La segunda mayor promotora china fusiona filiales tras rumores sobre liquidez
Shanghái (China), 11 mar (EFE).- China Vanke, la segunda mayor promotora inmobiliaria de China, fusionó varias de sus filiales en el sur del país, una iniciativa que, según el portal de noticias económicas Yicai, generalmente apunta a una contracción en la escala de negocio, tras los rumores que cuestionan la liquidez de la firma. El mencionado medio indicó que Vanke redujo su número de subsidiarias en la parte meridional del país de 12 a 8, la segunda gran reorganización que acomete este año después de abrir en enero una división de negocios comerciales fruto de la fusión de sus operaciones en siete regiones con su filial SCPG Holdings. En declaraciones a Yicai, un representante de la división regional sur de Vanke -la segunda más importante del grupo, solo por detrás de la de Shanghái (este), capital económica del país- aseguró que la iniciativa es una «respuesta proactiva a los cambios en el entorno de mercado» y que «se alinea con las necesidades de desarrollo del negocio». Sin embargo, según indicó una fuente del sector, una reducción en el número de filiales generalmente se debe a una contracción en la escala del negocio; en el caso de Vanke, la crisis inmobiliaria china también se ha reflejado en una importante bajada de su número de trabajadores, que pasó de unos 141.000 en 2020 a unos 132.000 en 2022. El año pasado, las ventas de Vanke bajaron un 9,8 % interanual y se situaron en la mitad del volumen alcanzado en 2020, una tendencia negativa que continúa este ejercicio: en enero, la cifra fue un 32 % inferior a la registrada doce meses atrás. Preocupación por Vanke La semana pasada, la promotora prometió pagar sus deudas extraterritoriales (‘offshore’) para desmentir las informaciones que apuntaban a que se estaba enfrentando a problemas de liquidez y que había iniciado una ronda de negociaciones con aseguradoras estatales para prorrogar el vencimiento de ciertos fondos prestados. Desde que comenzó el año, las acciones de Vanke cotizadas en la Bolsa de Hong Kong han caído un 17,5 % y se sitúan ya un 86 % por debajo de su pico máximo, alcanzado a principios de 2018, aunque hacia las 14,30 hora local (06.30 GMT) de hoy subían un 3,08 %. Según el diario hongkonés South China Morning Post, el tamaño y la importancia de Vanke dispararía las alarmas entre los inversores en caso de que se enfrentase a problemas financieros, ya que es una de las pocas promotoras estatales que todavía cuenta con una calificación crediticia favorable tras el derrumbe de gigantes del sector como Evergrande o Country Garden ante sus respectivas crisis de deuda. La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que habían acumulado un alto nivel de deuda, entre las que destacaba Evergrande, con un pasivo de casi 330.000 millones de dólares. En los últimos meses, ante la coyuntura, el Gobierno anunció diversas medidas de apoyo, con los bancos estatales abriendo asimismo líneas de crédito multimillonarias a diversas promotoras, a las que se marcó como prioridad la finalización de los proyectos vendidos sobre plano, asunto que preocupa a Pekín por sus implicaciones para la estabilidad social, ya que la vivienda es uno de los principales vehículos de inversión de las familias chinas. No obstante, el mercado no está respondiendo: las ventas comerciales medidas por área de suelo se desplomaron un 24,3 % en 2022 y otro 8,5 % en 2023, mientras que los precios de la vivienda nueva cayeron en diciembre a su mayor ritmo en casi nueve años. En febrero, según la consultora especializada CRIC, las ventas de las 100 principales promotoras del país cayeron un 60 % interanual. Uno de los grandes causantes de la reciente ralentización de la economía china es precisamente la crisis del sector inmobiliario, cuyo peso sobre el PIB nacional -sumando factores indirectos- se estimaba en torno a un 30 %, según algunos analistas. EFE vec/lcl/alf