La justicia asesta un nuevo revés a la cooperación comercial UE-Marruecos por el Sáhara Occidental
Los pesqueros europeos no pueden faenar en aguas del Sáhara Occidental en virtud del Acuerdo de Pesca entre la Unión Europea (UE) y Marruecos, en base a una sentencia este martes de la justicia europea que da un nuevo revés a la cooperación entre ambos.
El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) estima que incluir el territorio en el campo de aplicación del Acuerdo de Pesca, en vigor desde 2007, «conculcaría determinadas normas de Derecho Internacional», «en especial el principio de libre determinación».
Bruselas y Rabat anunciaron rápidamente su voluntad de «negociar los instrumentos necesarios para preservar este acuerdo» y expresaron su apoyo al proceso de la ONU para lograr una «solución política» sobre el territorio saharaui, que no citan en su comunicado conjunto.
El Sáhara Occidental es el único territorio del continente africano donde el estatuto poscolonial aún no se ha zanjado. Marruecos controla desde 1975 gran parte de esta excolonia española, que se extiende sobre un inmenso territorio desértico de 266.000 km2.
El Frente Polisario, que proclamó una República Árabe Saharaui Democrática, reclama un referéndum de autodeterminación, si bien Rabat considera que este territorio rico en recursos forma parte del suyo y propone como máximo un estatuto de autonomía bajo soberanía marroquí.
En contra del reclamo de Rabat, los magistrados del tribunal con sede en Luxemburgo consideran que «el territorio del Sáhara Occidental no forma parte del territorio del Reino de Marruecos», por lo que limita la validez del acuerdo al territorio y aguas del reino alauí.
Para el Frente Polisario, el fallo debería implicar «una revisión legal y diplomática urgente» de la UE «en la explotación ilegal de los recursos naturales» saharauis, según su vocero en Europa Mohamed Sidati, quien mostró su disposición a una relación con la UE en «el marco del derecho internacional».
Los jueces siguen así la línea de su sentencia de diciembre de 2016, cuando por los mismos motivos dejaron el Sáhara Occidental fuera del Acuerdo de Asociación de 1996 y de liberalización de productos agrícolas y pesqueros de 2012 entre la UE y Maruecos.
– ¿’Zona de pesca marroquí’? –
El Acuerdo de Pesca permite a los buques de la UE que capturan especies pelágicas y demersales acceder a la «zona de pesca marroquí» a cambio de una contrapartida económica, todo ello articulado mediante un protocolo multianual que fija las licencias y cuotas de pesca.
El protocolo vigente desde 2014, y que expira el 14 de julio, permite faenar a las embarcaciones de once países de la UE y establece cuotas anuales de pesca para los buques de la industria pesquera, como de 4.525 toneladas para Reino Unido, 24.567 para Holanda o 467 para España.
El tribunal considera, no obstante, que las aguas adyacentes al Sáhara Occidental no pueden explotarse en virtud del acuerdo, ya que «no están comprendidas en la zona de pesca marroquí», una precisión que puede suponer un jarro de agua fría para los pescadores europeos.
Tal y como apuntó en enero el abogado general del TJUE Melchior Wathelet, las aguas del Sáhara Occidental eran el principal objeto del acuerdo, máxime cuando sólo las capturas de los grandes buques de la industria pesquera ya representan el 91,5% del total.
«Estamos examinando la sentencia más de cerca para determinar las consecuencias y las posibles medidas a tomar, especialmente respecto a los operadores económicos», dijo la portavoz de la Comisión Europea, Catherine Ray, en rueda de prensa.
Marruecos, un socio estratégico de la UE para frenar la llegada de migrantes al bloque, indicó que la actividad continuará hasta julio, como estaba previsto, «un tiempo razonable para comenzar las negociaciones para el futuro», en palabras de su ministro de Agricultura, Aziz Akhannouch, en Rabat.
El fallo del TJUE, que responde a las dudas de un tribunal británico que debe pronunciarse sobre una denuncia de la asociación de apoyo al pueblo saharaui Western Sahara Campaign (WSC), llega días después que los países de la UE dieran a la Comisión un mandato de negociación de un nuevo protocolo.
Una fuente diplomática europea explicó a la AFP que los países de la UE abrieron la puerta además a revisar el mandato de negociación si fuera necesario, para adaptarlo a la sentencia del alto tribunal europeo.