La retirada de los socialistas aleja la posibilidad de un nuevo gobierno pronto en Bélgica
Bruselas, 4 nov (EFE).- El abandono este lunes de las negociaciones por parte de los socialistas flamencos (Vooruit), aleja la posibilidad de un nuevo Gobierno federal en Bélgica a corto plazo, pese a los contactos casi ininterrumpidos entre los distintos partidos desde las elecciones del pasado 9 de junio.
El ‘formador’ gubernamental, el líder del partido nacionalista flamenco N-VA, Bart De Wever, escenificó hoy la crisis política existente presentando su dimisión al rey Felipe, tras las dificultades encontradas para negociar con Vooruit, el único partido de izquierdas que formaba parte de los contactos.
El monarca respondió este martes a Bart De Wever que «está deliberando» sobre su petición pero le invitó a llevar a cabo consultas adicionales hasta el próximo 12 de noviembre, informó la Casa Real en un comunicado.
Hacía meses que en Bélgica se hablaba de la posibilidad de una coalición gubernamental bautizada como ‘Arizona’, por los colores de los partidos que formarían parte de ella (azul, naranja, rojo y amarillo, como la bandera de ese estado de EE.UU.).
Además del N-VA, se buscaba que incluyera a los socialistas flamencos (Vooruit), los cristianodemócratas de Flandes (CD&V), los liberales francófonos del MR y el partido francófono Les Engagés.
Sin embargo, el presidente de Vooruit, Conner Rousseau, abandonó este lunes las negociaciones al considerar que el informe de negociación de Bart De Wever se inclina «demasiado hacia la derecha» y a la vista de que los demás partidos no estaban dispuestos a modificar suficientemente el texto.
Vooruit temía en particular que las reformas fiscales y los recortes de impuestos que busca la futura coalición ponga en riesgo la seguridad social y de las pensiones, según la agencia Belga.
Los esfuerzos de De Wever por mediar fueron insuficientes, incluso después de múltiples revisiones del texto que prepara la coalición, un borrador integral diseñado para atraer a todos los partidos.
Según el diario francófono Le Soir, para desbloquear la situación ahora «todos los ojos están puestos en los liberales flamencos (Open VLD), el partido del primer ministro belga, Alexander De Croo, y uno de los que obtuvo peores resultados en las elecciones de junio.
Ese partido, junto con los nacionalistas (N-VA), los liberales francófonos del MR, los cristianodemócratas flamencos (CD&V) y el partido francófono de centroderecha Les Engagés, podrían lograr una mayoría justa (de un solo escaño en la cámara de representantes del Parlamento federal) pero suficiente para gobernar. EFE
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