La ONU advierte que el año próximo pondrá al límite la resistencia de Birmania
Naciones Unidas, 31 ene (EFE).- La crisis a la que se enfrenta Birmania cumple cuatro años este sábado después del golpe militar en 2021, marcada por factores como el colapso económico, la crisis social con el agravamiento de la pobreza y los riesgos climáticos, según un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
«El año próximo pondrá a prueba la resistencia de Myanmar (Birmania) hasta el límite», advierte el documento, que pide un compromiso internacional urgente para paliar las consecuencias de la crisis y evitar el colapso total del país.
El Ejército birmano, liderado por Min Aung Hlaing -a quien la Fiscalía de la Corte Penal Internacional pide arrestar por su persecución contra la minoría rohinyá en 2017- perpetró un golpe el 1 de febrero de 2021 contra el Gobierno democrático de Aung San Suu Kyi.
Colapso económico
Según el informe, desde 2020 el producto interior bruto (PIB) de Birmania se contrajo un 9 %, invirtiendo el progreso económico de la década anterior, y la inflación alcanzó el 25,4 % en 2024, mermando el poder adquisitivo de los hogares.
Además, el déficit comercial se disparó hasta el 2,2 % del PIB debido a las severas restricciones al comercio transfronterizo y su moneda cayó en picado, haciendo inasequibles las importaciones y disparando los precios.
Según el PNUD, tras la inclusión del país en la lista negra del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) por no combatir el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, la situación económica empeoró, en un contexto en el que el mercado negro prospera.
Así, el país se ha convertido en el principal productor mundial de opio y heroína, y en uno de los mayores fabricantes de metanfetaminas, donde el juego ilegal, el tráfico de personas y las operaciones de estafa también resurgieron en este tiempo, de acuerdo al PNUD.
Sociedad en crisis
Debido al conflicto, más de 3,5 millones de personas siguen desplazadas internamente en Birmania, donde la población también se vio obligada a cruzar sus fronteras.
Más de 800.000 rohinyás huyeron a la vecina Bangladés -de mayoría musulmana, como ellos- debido a los supuestos crímenes de lesa humanidad y genocidio en las operaciones de 2016 y 2017 por parte del Ejército birmano, que está siendo investigado en los tribunales internacionales por estas acciones.
La situación económica y de seguridad, que incluye el reclutamiento forzoso, provocó también que 3,7 millones de jóvenes emigraran a Tailandia en 2023, mientras que más del 40 % de la juventud del país expresó su deseo de emigrar.
Casi la mitad de la población vive por debajo del umbral de pobreza y un 25 % apenas lo supera, según el informe, que señala que el hambre está alcanzando niveles límite debido al conflicto y a las catástrofes climáticas.
La productividad agrícola disminuyó un 16 % desde 2021 y, para mediados de 2025, se prevé que la producción de alimentos cubra tan solo el 20 % de las necesidades locales.
Según el PNUD, si se mantienen las tendencias actuales, la pobreza aumentará aún más en el país y la migración y la situación economía empeorará bajo el peso del conflicto continuado y el aislamiento internacional, pero apunta que «existen oportunidades de recuperación». EFE
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