La OSCE trata de asegurar su futuro pese a la desconfianza entre Rusia y Occidente
La Valeta, 6 dic (EFE).- Los 57 países que conforman la OSCE intentan cerrar este viernes su Consejo Ministerial con acuerdos que garanticen en el futuro inmediato el funcionamiento de la mayor organización de seguridad del mundo, pese a la desconfianza y los reproches mutuos entre Rusia y Occidente por la agresión rusa a Ucrania.
La presencia del ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en la reunión de Malta provocó las protestas de varios países de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), aunque el ambiente fue menos tenso que en el encuentro de hace un año en Macedonia del Norte.
Con todo, los representantes de Polonia y Alemania acusaron directamente a Lavrov de dispersar mentiras y el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, calificó las declaraciones de Lavrov como un «tsunami de desinformación».
Mientras Occidente acusó a Rusia de haber lanzado una invasión ilegal e injustificada contra Ucrania, también miembro de la OSCE, Lavrov dijo que EEUU y sus aliados de la Unión Europea (UE) y la OTAN han anulado a la OSCE, en la que participan 57 países de América del Norte, Europa y Asia Central.
Este foro, uno de los últimos en los que Rusia y Occidente se sientan a la misma mesa de forma permanente, debería tomar hoy varias decisiones importantes que llevan tiempo bloqueadas por Moscú.
En su intervención ayer, el secretario de Estado de Exteriores de España, Diego Martínez Belío, recriminó la actitud de «algunos países que de forma reiterada bloquean decisiones, retorciendo la regla del consenso», algo que, alertó, ha generado una significativa crisis interna.
De hecho, la OSCE lleva desde 2021 sin aprobar su presupuesto (138 millones de euros para 2024), lo que limita su capacidad de ejercer sus misiones de vigilancia de la paz, control de elecciones o promoción de los derechos humanos.
Las fuentes diplomáticas consultadas por EFE creen muy probable que hoy pueda llegarse a un acuerdo y que Rusia, que debe unos 16 millones a la OSCE, dé su visto bueno a las cuentas.
También parece cerrado el nombramiento del turco Feridun Sinirlioglu como secretario general de la OSCE, y el de los responsables de tres importantes oficinas: Libertad de Medios, Minorías y Derechos Humanos.
Rusia bloqueó el año pasado la renovación de esos cargos y desde septiembre la OSCE funciona con una dirección interina.
También tendría que aprobarse, aunque esto parece más difícil, qué país asumirá la presidencia de turno de la OSCE para los próximos años.
Chipre, miembro de la UE pero no de la OTAN, se ha ofrecido para 2027, y se habla de Suiza, un país neutral, para el año 2026.
Lo que sí es seguro es que el Consejo Ministerial del año que viene, la reunión más importante de la OSCE, no será en Finlandia, país que ocupa la presidencia desde el 1 de enero, sino en Viena, donde la organización tiene su sede.
La ministra finlandesa de Exteriores, Elina Valtonen, reconoció ayer que sus ciudadanos no estarían muy entusiasmados de recibir a Lavrov en su país.
El veto ruso hace un año a Estonia, país de la OTAN y de la UE, forzó a que Malta asumiera a última hora la presidencia de 2024. EFE
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