aire libre.
Para el desfile de 80 minutos de este año en el que sus integrantes se dividieron en 28 grupos con disfraces diferentes, Unidos de Padre Miguel decidió contar la historia de Iyá Nassô, la ‘mae de santo’ (sacerdotisa) de Benin traída como esclava a Brasil y que fundó el primer templo de candomblé en el país.
Se trata de la Casa Branca do Engenho Velho, también conocida como Ilê Axé Iyá Nassô Oká, un ‘terreiro’ (templo) fundado hace 200 años en Salvador, la capital de Bahía (nordeste), el estado con mayor número de descendientes africanos en Brasil.
Con un samba detallando esta historia y mucha música, baile y disfraces y alegorías coloridos, Unidos de Padre Miguel destacó la resistencia de los cultos africanos en Brasil a partir de un templo protegido por el orixá (dios) Xangô.
«Awurê Obá kaô! Awurê Obá kaô! Vila Vintém es tierra de macumbeiro (practicante de macumba). En mi Egbé (templo) gobernado por una mujer, Iyá Nassô es la reina del candomblé», corearon repetidamente los miembros de la escuela de samba para destacar la importancia de las religiones afrobrasileñas en su propio barrio.
El samba interpretado narra el difícil viaje de un grupo de esclavos traído de Oyó, incluyendo a Iyá Nassô, que sobrevivió a las dificultades de las tempestades marinas gracias a que la «sangre del negro es más fuerte que la travesía».
En las carrozas alegóricas que Unidos de Padre Miguel presentó en el Sambódromo destacaron los tronos para los diferentes orixás de las religiones afrobrasileñas, así como los «navíos negreros» que trajeron los esclavos a Brasil, cuya población actualmente es mayoritariamente de descendientes de africanos.
«Mas que un homenaje quisimos hacer un rescate histórico y cultural esencial. La Casa Branca do Engenho Velho es la cuna del candomblé en Brasil, un espacio de resistencia y de preservación de los ancestros africanos», explicó el director artístico de la escuela, Alexandre Louzada.
Los desfiles de estas majestuosas escuelas por los 700 metros del Sambódromo ante un restringido público de 75.000 espectadores son la principal atracción del Carnaval de Río de Janeiro, que este año espera 8 millones de carnavaleros, en su mayoría bailando en las calles detrás de las comparsas. EFE
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