La misión de la ONU en Afganistán está en juego
El destino de la misión política de las Naciones Unidas en Afganistán luego de que los talibanes conquistaran el poder es una grave preocupación, dijeron a la AFP fuentes del organismo internacional, mientras los vuelos humanitarios se reanudaron esta semana.
El mandato de la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA por su sigla en inglés) debería terminar el 17 de setiembre pero se espera que el 9 de septiembre el Consejo de Seguridad debata sobre su extensión
Sin embargo, el contexto de la posible renovación cambió dramáticamente luego de que los talibanes recuperaran el control del país a mediados de agosto, lo que obligó a una retirada caótica de gobiernos extranjeros, sus tropas, ciudadanos y aliados afganos.
«La situación es tan poco clara» que sería «razonable» implementar un «repliegue técnico» del mandato, dijo una fuente de la ONU que pidió no ser identificada.
También hay incertidumbre sobre las intenciones del nuevo gobierno talibán, que se espera sean pronto anunciadas.
La ONU y países occidentales «no querrían perder algunos aspectos» del actual mandato y «eso incluye derechos humanos, protección de civiles» y coordinación de la ayuda humanitaria internacional, dijo una fuente de la ONU.
Una de las principales preocupaciones de la ONU es el trato a las mujeres y niñas. Las libertades de las mujeres fueron brutalmente eliminadas cuando los talibanes gobernaron Afganistán entre 1996 y 2001 y aplicaron las leyes islámicas en forma ultra-rigurosa.
Para Irlanda, que preside en setiembre el Consejo de Seguridad, la cuestión de los derechos humanos es crucial y los talibanes serán juzgados «por sus acciones, no por sus palabras», dijo Gerarldine Byrne Nason, emisaria de la ONU para Afganistán.
Para Dublín sería inaceptable excluir a las mujeres en puestos clave del gobierno, dijo la diplomática irlandesa a periodistas esta semana.
«Eso no será tolerado por Irlanda», dijo y agregó que Afganistán precisa más que nunca a la ONU y su ayuda humanitaria.
– «Los ojos del mundo» –
Más 18 millones de personas viven un desastre humanitario en Afganistán y podrían rápidamente sumarse otros 18 millones, advirtió la ONU al pedir donaciones internacionales.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, anunció el jueves la reanudación de vuelos humanitarios dirigidos por el Programa Mundial de Alimentos para permitir «a 160 organizaciones humanitarias seguir con sus actividades vitales en las provincias afganas».
Los vuelos unen a Islamabad, en Pakistán, con Mazar-i-Sharif (norte) y Kandahar (sur) en Afganistán, agregó. Tres aviones ya aterrizaron en Mazar-i-Sharif desde el 29 de agosto.
Entre 2002 y 2021 el Servicio Aéreo Humanitario de la ONU sirvió a 120 destinos del país, recordó Dujarric, quien detalló que la meta actual es recuperar esa capacidad «una vez que la seguridad y los recursos económicos lo permitan».
Desde su veloz conquista del poder a mediados de agosto, los talibanes no dieron indicios acerca de como ven a la UNAMA y ni siquiera sugirieron quien podría representar a Afganistán cuando los líderes mundiales converjan a fines de este mes en la Asamblea Anual de la ONU en Nueva York.
Lo que parece claro, dijo una fuente diplomática, es que «ellos quieren que la ayuda siga… tanto la humanitaria como la destinada al desarrollo», aún cuando la segunda no está dentro de las atribuciones de la UNAMA.
La organización Human Rights Watch (HRW) instó el jueves al Consejo de Seguridad a renovar el mandato para «garantizar que esa misión y otras agencias de la ONU tengan los recursos necesarios para entregar ayuda para salvar vidas y vigilar plenamente los derechos humanos» en Afganistán.
«Los talibanes tienen un pésimo historial en derechos humanos y violación de los derechos de mujeres y niñas. De manera que la misión de la ONU necesita ser los ojos del mundo en el terreno para divulgar públicamente la situación», dijo Louis Charbonneau, director de HRW para la ONU.