La Policía de Kosovo confisca armas y detiene a ocho tras explosión sin víctimas
Belgrado, 30 nov (EFE).- Las autoridades de Kosovo informaron este sábado de la incautación de armas y la detención de ocho personas supuestamente vinculadas a la explosión que el viernes dañó una red de suministro de agua en el norte del país, así como de la incautación de uniformes militares.
Los detenidos están bajo sospecha de estar relacionados y/o incitar los recientes ataques en el norte de Kosovo, según informó el ministro del Interior kosovar, Xhelal Sveçla, en una rueda de prensa transmitida en directo desde la norteña ciudad de Mitrovica por TV Koha Vision.
El ministro se refería al sabotaje con explosivos que el viernes causó daños materiales en el canal de Ibër-Lepenci que, situado en el pueblo de Varage, municipio de Zubin Potok, es parte de una red de suministro de agua que alimenta dos plantas térmicas de carbón.
La explosión no causó víctimas. Los daños materiales provocaron cortes temporales del suministro de agua potable y de electricidad.
Según Sveçla, los arrestados también se consideran sospechosos de implicación en el lanzamiento de una granada contra un edificio municipal de la zona el pasado jueves.
Ambos ataques han sido clasificados como atentados terroristas.
En el marco de la amplia operación policial hoy se hicieron redadas y registros en 10 localidades de la zona, poblada mayoritariamente por serbokosovares, explicó el ministro.
Los agentes se incautaron de más de 200 uniformes militares, 6 lanzagranadas, 3 granadas, 4 rifles AK47, 4 pistolas, una escopeta de caza, municiones de diferentes calibres, mechas para activar explosivos, máscaras, cuchillos y dinero, precisó por su parte el jefe de la Policía, Gazmend Hoxha, en la misma rueda de prensa.
Las primeras pesquisas apuntan a que en el sabotaje se emplearon más de 15 kilogramos de explosivos.
«Se colocaron entre 15 y 20 kilogramos de explosivos en una bolsa negra y se activaron mediante un detonador mecánico a través de un fusible de lenta combustión», explicó Hoxha.
El ataque ha atizado las crónicas tensiones entre Serbia y Kosovo, su antigua provincia, cuya independencia Belgrado no reconoce.
Los Gobiernos de uno y otro cruzaron hoy acusaciones mutuas de haber orquestado la explosión, ambos sin presentar pruebas.
La Oficina para Kosovo y Metohija del Gobierno serbio denunció hoy que las detenciones efectuadas por la policía kosovar fueron arbitrarias, no tienen fundamento y obedecen exclusivamente a motivos políticos.
Acusó a los agentes de haber irrumpido de forma violenta en las viviendas de serbokosovares en varias aldeas del municipio de Zubin Potok.
Además, afirmó que todos los detenidos tuvieron que ser liberados poco después por falta de pruebas. EFE
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